Marina toma el control
Alrededor de 5 mil trabajadores de la constructora ICA Fluor iniciaron un paro de labores en la construcción de la refinería de Dos Bocas.
Cerca de 5 mil trabajadores de la constructora ICA Fluor iniciaron un paro de labores en la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, donde exigen que se les paguen las horas extras y mejores condiciones de trabajo, ya que trabajan a marchas forzadas para cumplir con la entrega pactada de la obra.
Desde las 9 horas de este martes inició el problema laboral más grave que se haya registrado en esta obra emblemática del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aunque aseguran que ha habido otros conatos de manifestaciones que han sido resueltas.
Ante este paro, elementos de la Secretaría de la Marina acudieron a las instalaciones petroleras para tomar control de la situación”.
Entre las exigencias de los trabajadores están aumentos salariales, pago de horas extras ya que las condiciones de alto calor y humedad obligan a que todos los días se extiendan las jornadas laborales; piden también que sus alimentos corran por cuenta de la empresa y equipo en mejores condiciones para realizar sus labores.
En la construcción de la refinería participan poco más de 30 mil trabajadores, ya que se encuentra en su pico de construcción, en la terminación de infraestructura fija y la instalación de grandes equipos, como tanques de almacenamiento y tratamiento de combustibles.
La constructora mexicana ICA-Fluor obtuvo la adjudicación de dos de los seis paquetes de infraestructura y servicios con los que se construirá la nueva refinería de Dos Bocas: los paquetes 1 y 3, que son los de mayor valor económico de la obra y por lo menos representarán la cuarta parte de la inversión.
La planta, con un costo superior a los 8,900 millones de dólares para una capacidad instalada de 340,000 barriles diarios de crudo, que es la quinta parte de la capacidad actual en seis refinerías, está diseñada para el proceso de crudo maya de 22 grados API producirá 170,000 barriles diarios de gasolina y 120,000 barriles diarios de diésel. En el terreno de 566 hectáreas propiedad de Pemex, se instalarán 17 plantas de proceso y en se generarán 100,000 empleos directos.
La refinería recibirá el crudo que se extrae en esa zona del Golfo de México y enviará productos vía marítima a las terminales de Tuxpan, Veracruz, Pajaritos y Progreso, además de que se conectará con la red de poliductos de Minatitlán y de ahí partirá a la Ciudad de México y a Salina Cruz para que también vía marítima sea posible surtir al Pacífico.
