Derecho de réplica
- Aseguró que atraería cientos de millones de dólares en inversión privada
Fonatur debe devolver (con intereses) el dinero que le fue pagado por los predios.
El Malecón Tajamar, es sin duda, un enorme monumento a la manipulación económica y política, de egoísmo moral, al protagonismo, al “show” mediático, al chantaje e impunidad, que, con la bandera del medio ambiente se esculpió, sin importar la afectación en los proyectos que ahí se planearon desde diez años antes, tampoco importó coartar el libre tránsito vehicular de los cancunenses, que, si bien pueden caminar más de un kilómetro desde el acceso por la avenida Bonampak, no todos pueden hacerlo a pie.
Fue hace tres años y un mes, en enero del 2016, cuando la historia de Tajamar inició, eso, pese a que fue varios años atrás cuando Fonatur, planeó e impactó el medio ambiente del lugar, con la urbanización necesaria para las calles y la construcción del propio malecón.
El proyecto, que Fonatur aseguró que atraería cientos de millones de dólares en inversión privada, consistió que en una superficie de 78 hectáreas desarrollarían viviendas, oficinas y áreas comerciales, así como una iglesia católica, además de una rambla turística de 617 metros de longitud.
En el plan también se incluyó, construir una rampa pública para desahogar el tránsito marítimo y agilizar procesos de evacuación en caso de alguna contingencia provocada por fenómenos hidrometeorológicos.
Enterrado, el proyecto Tajamar
Los empresarios que gastaron su patrimonio al apostarle al proyecto del Malecón Tajamar, aseguran que son víctimas de un fraude, pues Fonatur vendió terrenos con la promesa de obtener las autorizaciones para que los inversionistas pudiesen construir sus proyectos, lo cual ya les fue denegado.
La semana pasada, el Tercer Tribunal del Poder Judicial en Quintana Roo anuló los permisos sobre Tajamar de manera irrevocable, por lo que el proyecto inmobiliario no tiene posibilidad de ser reactivado.
Los ambientalistas esperan se apruebe el plan de reforestación, cuyo resolutivo aún está pendiente por parte de un Tribunal Colegiado.
Ante la imposibilidad de desarrollar el Malecón Tajamar, derivado de la sentencia definitiva del Tercer Tribunal del Poder Judicial del Estado, que lo que impide, propietarios de terrenos adquiridos ahí exigen a Fonatur poner fecha para la devolución de su inversión, lo que incluye el reintegro del dinero pagado por concepto de predial al gobierno municipal.
Todos pierden
El juego que se realizó en el caso Tajamar fue un “todos pierden”, pues en esta zona se invirtieron 518.6 millones de pesos, sólo para crear un lugar atractivo para la iniciativa privada nacional y extranjera, y para el arribo de turistas; con ese capital se construyó la rambla y se urbanizó la zona
Al contar con un malecón que da a la Laguna Nichupté, el proyecto era prometedor y decenas o cientos de empresarios colocaron ahí sus capitales y ahora exigen que éstos sean devueltos, luego de la resolución del tribunal.
Por un lado, Fonatur debe devolver (con intereses) el dinero que le fue pagado por los predios, por lo que el gobierno federal enfrentará la pérdida de cientos de millones, que ya tiene prometidos para proyectos como el Tren Maya
También, al ayuntamiento de Benito Juárez se le exigirá por medio de demandas, reintegrar a los propietarios los 35.5 millones de pesos que pagaron por concepto de predial de 2012 a 2018 ante la imposibilidad de desarrollar el Malecón Tajamar.
Se estima que, la suma de las pérdidas por el alboroto de grupos “ambientalistas” que impidieron construir en una zona impactada años atrás, va de los 3 mil a los 4 mil millones de pesos, contabilizando el costo de 32 de los 42 lotes vendidos a particulares por el Fonatur en las 74.8 hectáreas, venta que le representó ganancias por casi 2 mil millones de pesos.
A eso, hay que sumar el proyecto de Desarrollo Ynfinity, que se encuentra en la zona y fue cancelado, consistente en una torre de 20 pisos, con 81 departamentos de lujo, una plaza comercial con 23 lotes y un hotel de 228 cuartos. La clausura fue por órdenes de Profepa, quedando un enorme edificio en obra negra, otro monumento a la ignominia.
El costo del dinero
Sin embargo, la mayor pérdida es invaluable, pues los negocios y comercios que se realizarían en la zona, generarían empleos, inversión y flujo de dinero constante.
El factor ecológico es, sin lugar a dudas, preponderante ante cualquier otro interés económico; sin embargo, la urbanización del área, cuando se trazaron hermosas calles y una rambla que ahora es el malecón, se realizó hace años atrás y fue ahí donde el impacto ambiental se realizó, pero en ese entonces, ningún “ambientalista” dijo ni pío.
Mara Lezama no pasará a Tajamar: Katerine Ender Córdova
Desde que la presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama, confirmó que la apertura de Malecón Tajamar, primero, se dijo que, para el 19 de febrero, todos los autos, después de tres años, podrán circular por las vías de urbanización de la zona, hasta llegar a la rambla, desde donde los cancunenses y visitantes disfrutan de incomparables puestas de sol, empero, la fecha fue aplazada hasta el 23 de febrero.
Empero, la presidenta de la organización Guardianes del Manglar Cancún, Katerine Ender Córdova, advirtió a Mara Lezama Espinosa, alcaldesa de Benito Juárez, se abstenga de acudir el próximo 23 del presente al Malecón Tajamar “porque la vamos a correr”.
Ender Córdova interpondrá denuncias ante la Fiscalía General del República, la Contraloría Municipal y la Función Pública, federal y estatal, contra Lezama Espinosa y la regidora Anahí González.
Para asegurar que nadie le dé madruguete, Ender Córdova y otras prófugas del zumba instalaron un campamento en el área conocida como Rambla, frente a Telcel de la Plaza Malecón Américas. ¿Y si mejor se ponen a barrer?
Amenaza con bronca
Ender Córdova aseguró que, si las autoridades se presentan el 23 de febrero en el malecón, habrá un enfrentamiento físico, pues, así como su grupo sacó a empujones a Remberto Estrada, durante su campaña a la diputación federal en 2015, cuando se presentó en plan protagónico, a Mara Lezma le pasará lo mismo. ¡Asústame panteón!
