• Ante la austeridad ordenada por AMLO
• Funcionarios denuncian presiones para hacerlos renunciar

Las renuncias en la nueva administración federal en los primeros seis meses de gobierno suman ya 21 mil 727, en 263 dependencias.

Pese a que a principios de su gobierno el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que los trabajadores de base, sindicalizados, no deben de ser removidos, para el 4 de enero se registraban 356 empleados con este tipo de contrato que habían sido dados de baja.

Las renuncias en la administración federal en los primeros seis meses de gobierno suman ya 21 mil 727, en 263 dependencias.

Funcionarios denuncian que son amenazados con no volver a trabajar en el gobierno si no firman, así como negociaciones para una liquidación menor o pasar horas encerrados en una oficina hasta que cedan.

El 20 por ciento de estas renuncias se concentran en el SAT, ISSSTE, Segob, SHCP y SCT.

La mayoría de las renuncias fueron solicitadas por las áreas de Recursos Humanos, utilizando como pretexto la austeridad impulsada por López Obrador.

Se reporta que la mayoría de estas plazas eran ocupadas por personal de confianza, el cual ocupaba puestos que van desde chofer hasta director general.

Según datos recopilados, a algunos de los funcionarios se les dio como límite el 15 de junio para dejar sus cargos, aunque algunos fueron despedidos antes.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dirigida por Carlos Urzúa, la que reportó mayor número de renuncian con 3,129 bajas, equivalente al 59.2 por ciento de toda la plantilla laboral autorizada: de 5,280 puestos. Esto en un lapso de diciembre de 2018 a mayo de 2019.

Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), reiteró que una de las medidas para lograr un gobierno austero era recortar la nómina del gobierno federal, de la cual servidores de alto rango habían abusado.

“La idea ha sido aplicar una política de austeridad que nos permita liberar fondos suficientes para los programas de bienestar, siempre respetando los derechos de los trabajadores”, manifestó la funcionaria.

El pasado 30 de abril, la administración de AMLO le dio un golpe a los funcionarios contratados en el último año del ex presidente Peña Nieto. Se informó que los trabajadores del gobierno federal contratados a partir de diciembre de 2018 serían despedidos.

Presuntamente, dicha medida fue tomada por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con información publicada por medios nacionales, la Secretaría de Hacienda giró un documento a las dependencias de la Administración Pública Federal en el que se estableció la disposición presidencial para proceder con la baja de los trabajadores contratados después de la fecha mencionada.

El caso de Andrés, un ejemplo

Andrés, un servidor público perteneciente al Servicio Profesional de Carrera, con un puesto técnico y un sueldo de 8 mil pesos quincenales en la Secretaría de Educación Pública (SEP), se negó a entregar la renuncia a sus nuevos jefes. En una serie de llamadas, se escucha a sus superiores amenazarlo desde enero pasado con represalias si no renunciaba a su puesto de trabajo.

“Requiero tu renuncia. Si no me la presentas, voy a solicitar tu plaza directamente a Recursos Humanos y tengo que argumentar una serie de cuestiones que van a quedar marcadas en tu expediente, y te voy a perjudicar”, se escucha en los audios.

Finalmente, Andrés fue despedido, tras varios meses de acoso laboral y sin indemnización, el pasado 3 de junio.