Derecho de réplica
Yolanda Montalvo
Al inicio de la semana el periódico “Reforma” difundió información en imágenes y videos de una fiesta “familiar”, que se realizó el 5 de octubre de 2014 en una tabiquería denominada ABC (Arenas y Bloques del Caribe) S.A. de C.V., en Cancún, donde los mandos policiales de Benito Juárez practicaron tiro con amigos y familiares.
El periódico nacional relató que en el festejo abundaron las cervezas, botanas y las balas, disparadas a diestra y siniestra, incluso por menores de edad, de lo cual se responsabilizó de manera directa al secretario de Seguridad Pública de Benito Juárez, Arturo Olivares Mendiola y al supuesto organizador del convite, el general brigadier retirado, Rafael Isaac Pacheco, director de la Academia de Policía.
La noticia corrió como pólvora en el estado, incluso dos partidos políticos, PAN y PRD, pidieron la cabeza de Olivares Mendiola; ya sabe usted, los organismos políticos siempre tan participativos.
Esta “ventaneada”, que tal vez no sea la única que se haga sobre la corporación preventiva de Benito Juárez, ya se había anunciado.
En los pasillos de la Secretaría de Seguridad se escucharon los gritos de Roque Tercero Salvatierra Vasconcelos, quien al ser destituido como policía municipal, amenazó con entregar esos videos a Julián Ricalde Magaña, ex presidente municipal, para que fueran exhibidos.
Al inicio de la actual administración, Roque Tercero Salvatierra Vasconcelos fue nombrado subdirector en la dependencia, cargo que dejó para incorporarse como segundo al mando en la Academia de Policía, donde forjó fama de “Don Juan”, lo que causó conflictos internos, por lo que el director del plantel, Rafael Isaac Pacheco, decidió prescindir de su trabajo.
Su carrera se vino a menos, después de lograr llegar a la subsecretaría gracias a su cercanía con personajes como la diputada Susana Hurtado y José Luis Toledo, a quienes no logró convencer, por lo que decidieron poner distancia entre ellos y el policía. Despechado, buscó cobijo entre las filas de sus antiguos amigos perredistas.
Al ser movido de la academia y reasignado para realizar una custodia, como cualquier policía, Salvatierra Vasconcelos interpuso un amparo para ser reinstalado en su puesto en la academia, por lo que fue destituido de la corporación.
El “guapo” Roque, de quien corre el runrún entre los policías, de poseer un “harem” entre las mujeres que laboran en la academia, no se fue tranquilo, dicen los que estuvieron presentes, que gritó, pataleó, pero al final, con lágrimas en los ojos y a grito tendido, amenazó con publicar información comprometedora como el video que difundido “Reforma”.
En la fiesta de balazos él estaba presente, por lo que tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata.
No les extrañe que aparezcan más evidencias incriminatorias, ya que esto aún no termina.
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