Jesucristo Súper Estrella, una obra maestra

Provocativamente multisensorial

 

  • El productor Alejandro Gou presenta una producción de muy alto nivel en el que participan Beto Cuevas, Leonardo de Lozanne, María José, Kalimba, Yahir, Enrique Guzmán y Erik Rubín
  • La ópera rock ofrecerá 27 funciones más, hasta el 1 de septiembre, en el Centro Cultural Teatro 1
  • El mensaje del musical es: “el poder del amor derrota al amor por el poder”
Arturo Arellano

 

Se estrenó el Centro Cultural Teatro 1 la producción más impactante de “Jesucristo Súper Estrella”, en el mundo.

 

“Jesucristo Súper Estrella” es una ópera rock con música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, que primero surgió como álbum conceptual en 1970 y un año después dio el salto a los escenarios de Broadway. Este 2019 regresa en su versión mexicana a la cartelera teatral y lo hace con bombo y platillos, de la mano de Alejandro Gou; la producción cuenta con un reparto de primer nivel, destacando la presencia de Beto Cuevas como “Jesús”; Yahir como “Pedro”; Kalimba en el papel de “Simón”; Erick Rubín dando vida a “Judas”, una bella María José como “María Magdalena”, el talentoso Leo de Lozanne como “Pilatos” y el maestro Enrique Guzmán como “Herodes”.

La puesta en escena vio su estreno en el Centro Cultural Teatro 1 con un lleno total y una amplia expectativa en lo que se refiere a las fechas restantes en este recinto y la gira en el interior de la República Mexicana. Previo a la tercera llamada se realizó una alfombra roja en la que desfilaron grandes personalidades de la música, el rock y la actuación, entre otras vertientes de las artes. Desfilaron personas como Melissa Galindo, María del Sol, Mariana Echeverría, Carmen Salinas, María Rojo, Cristian de la Fuente, Alejandro Suarez, Fey, M’Balia, Diego de Erice, Margarita Gralia, Fabiola Campomanes, Ninel Conde, Manolo Caro, Carlos Ponce, Kabah, Los Mascabrothers, Magda Rodríguez, Andrea Escalona, Raúl y Armando Araiza, Benny Ibarra, Susana Zabaleta, Enjambre, Matute, Odiseo Bichir, Lizardo y Enrique Burak, entre otros, que disfrutaron de una función llena de emoción, talento y majestuosidad.

El cartel que tiene una gran figura de estrellas, logró cautivar al público. De entrada era sabido que el más observado sería Beto Cuevas, que de entrada tiene trayectoria en los escenarios más importantes del rock y pop latinoamericano, porque estaba marcando su debut en el teatro con este fastuoso montaje. “Me han cobijado muy bien, los expertos son ellos, me han enseñado y quiero hacer el mejor de los papeles. Estar aquí me ha dejado ganas de aprender más y hacer más teatro”, señaló antes de subir al escenario.

La prueba de fuego era sin duda su interpretación de “Getsemaní”, cuando Jesús hace un reclamo a su padre por el calvario al que ha decidido enviarlo. Un tema potente y hecho para gente con un registro vocal bastante amplio, y que Cuevas enfrentó con dignidad y cada nota en su lugar.

Leo de Lozanne y Erick Rubín, quienes en sus respectivas oportunidades lograron estremecer a toda la familia teatral mexicana que se dio cita en el Centro Cultural Teatro 1. Lozanne demostró tener madera para este tipo de espectáculos, transmitiendo cada sentimiento en su papel de “Pilatos”, que se lavó las manos al enviar a la muerte a “Jesús”. Mientras tanto, Rubín con un espectacular “Judas Iscariote”, desde su primer paso en el escenario demostró un imponente talento y una voz aplastante, digna de un personaje lleno de contrastes, que se muestra de entrada como alguien egoísta, pero que más tarde se descubre como un hombre arrepentido, débil y preso de sus propias decisiones. Quizá la escena de su suicidio fue una de las más aplaudidas de la noche, llevando a las lágrimas a muchos de los presentes.

APLAUSOS PARA EL DIRECTOR NICK EVANS Y EL PRODUCTOR ALEJANDRO GOU

María José, por su parte, brillo con una voz limpia y una presencia luminosa sobre un escenario enmarcado básicamente por tintes de oscuridad. Mismo que pisó con elegancia e irreverencia el maestro del rock, Enrique Guzmán, que dio vida a “Herodes”, acompañado de un grupo de hermosas bailarinas que le guiaron en cada paso de su capricho actoral. Kalimba fue otro que dejó claro que no hay límites para un artista cuando asi se lo dispone, pues si bien su participación en solitario es breve, le bastó para dejar a todos con la boca abierta y el corazón en la garganta.

Yahir tardó más en poder demostrar sus capacidades sobre un escenario de teatro musical, pues la participación de “Pedro” está más encaminada hacia el final, no obstante, lo hizo de una manera bastante decorosa, acompañado de “María Magdalena”, mientras se enfrenta al conflicto de haber negado a Jesús. Del ensamble no se podría pedir más, pues el equipo de cerca de 30 jóvenes talentosos ofrecieron un verdadero espectáculo vistiendo y arropando el trabajo de los roles principales. Coreografías, cambios de vestuario, luces, mapping, multimedia, efectos especiales, son apenas algunos de los recursos que hacen de este montaje uno de los más espectaculares y bien producidos de la historia del teatro mexicano.

Después de una ovación de pie de parte del respetable, Alejandro Gou subió al escenario y comentó “Ha sido un año lleno de ir y venir, se dice fácil llegar y ver dos horas de espectáculo, pero detrás de todo esto hay mucho ensayo, mucho trabajo, muchos mails, estoy emocionado y agradecido con el elenco, de que hayan aceptado, que hayan hecho espacio en sus agendas. Gracias por su dedicación y profesionalismo. Gracias al ensamble, músicos, a los técnicos y patrocinadores. Este viaje no habría sido posible sin mis aliados Erik Rubín y Armando Reyes. Este barco necesitaba un buen guía y llegamos a Nick Evans que es galés y que vino a dar lo mejor de sí”.

EL TRABAJO DEL VIDEOMAPPING ES ESPECTACULAR

Nick, por su parte, aseveró “solo unos meses atrás estaba por primera vez en México, sin una idea, ni video, nada de lo que estaba por venir, y apenas hace diez semanas estábamos sin vestuarios, pero trabajamos duro y en ese camino me di cuenta de que este es un país hermoso, el mejor al que pude llegar. Gracias por su maravilloso trabajo. Gracias por creer en mí y darme soporte en este escenario, por estás grandes estrellas, hay mucho talento en esta obra, han puesto todo el corazón y ahora somos una familia”. María José añadió: “Gracias por venir, por estar con nosotros en este suelo cumplido”. Beto Cuevas culminó diciendo “Me he entregado al ciento por ciento a este personaje, creo que hasta hoy nadie me había visto llorar de esta manera. Aunque sea difícil y desgastante, hay cierto goce cuando termina el show y ves al público. Te dices a ti mismo, ‘Increíble, la gente lloró’, lo he hecho bien. El leído mucho para hacer a Jesucristo, vi muchas películas, y lo que puedo decir es que no estoy interpretando a Jesús desde una visión católica, sino desde el hombre que se puede enojar y que no es perfecto”. La puesta en escena continuará con funciones en el Centro Cultural Teatro 1 para luego realizar una gira por el interior de la República Mexicana.

Muchas felicidades al publirrelacionista Benjamín Arroyo por el extraodinario trabajo como Jefe de Prensa en este musical que puso al público de pie.

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