• Terremoto del 19 de septiembre de 2017
• Los sismos del año pasado dejaron daños irreparables; tan sólo en la CDMX
• 229 personas perdieron la vida, más otros 143 en el resto de estados afectados

A las 13:14 horas de ese martes 19 de septiembre, el Valle de México se vio sorprendido por el movimiento telúrico, que tuvo una magnitud de 7.1 grados.

Este 19 de septiembre se cumple un año de uno de los sismos más fuertes que se han registrado en el país, dejando daños en la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Estado de México, Guerrero y Oaxaca.

El movimiento telúrico ocasionó daños irreparables, tan sólo en la Ciudad de México, 229 personas perdieron la vida, más 143 en el resto de estados afectados.

A las 13:14 horas de ese martes 19 de septiembre, el Valle de México se vio sorprendido por el fenómeno natural que tuvo una magnitud de 7.1 grados.

El epicentro, 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla, removió el miedo por aquel terremoto que 32 años atrás -el 19 de septiembre de 1985- había azotado a la capital.

Debido a que el epicentro fue a 125 kilómetros de la ciudad, no hubo suficiente tiempo de maniobra entre el sismo y la alerta, ya que la alarma está diseñada para temblores en la costa del Pacífico, específicamente, Guerrero.

En la capital del país dejó 229 muertos, alrededor de 40 edificios colapsados y unos 11 mil 500 inmuebles con daños de leves a graves.

La zona centro y centro-sur fueron las más afectadas. Las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Tlalpan, Tláhuac e Iztapalapa sufrieron los mayores estragos, aunque también se registraron colapsos al norte, oriente y poniente.

El entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, informó que 38 inmuebles colapsaron tras el sismo, entre ellos Álvaro Obregón 286 en la colonia Roma, predio donde se hallaba un edificio de oficinas que las autoridades contemplaron para erigir un memorial por las víctimas, los damnificados se opusieron.

Los daños que dejó el movimiento telúrico no terminaron con las labores de rescate. A un año, miles de damnificados padecen la burocracia de la reconstrucción, viviendo en casas temporales o con algún familiar, que tras perderlo todo, les ofreció su hogar.

De la desgracia surgieron movimientos como el de Damnificados Unidos, vecinos afectados por el sismo, quienes lograron la reconstrucción a fondo perdido del edificio 1C del Multifamiliar Tlalpan, donde fallecieron nueve personas.