López Obrador le tiene que cumplir a México!!!

La Ley de Herodes

José Luis Montañez

 

El presidente Enrique Peña Nieto y el candidato presidencial ganador, Andrés Manuel López Obrador.

 

Andrés Manuel López Obrador, próximo Presidente de México, para el periodo 2018-2024, por decisión del 53 por ciento de los mexicanos que fuimos a votar el primero de julio pasado, tiene que tener en cuenta que 47 por ciento de los sufragantes no votaron por él. Así es, convencer con un buen gobierno a los que no lo eligieron como primer mandatario y cumplirle a los más de 25 millones que sí lo hicieron confiando, en que ahora sí, no habrá más de lo mismo.

No más gasolinazos, no más devaluación de nuestra moneda, no más inseguridad y crimen organizado, que ha hecho que nuestro país sea visto desde el extranjero como un pueblo de cavernícolas, de gente sin escrúpulos, dispuesta a lo que sea, con tal de conseguir dinero fácil, y por supuesto, poder. En una palabra: no más corrupción.

Sí, en cambio, funcionarios probos, desde el primer día de su gobierno y hasta el último, desempeño honesto e impecable, desde el Presidente de la República hasta el último de sus colaboradores, pues el tres veces candidato presidencial, y nadie más, será responsable de lo que haga o deje de hacer su equipo de trabajo.

Si las mujeres y los hombres que seleccione López Obrador para su gabinete cometen actos de corrupción, el tabasqueño tiene la obligación de correrlos y aplicarles la ley, pues a final de cuentas, el 53 por ciento que votó por él para próximo Presidente de México, lo hizo porque en sus discursos de campaña el tabasqueño les ofreció un buen gobierno, sin tanto lastre, como ha ocurrido en incontables sexenios.

La confianza que el pueblo le ha entregado hoy a Andrés Manuel -me canso ganso-, se puede ir al bote de la basura, como ocurrió con Enrique Peña Nieto, que de ser gobernador del Estado de México, con un desempeño más o menos aceptable, pasó a ser un pésimo Presidente del país y todo por permitir que un pequeño grupo, entre ellos su adorada mujercita, Angélica Rivera, lo encapsulara y lo obligara a gobernar en contra de los intereses del pueblo.

EL CAMBIO ESPERADO

Ya hemos hablado en este espacio de cómo algunos de los últimos mandatarios del país han llegado con suficiente apoyo ciudadano y, más, para transformar nuestra nación y darle el sitio que le corresponde, por su potencial en cuanto a recursos naturales y porque a nivel mundial se sabe de lo que somos capaces los mexicanos y su brillante ingenio.

En tres campañas electorales, el virtual nuevo Presidente de México se enfrentó a los grupos de poder que le impedían llegar a la Primera Magistratura del país.

Se le había dado la oportunidad al Partido Acción Nacional de demostrar que podía con el cambio que demandaba desde hace décadas un pueblo harto de tanta corrupción y cinismo.

Nos dio dos presidentes -Vicente Fox y Felipe Calderón-, el primero, un viejo impotente y mandilón; Calderón Hinojosa, un hombre aficionado al alcohol y a la toma de malas decisiones, como esa de la guerra al narcotráfico, que le costó al país, en su sexenio, la muerte de no menos de 200 mil seres humanos, muchos de ellos, sí, hombres y mujeres que equivocaron el camino en la vida, pero también miles y miles de inocentes, entre ellos niños y adolescentes.

Y LLEGÓ PEÑA NIETO

La verdad, es que el experimento panista no dejó satisfecho al pueblo de México y, bueno, apareció por ahí un habilidoso joven mexiquense, de nombre Enrique Peña Nieto, quien ni tardo ni perezoso aprovechó la oportunidad y se trepó en la cresta de la ola del clamor por un cambio democrático. Fue asombroso ver cómo este joven atlacomulca, carismático y risueño, se ganó la aceptación de millones.

Su carrera política parecía el mejor guión de telenovela, y hasta se casó, por recomendación de sus asesores de imagen, con una de las artistas del Canal de las Estrellas de Televisa.

La boda de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, madre de cuatro hijos, fue como cuento de hadas. Las revistas Hola!, Quién, TvNotas, TvyNovelas y todas las primeras planas de los diarios cedieron sus mejores espacios a la llamada boda real mexicana.

Peña Nieto no tuvo problema para obtener el triunfo en las urnas, pues su partido, el PRI, operó a toda su capacidad en la compra de votos.

LA CASA BLANCA

El primer gran escándalo de corrupción en el sexenio de Peña Nieto, fue nada menos que la supermansión que su señora se mandó edificar en las Lomas de Chapultepec.

En su defensa, la primera dama dijo que el dinero para la finca era su liquidación de Televisa, empresa donde se hizo famosa como protagonista de telenovelas. Quién olvida a la maestra “Jimena”, pues.

Y vinieron los gasolinazos, la devaluación de nuestra moneda, aumento de la inseguridad, miles y miles de muertos a lo largo y ancho del territorio nacional, mientras Peña Nieto y su grupito disfrutaban de las mieles del poder.

López Obrador, próximo Presidente de México, ya dijo que él no va a perseguir a nadie, pero la Fiscalía General de la Nación, se supone que habrá de actuar con mano firme en contra de quienes lastimaron tanto al pueblo y sus intereses. Hoy, Peña Nieto ha perdido el control del país y por su mente pasa contratar ahora a los mejores abogados del mundo, pues no vaya a ser que de pronto aparezcan más de tres que lo quieran ver tras las rejas y se avienten el tiro de denunciarlo penalmente.

montanezaguilar@gmail.com

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