- Objetivo del Festival de los Océanos
- Un reto hacer viable la vida en el planeta hacia el año 2050
Para llegar al 2050, las nuevas generaciones tienen que sumar esfuerzos de educación ambiental y divulgación de la ciencia.
Cancún.- Más de 2 mil técnicos participaron en 10 actividades, que formaron parte del Festival de los Océanos del Caribe en temas referentes a la preservación y cuidado de los ecosistemas marinos, que logró quedarse en la agenda cultural de Quintana Roo, de ONG´s, ambientalistas y científicos a nivel internacional.
Miguel Ángel Canseco González, gerente de Responsabilidad Social y Comunicación Corporativa de la empresa Delphinus, informó, que en este 2018 el Festival de los Océanos, logró que 180 kilos de pez león se consumieran en los eventos gastronómicos, más de 100 dibujos concursantes y una exposición de los mismos en el Aeropuerto Internacional de Cancún.
Habló de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad para hacer viable la vida en el planeta hacia el año 2050, que es revertir el cambio climático, la contaminación por plásticos, la sobrepesca y la invasión de especies exóticas.
Recordó que el festival en su sexta edición fue una acción de carbono neutral apoyando al proyecto “Scolel´te: Reforestación en la selva de Chiapas”, a través de la compra de bonos de carbono.
La huella de carbono del Festival se calculó en 15 toneladas de CO2 equivalente (tCO2e), provenientes de las actividades realizadas en este mes.
Al responder a una causa superior, la de la viabilidad de la vida en el planeta y de la industria turística de la que Quintana Roo depende, el festival programó diversas actividades a lo largo de cuatro semanas en este mes de junio.
Se levantaron 220 kilos de basura en playa Punta Brava, Puerto Morelos con 110 voluntarios; más de 600 personas asistieron a 4 conferencias magistrales y actividades culturales como el concierto inaugural con Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca; se creó un espacio para sensibilidad femenina y su relación con los océanos, y la participación del artista ecológico Alan Vázquez.
