Los avatares del Tren Maya

A tiempo..!

Vladimir Galeana Solórzano*

 

Sin lugar a dudas, las decisiones en torno a la construcción del tan mencionado y afamado Tren Maya están causando escozor en diversos sectores del país. Y no se trata de denostar las decisiones que desde hace mucho tiempo ha tomado el Presidente de la República que se ha empecinado en la construcción de una nueva vía de comunicación que hasta ahora se distingue por no tener pies ni cabeza porque no es más que otra de sus decisiones al botepronto. Los mexicanos desconocemos hasta ahora el proyecto ejecutivo, lo que habla de improvisaciones y decisiones al gusto de quien detenta el poder.

Ahora surge un nuevo foco de conflicto en torno al afamado Tren Maya, por la decisión del Presidente de la República de expropiar cerca de doscientos inmuebles en el estado de Quintana Roo, para utilizarlos quién sabe en qué dentro del proyecto de construcción de una de las vías más importantes de comunicación de la actual administración federal, que hasta ahora no da cuenta de lo que se va a realizar, la forma en que se invertirá el dinero de los mexicanos y lo que en verdad se pretende edificar y cuál será la utilidad.

De acuerdo a lo que se publicó en el Diario Oficial de la Federación hasta ahora se da a conocer que serán un total de 198 predios de propiedad privada que serán expropiados. De ellos 22 se ubican en Benito Juárez, 142 en Solidaridad y 34 en Puerto Morelos. En total, suman más de dos millones cuatrocientos diez mil metros cuadrados en tres municipios de Quintana Roo que serán destinados para la construcción del afamado tren.

La publicación de acuerdo emitido por la Secretaría de Desarrollo Agrario y Territorial y Urbano establece que 198 inmuebles de propiedad privada que se localizan en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad y Puerto Morelos que hasta ahora son idóneos para la construcción y funcionamiento integral del Tramo Cinco norte, por lo que resulta necesario su expropiación. Y desde luego que lo previsible es que existan conflictos legales en torno a la decisión presidencial que hasta ahora se mueve por caprichos.

Se ha señalado que dicha expropiación cumple con la causa de utilidad pública porque la finalidad es atender y satisfacer las necesidades de la población en general, sin precisar a quién se beneficiará y cuál será la finalidad de dicha construcción que hasta ahora no ha sido más que una ocurrencia que se tiene que realizar simplemente porque al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador se le vino en gana aunque los turistas prefieran viajar en avión porque resulta más conveniente en tiempo y comodidades.

La finalidad de comunicar de manera eficiente a quienes habitan la llamada Península de Yucatan es hasta ahora el principal motivo para su edificación sin que se conozca el proyecto maestro y mucho menos la circunstancia en que se llevará a cabo dicha construcción, a quienes se beneficiará, cuál es su viabilidad y la utilidad. La generalidad es parte de este gran proyecto que hasta ahora pareciera no contar con un plan preconcebido y cuya finalidad primaria es que se reactive la economía del país y se cumplan las metas de desarrollo de sectores comerciales y turísticos. Pero también habrá quée decir que la etapa de las negociaciones apenas comienza, lo que quiere decir que no existe en el papel la disposición de los terrenos que abarcará el llamado Tren Maya. Sin lugar a dudas otro acto voluntarista del primer mandatario que no es más que un capricho personal. Pobre país. Al tiempo.

vladimir.galeana@gmail.com

 * Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.

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