• Autoridades federales endurecen medidas
• Reducen de diez a tres días el plazo máximo que centroamericanos pueden estar en albergues en la capital, por lo que han comenzado a desalojarlos

 

Una nueva caravana migrante ingresó este domingo a México por la frontera sur, pero a pocos kilómetros de avanzar en territorio nacional fue detenida y sus 200 integrantes llevados a instalaciones del INM.

Por laa mañana, los indocumentados cruzaron el río Suchiate, que divide al país con Guatemala, y se enfilaron a pie hacia Tapachula.

Apenas habían avanzado unos 10 kilómetros cuando un operativo del Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal los interceptó en el municipio de Frontera Hidalgo.

Los agentes subieron a los extranjeros a cuatro autobuses y seis unidades tipo Urvan para trasladarlos a la Estación Migratoria Siglo 21.

Fuentes de seguridad afirmaron que los migrantes no se resistieron a la detención por la promesa de que las autoridades les facilitarían los trámites de regularización o asilo, según lo que requieran.

A mediados de enero pasado una nueva oleada de centroamericanos llegó al país, por lo que el gobierno federal implementó un programa emergente que facilitó la entrega de más de 12 mil tarjetas por razones humanitarias.

La medida fue cerrada a finales del mismo mes, pero grupos de migrantes siguen llegando a la frontera sur e ingresando a territorio mexicano.

Denuncian desalojo en albergue migrante

Migrantes y activistas de derechos humanos acusaron que los encargados del albergue temporal instalado en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca redujeron de diez a tres días el plazo máximo que centroamericanos pueden pasar ahí, por lo que han comenzado a desalojarlos.

«Ayer sacaron a varias familias diciendo que incumplieron el número de días máximo que pueden estar en el albergue, a pesar de que al inició habían informado que eran diez días y así está escrito en las lonas colgadas en el lugar», dijo la activista y antropóloga Margarita Núñez.

Añadió que personal del gobierno de la ciudad que coordina el albergue instalado en el estadio Jesús Martínez “Palillo” identificó por los brazaletes que portan los migrantes a quienes llevaban más de tres días y los sacaron. «Simplemente les dijeron que ya no podían darles más albergue ni comida. Como no tienen a dónde ir y están esperando los trámites de sus visas humanitarias, se tuvieron que dormir afuera, pero llegó la policía a detenerlos y correrlos».

La misma versión contó un hondureño, quien dijo haber salido de San Pedro Sula, Honduras, hace 20 días.

Permanecen 420 migrantes en el  “Palillo” de la Magdalena Mixhuca

El gobierno de la Ciudad de México informó que hasta el domingo se mantienen 420 migrantes centroamericanos en el albergue temporal ubicado en el estadio Jesús Martínez “Palillo”, de la Magdalena Mixhuca, alcaldía de Iztacalco.

Ello, luego de que el sábado, personal de la Comisión de Derechos Humanos capitalina acompañó a mil 100 personas migrantes que dejaron el albergue con destino a Tijuana, Baja California y Monterrey, Nuevo León y quienes se trasladaron en diferentes convoyes del Metro, a las terminales de autobuses.

De las mil 520 personas migrantes que había originalmente en el albergue, 886 eran hombres, 319 mujeres, 94 adolescentes, 79 niñas y niños, 20 personas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT+), así como 10 personas con alguna discapacidad.

Autoridades capitalinas indicaron que en el lugar se mantiene la coordinación de las distintas dependencias del gobierno local y federal, así como Comisión de Derechos Humanos capitalina, en apoyo a los migrantes provenientes en su mayoría de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

El albergue temporal se acondicionó para recibir de forma simultánea a cinco mil personas migrantes, por lo que se cuenta con tres carpas como dormitorios, dos tráileres, cocina y uno frigorífico.

Además, con un comedor coordinado por la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), en donde se brinda una alimentación balanceada tres veces al día.

Acusan agresiones contra migrantes en CDMX

La organización de derechos humanos Pueblos Sin Fronteras y activistas que auxilian a la caravana migrante denunciaron el pasado 15 de febrero golpes, detenciones arbitrarias y hostigamiento por parte de Migración, la Secretaría de Gobernación y de la Policía de la Ciudad de México.

En un video grabado ese día afuera del alberge instalado en Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca se observa que cuatro policías, entre ellos uno de vialidad, intentan detener sin orden de aprehensión a un hombre que estaba platicando con las defensoras de derechos humanos Andrea González y Andrea Margarita Núñez Chaim, pero al final sólo lo golpean.

«Está violando el orden», dice un oficial, a pesar de que en el video se ve nada más que platican.

«Afuera del albergue están corriendo a la gente que está esperando a sus familias y amigos que todavía no tienen visa humanitaria. Llegó la policía a levantarlos y decirles que si no se iban les mandarían a Migración y antimotines. A quienes empezaron a documentar les quitaron las pulseras para ingresar y hay varios golpeados», dijo Margarita Núñez, colaboradora de la Red Jesuita para los Refugiados.

Núñez informó que la policía de la CDMX detuvo a los migrantes Joel Bernabel Rivera, de El Salvador, y a Olvin Inocente Interiano Mejía, de Honduras, aunque los dos tenían visa humanitaria otorgada por el gobierno mexicano.

Irineo Mújica, uno de los líderes de Pueblos Sin Fronteras, acusó que esta actitud de la policía es muy constante y que inclusive a él lo han comenzado a vigilar las 24 horas del día y le toman fotos.

«Han estado reprimiendo incluso a todas las personas que han estado vinculadas con el auxilio a los migrantes, a los indomentados los están deteniendo sin ninguna orden y los están deportando», Mujica señaló a la Secretaría de Gobernación y al titular del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén.

«Nos han estado hostigando, pero ahora sí se les pasó la mano al golpear incluso a defensores de derechos humanos, es una represión muy fuerte de Migración», expresó vía telefónica.

Mújica afirmó que esta situación comenzó desde que asumió el nuevo Gobierno federal.

«Dicen que hay un cambio, pero son mas represores que el PRI y el PAN», sostuvo.

Dice el gobierno capitalino que hubo alteración del orden

El Gobierno de la Ciudad de México afirmó que las detenciones y los golpes contra migrantes y defensores de derechos humanos se deben a que incumplieron «las reglas de convivencia pacífica, protección civil, seguridad y no consumo de drogas y alcohol».

«El Gobierno de la Ciudad de México ha brindado alojamiento, atención médica y alimentación a más de seis mil 700 personas en el albergue temporal sin ningún incidente, hasta ayer cuando se le retiró el apoyo a un grupo de 20 extranjeros que rechazaron cumplir con las reglas de convivencia pacífica, protección civil, seguridad y no consumo de drogas y alcohol», indicó.

Sin embargo, en su comunicado, donde cita declaraciones del subsecretario de Gobierno, Arturo Medina, no hizo referencia a las agresiones que recibieron hoy centroamericanos y activistas.

El documento asegura que se registraron quejas de los vecinos por violaciones a la Ley de Cultura Cívica y conductas inapropiadas, y acusa que los migrantes a quienes se les retiró el apoyo estaban acompañados por diez personas mexicanas.

Un migrante hondureño que estuvo esta mañana en el lugar de la agresión, en cambio, rechazó que estuvieran consumiendo alcohol o drogas o alterando el orden en la vía pública.

«La gente estaba afuera esperando a sus amigos y familiares que estaban adentro del albergue, preparándose para salir mañana en la caravana, cuando llegó la Policía y dijo que tenían órdenes de echarnos del lugar. Nosotros dijimos que teníamos visas humanitarias, pero los policías dijeron que aquí no teníamos derecho de nada, que ellos podían quitarnos las visas porque no estábamos en nuestro país», dijo.

Los migrantes que huyen en caravana hacia Estados Unidos descansan por ahora en el albergue ubicado en la Ciudad Deportiva de Magdalena Mixhuca en CDMX, la única ciudad del País que es denominada como «santuario» de migrantes.

El hondureño que salió de su país hace 20 días denunció que los policías también les arrancaron los brazaletes que les daban acceso al albergue.

Irineo Mujica, líder de la organización internacional Pueblo Sin Fronteras, negó la acusación del gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum.

«Estas acusaciones son parte de la táctica del Gobierno, acusar que los migrantes son drogadictos para crear la xenofobia y criminalizarlos, es una estrategia del Gobierno.

«La nueva política de migración que operaba en el Gobierno de Peña Nieto es legitimada por el nuevo Gobierno para usar el desprecio en contra de los defensores y migrantes», sostuvo.