Arco Norte
José Luis Montañez Aguilar
Para muchos, Josefina Vázquez Mota es la figura política que le podría arrebatar al PRI la gubernatura del Edomex.
El tiempo es oro, y mientras la presunta alianza PAN-PRD sigue entrampada en el Estado de México para postular a Josefina Vázquez Mota como candidata a la gubernatura en 2017, el PRI se frota las manos para retener sin problemas el gobierno mexiquense y avanzar con paso firme para mantener la presidencia del país en el 2018, llevando como abanderado a Eruviel Ávila Villegas, gobernador del Edomex en funciones; Miguel Ángel Osorio Chong, titular de Segob, o bien, a José Narro Robles, ex rector de la UNAM y actual secretario de Salud del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto.
En más de una ocasión, sobre todo el PAN, se ha quedado a un paso de obtener la gubernatura del Estado de México.
Al final, pueden más los intereses económicos o de grupo que la participación democrática del pueblo mexiquense en las urnas. El más reciente caso de frustración electoral lo encabezó Rubén Mendoza Ayala, ex alcalde de Tlalnepantla, quien pese al apoyo de priístas traidores, como es el caso de Abel Domínguez, de la CTC, o bien, Enrique Jacob Rocha, ex alcalde de Naucalpan y actual titular de Instituto Nacional del Emprendedor, no pudo concretar la hazaña. Al difuntito Mendoza Ayala, doña Marta Sahagún de Fox le entregó carretadas de dinero para que ganara la gubernatura a Enrique Peña Nieto.
El ex munícipe de Tlalne, quien por cierto siempre anduvo acompañado por muchachitos de 17 a 20 años, entró a la contienda con más de 20 puntos de ventaja sobre el priísta Peña Nieto; sin embargo, conforme fue pasando la campaña, el panista resultó ser su propio enemigo, por la sarta de estupideces que cometió y los discursos tan chafas y locuaces que pronunció.
Dicen que Rubén tenía un cuarto lleno de billetes, pero ni eso le valió para escapar a la extraña enfermedad que lo mató en un lujoso departamento de Playa del Carmen, Quintana Roo, hace apenas unos meses.
“Chepina” Vázquez Mota
En los círculos políticos mexiquenses se ve con mucho respeto la figura de la ex candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota, quien para muchos es la figura política que le podría arrebatar al PRI la gubernatura del Edomex en 2017. Sin embargo, como siempre ocurre, los panuchos no se ponen de acuerdo y se mueven por intereses ($) de grupo o personales.
Aquí, tiene usted un botón de muestra de lo que digo: Tras ganar la gubernatura mexiquense el priísta Arturo Montiel Rojas, se encontró que el Congreso del estado lo dominaba por completo el PAN, con veinte diputados locales por voto directo. Era el preludio de lo que ocurriría un año después con la victoria presidencial del mandilón de Vicente Fox Quesada.
Pero como en el Estado de México el PRI cuando pierde arrebata, de inmediato se instruyó nada menos que al chancletas Isidro Pastor Medrano, líder de la modesta fracción del tricolor en el Congreso, para que chayoteara a los panuchos, cosa que por cierto no le costó mucho trabajo, pues 18 de los 20 legisladores azules se vendieron; sí así, como lo oye usted. Los testigos del arreglito señalan que a cada diputado local panista que se declaró independiente en ese momento, le recargaron su cuenta del banco nada menos que con 25 kilos de billetes y estamos hablando de hace casi 20 años atrás.
Es por ello que doña Chepina no le quiere entrar a la piñata y pide que le den garantías de que los azules no la venderán como hizo Judas con nuestro Señor Jesucristo hace ya un titipuchal de años. A la Vázquez Mota ya le contaron como los de su partido en el Estado de México han vendido alcaldías, diputaciones locales, la misma gubernatura y hasta el puesto más raquítico de síndico procurador. Puras finísimas personas, diría mi querido “Chavachava”.
Así es que sentaditos y sin chistar nada están los priístas mexiquenses, encabezados por su líder local, Carlos Iriarte, quien a últimas fechas se autopostula como candidato a la gubernatura tricolor para el 2017. Iriarte tiene al PRI mexiquense en las peores condiciones, pues en el pasado proceso electoral el PAN y el PRD avanzaron nuevamente para recuperar sus corredores en el poniente y oriente, respectivamente, que es donde se encuentra el 70 por ciento de los votos en la entidad, que vio nacer al profesor Carlos Hank González y al mismísimo Isidro Fabela.
José Manzur, Alfredo del Mazo o Ana Lilia Herrera Anzaldo
Y bueno, todo mundo se pregunta que para cuando el PRI dará color en cuanto a su candidato al gobierno del Estado de México para suceder en el cargo al doctor Eruviel Ávila Villegas. Mire usted, en el tricolor no llevan ninguna prisa y ya puede usted contar de que el partido en el poder sacará a su gallo hasta que se defina qué ocurrirá con la alianza PAN-PRD, cuyo futuro sólo puede definir el mismo Chupacabras, Carlos Salinas de Gortari, quien mediante un Plan B pretende que si el PRI no retiene la presidencia del país en el 2018, entonces Margarita Zavala, esposa del chupitos Felipe Calderón Hinojosa, sería la llamada emergente a la caja de bateo, todo, con tal de que el Mesías López Obrador, no llegue en su último intento a la Presidencia de México.
Así, que para definir o verle color al 2018, el PRI primero tiene que resolver la gubernatura del Estado de México como Dios le dé a entender. Por lo pronto, siguen encabezando la lista de aspirantes para suceder a Eruviel Ávila Villegas: José Manzur, actual secretario de Gobierno de la entidad; Alfredo del Mazo Maza, diputado federal, y la titular de Educación estatal, Ana Lilia Herrera Anzaldo, para muchos la carta fuerte del tricolor. Sea feliz.
