Cortazar, rincón de historia y artesanía que pasa de generación en generación, se inscribe en el turismo • I

De cinco estrellas

Victoria González Prado

 

(Primera de dos partes)

 

Ariel Corona Rodríguez.

 

“Te voy a hablar de mi pueblo, mi mero Cortazar, a contarles toda la historia que les quiero recordar. Que somos de origen otomí, también se dice mexica por ahí. Que Amilli fue uno de sus nombres…”

Así reza el corrido “Mi mero Cortazar”, escrita por Víctor Ramírez González, y sí, Cortazar -no Cortázar- se halla a orillas del río Laja y su nombre mexica, Amilli, significa ‘raíz que se talla y hace espuma’.

Escuchando ese corrido comenzamos la plática con Ariel Corona Rodríguez, quien accedió a hablarnos de este municipio, uno de los 46 del estado de Guanajuato, del que es alcalde.

De entrada nos dice: “Cortazar se ubica en la carretera 45, entre Celaya y Salamanca, y le corresponde 45 por ciento del cerro del Culiacán, que es uno de los más altos de la entidad, desde el que se domina paisaje impresionante. Es atractivo que mucha gente debe conocer. En la cima hay una meseta donde se puede hacer reforestación, picnic y asar carne. Cortazar comparte esta elevación con Jaral y Salvatierra, pero tiene la mayor parte”.

—¿Qué otros atractivos tiene Cortazar?

—Ah, la parroquia de San José, patrono del municipio. Fue muy remodelada, los padres franciscanos le han metido muchos recursos, y un puente que estamos rehabilitando a un costo cercano a 21 millones de pesos, pues queremos su transformación.

“la inversión es fuerte porque este puente, que es histórico y único en el municipio, se halla en zona deteriorada, a la que se le quiere cambiar la imagen. Lo rehabilitaremos totalmente, ya que es patrimonio del municipio y está en nuestro escudo de armas”.

En este municipio se está lanzando campaña denominada: “Cortazar un pueblo con Alma”, con la intención de fortalecer su imagen entre la población de las ciudades vecinas del estado de Guanajuato y del exterior, “para que nos conozcan, sepan lo que ofrecemos y nos puedan visitar cuando los semáforos de la pandemia cambien”, dice entusiasmado Corona Rodríguez.

Al referirse al deseo de que el turista comparta el sentido de identidad de los nativos del municipio, le preguntamos al alcalde cómo lo harán. “Yo soy de la idea de que quien quiere algo no lo daña. No dañas a tu familia, no dañas tu casa, no dañas lo que es tuyo y queremos que la gente del municipio se sienta parte de Cortazar, conozca su origen y qué hay en su municipio -aunque no somos de los más grandes-, porque según se ve, hay unos que no conocen su propia riqueza, ni cultural, ni gastronómica ni lo patrimonial. También queremos que la gente foránea conozca todo esto incluso desde afuera, y también que la misma gente de Cortazar reconozca su municipio y se sienta orgullosa de tener identidad”.

“El sentido de identidad en este caso es que cuiden, preserven, valoren lo que tienen y sembrar la semilla para poder darle vocación turística al municipio. Yo sé que los gobiernos no generamos ni empleos ni creamos riqueza, pero sí creamos condiciones para que se den.

En este punto relativo en cierto modo al desarrollo, el funcionario hace notar que el turismo significa ingreso fundamental para el estado de Guanajuato; “no tengo el dato exacto del último año, pero hasta hace poco éramos el destino turístico sin playa más grande del país. Somos el destino cultural del país.”

“Guanajuato tiene ciudades con mucho qué ofrecer: historia, patrimonio cultural. Cortazar se ha quedado un poco rezagado en este tema y queremos fortalecer el proyecto (“Cortazar un pueblo con Alma”) que nos toca iniciar y esperamos que otros continúen, por eso es apolítico, sin colores partidistas, más allá de la imagen institucional de la administración del ayuntamiento. La idea es que trascienda, que dure por muchos años después de esta administración”.

—¿Cuáles son las principales expresiones culturales, históricas y gastronómicas?

—“¿Culturales?, la fiesta de Corpus Christi, manifestación de sincretismo, es durante la que se hacen monumentos de cera escamada, principal y tradicionalmente figuras religiosas, como el alfeñique, y a últimas fechas se hace otro tipo de figuras. La verdad esto nos da mucha identidad, pero como son cosas que vivimos desde niños, no les hacemos mucho aprecio, las vemos como algo normal”. Aún pasan inadvertidas para mucha gente de la localidad. Pero a los que llegan fuera les encantan, las aprecian y ven con gusto y admiran las manos de los artesanos de Cortazar, cuyos conocimientos se transmiten de generación en generación desde hace muchos años.

“Estamos bien interesados en poder dar a conocer las artesanías y conservar la tradición, pues sabemos que si un niño que está estudiando la secundaria y viene de una familia de tres o cuatro generaciones de artesanos, ve que su trabajo no se vende, si no hay mercado, cuando adulto migrará a otro oficio; queremos que se preserve ese patrimonio.

Acerca del patrimonio histórico, el alcalde Corona Rodríguez dice que hay arqueólogos que mencionan y defienden la teoría de que el cerro del Culiacán -“del que le hablé al principio”- pudiera ser la mítica Aztlán, lugar donde vivían antes nuestros antepasados y del que emigraron para fundar la Gran Tenochtitlán. “No tenemos una certificación, pero muchos defienden esa tesis”.

victoriagprado@gmail.com
Twitter: @victoriagprado

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