Por robos e indiferencia, cierra el Comedor de Dios, en Cancún

 

Después de cuatro meses de labor

 

  • Solicitaron una patrulla de vigilancia, pero nunca se las enviaron

 

Comedor de Dios en Cancún se ha visto obligado a cerrar, después de sufrir, por un lado robos y por otro, la indiferencia de las autoridades que no les brindaron apoyo de vigilancia.

 

Cancún.- A la lucha contra los estragos del Covid-19, como el desempleo y la pobreza, se han sumado voluntarios, que sin afán de lucrar han tomado acciones para ayudar a los más necesitados, no obstante, dicen por ahí “cría cuervos y te sacaran los ojos” y es justo lo que le pasó al fundador del Comedor de Dios en Cancún, que se vio obligado a cerrar, después de que sufrieron, por un lado robos de la gente a quien daban de comer y por otro, la indiferencia de las autoridades que no les brindaron apoyo de vigilancia.

Existe un clima de inseguridad en la zona de “El Crucero” de Cancún, donde hay asaltos a los comerciantes, amenazas y demás complicaciones que llevaron a la suspensión de labores del Comedor de Dios, en tanto no haya vigilancia; y es que Ricardo Villalba, quien implementó este comedor comunitario hace cuatro meses, afirmó que un hombre al que le dio hospedaje por varios días se robó el dinero que tenía destinado al pago de la renta del local.

La persona que presuntamente se encontraba en situación de calle, se ofreció a ayudar en las tareas del comedor a cambio de un lugar dónde dormir y así se hizo, al menos hasta el tercer día del acuerdo, porque Villalba asegura que mientras se atendía a las personas que llegaban al desayuno, el sujeto robó el dinero, el bolso de otra voluntaria y finalmente huyó del lugar.

A esto hay que agregar, las múltiples confrontaciones que han existido entre las personas que acuden a recibir la ayuda y los voluntarios, quienes a pesar de no estar obligados a darles de comer, han sido agredidos, amenazados con armas blancas e incluso han sido escupidos en la cara. Asimismo se han tenido quejas de los vecinos locatarios por el robo de mercancía por parte de personas que acuden al comedor.

Villalba explicó que los comerciantes colocan su mercancía en las puertas de los locales o en la misma banqueta donde se forma la gente para esperar la comida. Después se percatan que les faltan productos y acuden al comedor comunitario a reclamar.

Para evitar lo anterior, Ricardo Villalba aseguró que ha solicitado en reiteradas ocasiones el apoyo de una patrulla, pues diariamente asisten más de 250 personas en busca de alimento, sin embargo el Ayuntamiento de Benito Juárez no ha dado respuesta a ninguna de sus peticiones, mostrando nada más que indiferencia a esta loable labor.

“He estado tratando de acudir a las autoridades para que me brinden apoyo, estamos en uno de los puntos rojos de Cancún, donde hay mucho ‘carterismo’, mucha extorsión, hasta por 50 pesos han matado gente. No les estoy pidiendo dinero, sólo que manden una patrulla”, dijo Villalba ante la preocupación de no poder seguir realizando su labor altruista.

Afirma que la situación se ha planteado al titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Benito Juárez, Eduardo Santamaría, quien no les ha dado respuesta concreta hasta el momento. “Las autoridades no están ayudando, sólo vienen, se toman la foto y no apoyan en nada”, concluyó.

En Chetumal dan comida para
perro a abuelito indigente

Por un lado, los bienhechores de Cancún no son escuchados ni apoyados y por otro en Chetumal, un caso de completa indignación trascendió en redes sociales la semana pasada, cuando se viralizó que don José, un abuelito en situación de calle, fue alimentado con arroz y croquetas para perro.

Lo anterior fue denunciado por Elian Cruz, en su cuenta de Facebook, donde narra que encontró sentada a una persona de la tercera edad afuera de su casa, quien le pidió un pedazo de pan para acompañar la comida que alguien le había regalado, fue entonces que notó que se trataba de arroz con croquetas para perro. “Cada día la moral de las personas está por los suelos. A mí, se me hace una verdadera falta de respeto que gente tan desagradable haga este tipo de cosas. Darle un plato con croquetas y arroz a un señor mayor de edad. Para mí es sinónimo de burla y de gente sin educación”.

Afortunadamente, el joven se dispuso a ayudar a don José y con la ayuda de otros usuarios que leyeron la historia, le dieron un respiro al abuelito en medio de la crítica situación que se vive en la capital de Quintana Roo.

Fabián González Alcocer, por ejemplo, llevó a cenar al abuelito, le regaló un corte de cabello, zapatos, ropa, víveres y lo apoyó con su aseo personal, invitándolo a seguir las medidas de prevención contra el Covid-19, para evitar enfermarse. Otros ciudadanos ayudaron a hacerle llegar despensa, sábanas y toallas.

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