- Fue acribillado cuando salió a contestar su celular
Cancún.- La última llamada que recibió antes de ser acribillado a tiros, podría ser el hilo conductor para detener a los sicarios que balearon al capitán de meseros del bar Black and White, cuyo cuerpo fue entregado a sus familiares.
En base a la información que los ex compañeros de E. R. revelaron, el occiso recibió una llamada a su celular y salió a contestarla cerca de las 2 de la madrugada del pasado lunes.
Se explica que a los pocos minutos, los meseros escucharon varios disparos, por lo que corrieron a esconderse en el baño, hasta que ya no oyeron ningún ruido.
La Policía Ministerial analiza la “sábana” de las llamadas y su procedencia y sobre todo los contactos telefónicos del mesero y se tiene la hipótesis que incluso el autor intelectual lo sacó del restaurante para “ponerle el dedo” para su asesinato.