• Este poblado depende del flujo de mexicano a Belice

Las poblaciones fronterizas de Subteniente López y Santa Elena registraron un desplome de sus ventas y sus propietarios lo atribuyen a un acoso fiscal de ambas administraciones: Belice y México.

Chetumal.- En la Zona Libre, tiendas semivacías sin servicios de calidad y ausencia de turismo nacional, marca su declive y con ello la caída de la economía de Subteniente López y Santa Elena, poblaciones que dependen económicamente del flujo de mexicanos hacía la zona comercial.

La disparidad monetaria entre el peso y el dólar americano (moneda bajo la cual se hacen las operaciones comerciales) han propiciado la baja drástica de las ventas, aunado a la persecución fiscal  al  turista o comerciante mexicano proveniente del interior del país y que quiere llevar mercancía más barata, de lo que habitualmente  se encuentra en México.

En un breve recorrido realizado por DIARIOIMAGEN por diversos comercios de la Zona Libre, en la frontera sureste México-Belice, los dueños (en su mayoría  árabes, chinos, filipinos y algunos mexicanos) precisan que las decisiones en la economía  de México han perjudicado a ambos países, principalmente  a los más de 2 mil trabajadores que ahí laboran, que en su mayoría dependen de la comisión que reciban por las ventas.

En el poblado de Santa Elena  y Subteniente López las loncherías, puestos de comida, baños, regaderas, estacionamientos, cuartos de hospedaje y bodegas, han tenido que cerrar sus puertas.

Incluso los mototaxis han bajado la frecuencia de sus recorridos, que mientras en 2015 cada uno alcanzaba a dar hasta 22 viajes diarios, actualmente  sólo pueden hacer 8 o 9 viajes al día.

Como se puede observar sólo dos autobuses  de gente provenientes  de Tabasco y Campeche habían llegado al poblado fronterizo de Santa Elena, cuando ya había pasado más del medio día, mientras que en los fines de semana en 2016 y 2015 llegaban más de 15 autobuses diarios y la derrama economía la sentían los habitantes, que además en sus pequeños negocios generaban fuentes de empleos informales y todos ganaban.

Sin querer decir sus nombres, estos pequeños comerciantes informales acusaron a las autoridades de Hacienda Federal que en contubernio  con el municipio capitalino que encabeza Luis Torres, empezó  una persecución para que estos negocios informales pagaran impuestos y principalmente la policía fiscal y migratoria empezaron a detener y revisar con «lupa» a todo aquel visitante que entrara a la Zona Libre y pretendiera subir a los autobuses  mercancías de procedencia extranjera mayor a su equivalente en $1, 500.00 pesos por persona.

Estos problemas han ocasionado la notable  baja de sus ventas en la zona libre y en los servicios que se prestan en Santa Elena, ya que anteriormente se veía el ir y venir de turistas comprando gran variedad de artículos y hoy en día sólo unos cuantos mexicanos – de Chetumal propiamente- acuden a comprar mercancías extranjeras a bajo precio.

Lo que si no se puede negar es que ya no es esa zona libre tan concurrida y visitada como antes, donde se veía a los chetumaleños abastecerse de diversos artículos y de gasolina barata.