Carta abierta a la OMT

Hora 14

Mauricio Conde Olivares

 

 

La Iniciativa para la Transformación del Turismo (TTI por sus siglas en inglés) emitió una carta abierta al Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili. Esta plataforma de organismo no gubernamental, integrada por profesionales del turismo y de la academia creada en 2017, alerta por los efectos del COVID-19 en la industria sin chimeneas, de cara al déficit que enfrenta pues es evidente que no se han cumplido las promesas de que el turismo podía contribuir de forma clave al desarrollo sostenible.

Bajo la divisa de que ante el COVID-19, ahora es el momento de transformar el turismo.

 

CARTA ABIERTA:

Apreciado Secretario General,

Apreciamos la visión de futuro y el coraje del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, al considerar a esta crisis pandémica de la COVID-19 como una oportunidad para la transformación del turismo, durante la presentación del Informe sobre Políticas “COVID-19 y la transformación del turismo”.

La Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030, con su visión de transformar nuestro mundo en un sentido más justo, igualitario e inclusivo, sigue sirviendo como conjunto de principios rectores mientras hacemos frente a los trastornos causados por la crisis climática y el desastre de las crecientes desigualdades sociales y económicas que se han agudizado por la actual pandemia de COVID-19.

La pandemia de la COVID-19 y sus consecuencias golpean a la industria turística y a los gobiernos en un momento en que la resistencia al crecimiento destructivo del turismo se ha hecho más fuerte. En los últimos años, las poblaciones de muchas ciudades y territorios han protestado ante el exceso de turismo. De forma constante los movimientos de trabajadores y las organizaciones de trabajadores informales han estado exigiendo mejores condiciones laborales y un trabajo decente, y millones de jóvenes están exigiendo medidas inmediatas para hacer frente a la crisis climática. Es evidente que no se han cumplido las promesas de que el turismo podía contribuir de forma clave al desarrollo sostenible. La crisis pone en evidencia que el modelo turístico actual no es, ni siquiera en términos económicos, ni resiliente ni sostenible. Es más, a todas luces muestra lo lejos que está de hacer una contribución significativa para el futuro que necesitamos y queremos.

La transformación del turismo es la demanda del momento. Pero es más que tratar de arreglar el viejo modelo de un turismo basado en el crecimiento insostenible. Requiere un enfoque sistemático para analizar, comprender y abordar las consecuencias que las prácticas de turismo insostenible tienen en las personas y en nuestro planeta.

En la medida que la pandemia amplifica la exposición de los más débiles en el turismo, queremos reforzar las demandas que publicamos en nuestra Declaración de Berlín sobre la transformación del turismo, 2017. Hasta la fecha, más de 70 instituciones de la sociedad civil, el mundo académico y los movimientos populares la han firmado, junto a más de 500 personas de todos los continentes del mundo.

Abordar los desafíos del turismo en el contexto de COVID 19 significa:

Mantener el principio de “no dejar a nadie atrás” en los planes de recuperación. Pedimos a los gobiernos que presten apoyo urgente y eficiente a los grupos más vulnerables vinculados con el turismo, tanto trabajadores y trabajadoras de la economía formal como de la informal. Entre ellos se encuentran personas migrantes y mujeres, que se enfrentan a discriminaciones y vulnerabilidades particulares.

Velar por que no se repitan los errores del pasado, ahora que el turismo interno y el turismo rural están creciendo de forma más intensa. Alentamos a los destinos, los planificadores del turismo y las empresas a que elaboren conceptos para definir las capacidades de acogida locales de manera participativa, a fin de evitar que se repitan crisis por un exceso de turismo. A su vez, se deben apoyar las estrategias de turismo que contribuyan a un desarrollo económico y social inclusivo.

La recesión económica probablemente conduzca a nuevas inversiones en el sector turismo. Las garantías en los contratos y los permisos de planificación deben asegurar que la sostenibilidad social y ambiental y la preparación para desastres sean el núcleo de cualquier nueva inversión y que no dañen los patrones tradicionales de uso de la tierra.

Apoyar a los destinos para que apliquen modelos turísticos verdaderamente resilientes que sirvan a las poblaciones de las comunidades y destinos anfitriones. Miles de comunidades activas en el turismo han demostrado, incluso en una crisis profunda como la de la COVID-19, que su modelo es más resiliente a las conmociones externas y, por tanto, está mejor preparado para un mundo caracterizado por cada vez una mayor incertidumbre. Debe encomiar a sus países miembros a no optar por un modelo de turismo inducido por la deuda, porque aumenta la dependencia de los destinos en lugar de contribuir a su resiliencia.

Si bien las medidas más urgentes para combatir los impactos sociales y económicos de la COVID 19 son la mayor prioridad, también necesitamos poner en marcha medidas a largo plazo para transformar el turismo. Estas incluyen:

Desarrollar mecanismos que midan los efectos del turismo en las personas y el planeta, incluyendo los costes ecológicos y sociales del turismo, y permitiendo una fijación de precios justa y equitativa. Sólo un turismo que contribuya al bienestar de las personas y proteja el medio ambiente es una opción de desarrollo viable.

Asegurar que la precariedad y la segmentación de la mano de obra en el turismo se aborden mediante la adopción y la plena adhesión a los principios de Trabajo Decente formulados por la OIT. Estos incluyen el respeto de los derechos laborales fundamentales, así como la libertad de organización y la erradicación de todas las formas de discriminación laboral, el trabajo forzoso y el trabajo infantil.

Recordar a todos los interesados en el turismo, tanto del sector público como del privado, que el éste debería facilitar un ecosistema económico y social que permita que coexistan conjuntos diversos y complementarios de medios de vida en las comunidades y los destinos y que, por lo tanto, genere bienestar local, cooperación y comercio justo.

Asegurar que el turismo haga esfuerzos honestos y ambiciosos para combatir el cambio climático reduciendo sus emisiones absolutas y su uso de combustibles fósiles, a nivel mundial, nacional y local, con medidas como, por ejemplo, evitando los vuelos no esenciales; reduciendo estructuralmente el uso de plásticos; adoptando y contribuyendo a prácticas responsables de gestión de los desechos; y fijando precios de costo real de los combustibles fósiles.

Asegurar que el turismo protege los paisajes naturales y la biodiversidad. Para ello hay que desarrollar estrategias y prácticas para el desarrollo sostenible, que estén enraizadas en una región y que respeten sus recursos naturales y culturales, así como su capacidad de carga.

La demanda de transformar el turismo, a la que se refirió el Secretario General António Guterres en su discurso y en el informe de política sobre “COVID-19 y la transformación del turismo”, debe incorporarse en todas las políticas y programas de la OMT. La consecución de nuestra visión conjunta de la Agenda 2030 y la superación de la incomparable crisis mundial que causa la COVID-19 necesitan el apoyo de todas las partes interesadas. Los grupos comunitarios, las organizaciones de la sociedad civil, el movimiento popular, las instituciones académicas, los planificadores del turismo, los profesionales del turismo, así como los responsables de las políticas turísticas, deben participar en pie de igualdad en el proceso de toma de decisiones en materia de turismo.

Nos preocupa que la falta de inclusión en los procesos institucionales de la OMT sea un obstáculo para ello y una grave carga para el próximo proceso de transformación real del turismo. Solo las instituciones inclusivas serán capaces de guiarnos en esta crisis y proporcionar la visión y los principios esenciales que nos permitan transformar juntos el turismo.

En este sentido, instamos a la OMT a abrir sus puertas a los representantes de los movimientos populares y a los miembros del sector informal, así como a las ONG independientes y a las instituciones académicas que han decidido no convertirse en miembros afiliados de la OMT. Estamos dispuestos a contribuir a esto y esperamos discutir con ustedes estrategias para democratizar el desarrollo del turismo a nivel mundial.

Esperamos su compromiso y apoyo para transformar el turismo. Quedamos pendientes de su respuesta a nuestras sinceras recomendaciones.

Cordialmente,

Antje Monshausen en nombre de las organizaciones firmantes,

Alba Sud, España

Association Sénégalaise des Amis de la Nature

Brot für die Welt – Protestant Development Service, Alemania

College of Technology/CLASE, University of San Agustin, Filininas

COMUNITUR, Colombia

Defence for Children – ECPAT, Netherlands ECPAT International

ECPAT, Alemania

Equality in Tourism, Reino Unido

Equitable Tourism Options – EQUATIONS, India

Fundación Juan Bosch, República Dominicana

Fresh Eyes – People to people travel, Reino Unido

Imagine Peace, Corea del Sur

Institute of travel and tourism of the Gambia

International Alliance of Inhabitants

International Center for Responsible Tourism, África Occidental

Kabani – the other direction, India

Labor Movens Study Group, Brasil

Myanmar Responsible Tourism

Institute National Fisheries Solidarity Movement, Sri Lanka

Respect_NFI (Naturefriends International)

Studienkreis für Tourismus und Entwicklung e.V., Alemania; empero, lo anterior será motivo de posterior análisis en otra entrega de Hora 14.

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@mauconde007
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