“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Los Legionarios de Cristo, desde su fundación en 1941 a la fecha han registrado 175 menores víctimas de violación sexual cometidas por 33 sacerdotes, incluido su fundador Marcial Maciel.
La investigación bajo el título de “Radiografía de ocho décadas para erradicar el abuso” reveló que una gran mayoría de las víctimas fueron niños adolescentes de entre 11 y 16 años.
Además, otros 90 alumnos fueron abusados por 54 seminaristas, de los cuales 46 no llegaron a ordenarse sacerdotes.
Dentro de este desolador panorama de ataques sexuales encubiertos por la iglesia católica en una congregación con presencia en 21 países, con 961 sacerdotes y 617 seminaristas, una de las víctimas de violación y demás agresiones sexuales por parte de clérigos pertenecientes a la congregación Legionarios de Cristo, conoció la renuncia el pasado 13 de enero al ejercicio de sus funciones del sacerdote que la atacó, pero manifestó su total desacuerdo por considerar que esto no es suficiente. “Que se quede en la congregación y ya no ofrezca misa no es un castigo verdadero”, argumentó.
Aclaró en sus redes sociales que “eso a todas leguas no es una renuncia, es un retiro laboral”.
Argumentó la víctima, cuyo nombre se omite por razones humanitarias, que “la cárcel es un castigo mínimo para un violador de niños. El Papa avalando este sistema es un encubridor también; no puede ser juez y parte. Ha perdido toda noción del bien y el mal”.
Le comento que el Secretario General de los Legionarios de Cristo, Andreas Schöggl envió algunas de las víctimas una carta fechada este 13 de enero desde Roma con un saludo desde el Vaticano dónde informa que en lo que denominó un camino de reparación y sanación, su agresor “esta mañana” fue notificado que el Santo Padre ha aceptado su petición de salida del estado clerical por el bien de la Iglesia (pro bono Ecclesiae).
De manera textual la máxima autoridad de los Legionarios de Cristo informó en una carta dirigida a las víctimas que el prelado en cuestión hizo esta solicitud para buscar aliviar “de algún modo el sufrimiento causado a usted y a las demás víctimas. La Congregación para la Doctrina de la Fe la sometió al Santo Padre después de un atento estudio del caso”.
Andreas Schöggl explicó que “el Santo Padre ha decidido que Fernando Martínez sigue perteneciendo a nuestra Congregación. Así, aseguraremos que lleve una vida que corresponda con su condición de religioso apartado del estado clerical, sin ministerio sacerdotal alguno”.
También el secretario general de la Congregación para la Doctrina de la Fe dijo que “vamos a informar de estas disposiciones a las demás víctimas que ya están en contacto con nosotros y a los eclesiásticos mexicanos que han tratado el caso a lo largo de los últimos meses. También lo daremos a conocer a los miembros de la congregación y lo publicaremos en nuestra página de internet”.
Por eso, esta víctima abundó sobre el tema de que esto fue por bien de la iglesia católica y no por el bien de las víctimas, pues consideró que Francisco Bergoglio aceptó la renuncia de Fernando Martínez del estado clerical y dejó claro que la Legión de Cristo debía seguirlo manteniendo dentro de sus filas y en sus gastos.
Sintetizó entonces que “para las víctimas nada, para la institución todo”.
Y añadió que “así una vez más la iglesia católica generalizada vuelve a darme la espalda y a destruir mi humanidad; esa niña de 8 años que vuelve a ser víctima una y otra vez de la maldad de los que hablan de Dios, pero rompen en pedazos a los más indefensos”.
Argumentó qué “si esto no es traición y rechazo, ¿entonces no sé cómo llamarle?: una vez más me despojan y me tiran a la basura como si no valiera nada”.
“Con el ánimo en el suelo les digo que no sólo mi niña de 8 años siente perder la batalla, perdemos también todos. todos los que creímos somos hoy víctimas. Me siguen vandalizando y nadie hace nada. No soy yo la enemiga de la iglesia, la iglesia ha sido la enemiga de los niños que viola, acalla y luego humilla”, resumió.
Otra de las víctimas, que también recibió idéntica carta desde el Vaticano, expuso en consecuencia que “otra vez los Legionarios de Cristo intentan darle carpetazo a nuestras denuncias contra el depredador sexual Fernando Martínez Suárez, sus cómplices y sus encubridores”.
Al respecto, enumeró lo que consideró los principales agravios en su contra por parte de los Legionarios de Cristo:
- Este es ooootro comunicado de ellos mismos, no hay ninguna evidencia de que el delincuente Fernando Martínez realmente haya sido retirado del estado clerical. Hay que creerles así sin más…
- Nos hacen saber que Robles Gil está en “ejercicios espirituales” mucho más importantes que atender nuestro caso. Mismo cinismo de siempre.
- Suponen que le vamos a aplaudir a un criminal porque con esta “renuncia voluntaria” “busca aliviar el daño causado a usted y las demás víctimas”. Qué bien, está arrepentido, ¡ya, ahí muere!
- Este delincuente sigue “perteneciendo a la Congregación” para “asegurarse de que lleve una vida que corresponda a su condición de religioso” Es decir: que siga disfrutando de los privilegios y la protección de esta institución delincuente que seguirá manteniéndolo en una casa de Roma.
- Deberían tratar a TODAS las víctimas por igual, pero para ellos existen sólo las 3 que hemos hecho pública la denuncia; a las demás ni siquiera han intentado contactarlas.
- “Confirman su determinación de seguir recorriendo un camino de reparación y sanación”
¿Y exactamente qué han hecho hasta ahora por las víctimas? ¿Dónde queda la responsabilidad de Eloy Bedia, Luis Garza Medina, Jorge Bernal y los demás encubridores? No hacen más que emitir comunicados ¡con la esperanza de que con eso se dé por cerrado el tema!
Dice esta última víctima: “Si está tan arrepentido que se entregue a las autoridades civiles mexicanas”. ¡No al Vaticano!; empero, lo anterior será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.
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