- Colonias irregulares, zonas donde se concentra este delito, señala la CFE
Emilio Carrasco Hernández
El contrato comprende tres obras de aseguramiento de la medición, que implica el suministro e instalación de 93 mil 241 medidores tipo AMI (Advanced Meetering Infrastructure), con cualquier tipo de comunicación.
Cancún.- El robo de electricidad detectado por la CFE en los estados que conforman la península suma anualmente mil millones de pesos y afecta a los medidores porque la paraestatal debe repararlos.
En los tres estados de la península de Yucatán se tienen un millón 600 mil clientes y facturan ingresos por 13 mil millones de pesos en consumo eléctrico.
El principal problema en la pérdida de ingresos es el robo de la energía con la utilización de “diablitos”
De acuerdo con el Código Penal Federal, en el artículo 368, fracción II, establece que cuando un usuario se apodera del “fluido eléctrico”, es decir, cuando no tiene un contrato de suministro, ni un medidor de luz, recibe sanciones de tres a 10 años de prisión y hasta mil días de multa, es decir, arriba de 66 mil 450 pesos.
El primer lugar en robo de luz eléctrica es Mérida, Yucatán, en segundo lugar la ciudad de Cancún y en tercer sitio Campeche.
En Quintana Roo hay 282 mil clientes de la paraestatal y al menos 10% sustrae consumo eléctrico a través de conexiones con “diablitos”, además las zonas irregulares reportan mayor utilización de esta técnica.
Una población mayor a 20 mil ciudadanos del estado, sobre todo en zonas irregulares como en la salida a Mérida, la zona intercontinental de Isla Mujeres, y Rancho Viejo, roba energía eléctrica, reconoció el súperintendente de la CFE en la zona norte, Gerardo Castañeda Adame.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) adjudicó a la empresa Sistindacema TMX el desarrollo del proyecto 339 SLT 2021 Reducción de Pérdidas de Energía en Distribución (Cuarta Fase), que se localizará en los estados de Campeche y Quintana Roo.
La empresa indicó que esta obra tiene como objetivo disminuir pérdidas técnicas y no técnicas asociadas a la falta de medición en el consumo de energía eléctrica, así como a la falta de mantenimiento y modernización de las redes de distribución.
