• Sin turismo y con inseguridad, desempleo, crisis y suicidios

José Luis Montañez Aguilar

Felipe Calderón debe gobernar para todos.

Que el gobierno federal nos dé su ayuda por encima de colores de partidos. El presidente Felipe Calderón tiene el deber de velar por el bienestar de todos los mexicanos y también de todos los quintanarroenses, porque nuestra situación ya es desesperante: cada día más inseguridad, desempleo y hasta los suicidios se nos han duplicado, por culpa de la crisis que no tiene fin aquí.

Es la voz de comerciantes, empresarios, obreros, amas de casa, hoteleros, prestadores de servicios en todas las ramas del turismo, taxistas, empleados y subempleados, agencias de turismo y en general hombres y mujeres de Quintana Roo. Con cuatro décadas de vida Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Chetumal y todos los puntos turísticos de este maravilloso estado, están viviendo un calvario que se hace insufrible por la falta de apoyo del gobierno federal.

Hace falta que libere las partidas presupuestales lo más pronto posible y que además aporte recursos adicionales para la promoción del destino turístico número uno del país, golpeado duramente en el mundo, a consecuencia de los miles y miles de muertos que ha regado a lo largo y ancho del país la guerra que Calderón mantiene contra el narco. Cifras: de los cien mil cuartos de hotel que tiene actualmente Cancún y la Riviera Maya no se ocupa ni el cincuenta por ciento.

Hay hoteles de cinco estrellas y gran turismo que rentan cinco cuartos a la semana y no pueden sacar ni sus costos. Ya se perdieron 20 mil de las 100 mil plazas de empleo del sector turismo y se amenaza con enviar a la calle a otros 20 mil. Aquí todo se suma, pero en contra del quintanarroense que trabaja y lucha por salir adelante, pues después de Gilberto y Wilma les ha pegado más duro la influenza y la inseguridad.

Esta última hizo que se cancelaran este año quinientos cruceros que se fueron con todo y sus paseantes y dólares a Cuba, Dominicana y Haití.