• La actividad humana, uso intensivo de combustibles fósiles, como carbón, petróleo, gasolina, diesel o gas natural, así como la quema y pérdida de bosques contribuye a este fenómeno

Antonio Cabello

La devastación de los manglares en aras del progreso, pone en riesgo los ecosistemas que existen en el estado. Donde hubo árboles, hoy hay cemento. (Foto: Santiago Rodas)

Kantunilkín.- Los efectos del cambio climático ya están presentes, y lo notamos por las olas de calor, las fuertes lluvias, los huracanes más intensos cada año, los desgajamientos de tierra, las prolongadas sequías y los agudos incendios que se han presentado en el municipio, en el estado y en el país; por tanto, toda acción encaminada a concientizar a la población sobre el cambio climático debe hacer conciencia en el ser humano para que aprenda que este fenómeno climatológico no es lejano e incide en nuestras vidas, pues sus efectos ya están presentes.

Ya lo diría la víspera el diputado Eduardo Espinosa Abuxapqui, presidente de la Gran Comisión del Congreso, que en la Agenda Legislativa del 2011-2013 estará presente la discusión sobre el cambio climático y los efectos que tiene en el estado.

Sobre el tema, Nohemí Ludivina Menchaca Castellanos, senadora por Quintana Roo, afirma que el cambio climático constituye una amenaza real para la especie humana y para el medio ambiente en nuestro planeta, es considerado la máxima amenaza global que hemos sufrido en la historia de la humanidad.

Al respecto, la Ludivina Menchaca, quien es miembro del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), puntualiza que los científicos advierten que los países en desarrollo serán los más afectados por los efectos adversos que los escenarios de cambio climático prevén. Si bien es cierto, que dadas las cifras macroeconómicas del país ya no se nos clasifica como una nación en desarrollo, el hecho de que más de 50 millones de mexicanos se encuentran en alguna de las líneas de pobreza, aunado al rezago social y la desigualdad que prevalece en diferentes regiones, nos permite afirmar que México es un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático.

“No podemos dejar que el consumo ilimitado de los seres humanos decida qué suerte correrá la naturaleza, después de todo, es nuestra propia suerte”, asevera Nohemí Menchaca, quien fue regidora del ayuntamiento de Benito Juárez, Quintana Roo, durante el gobierno municipal de Juan Ignacio García Zalvidea.

Por lo tanto, la senadora, quien se desempeña como secretaria de la Mesa Directiva del Senado de la República, explica que la temperatura de nuestro planeta ha aumentado entre 0.3º  y 0.6º grados centígrados desde el inicio de la Revolución Industrial, ésta alza se debe principalmente a la actividad humana, al uso intensivo de combustibles fósiles, como carbón, petróleo, gasolina, diesel o gas natural, así como a la quema y pérdida de bosques.

Al mismo tiempo, comenta que el Cuarto Informe de Evaluación de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, alerta que la influencia humana en el sistema climático va más allá del efecto en la temperatura, ya que también está asociada al incremento del nivel del mar, a la intensificación del riesgo de olas de calor, entre otros.

Así, “las ondas cálidas, producto de este calentamiento, traen consigo más contaminación y enfermedades, pobreza, desabasto de alimentos y de agua potable, pérdida de biodiversidad y migraciones en algunas zonas geográficas”.

CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN

Para la senadora, es importante señalar que el cambio climático afectará de manera elemental y diferenciada a las distintas regiones del planeta, sin duda los impactos variarán en función de la capacidad de adaptación y vulnerabilidad de las zonas y de los grupos poblacionales, estando en una zona de riesgo más alta aquellos grupos que hoy sufren alguna desigualdad.

Estamos entre los quince primeros países en desarrollo con mayores emisiones de bióxido de carbono, pese a que sólo aportamos el dos por ciento de las emisiones a nivel global.

Es necesario que tomemos este problema muy en serio, ya que de no hacerlo el norte del país experimentará un aumento de sequías, en el sur habrá un aumento de inundaciones, como las sufridas tiempo atrás en Tabasco, Veracruz y Chiapas, sin olvidarnos de los huracanes, que nos han azotado, cada vez con más furia.

PROTECCIÓN, LEGISLADA

A decir, de la diputada Ludivina Menchaca, en el Congreso de la Unión se han impulsado acciones concretas para proteger nuestro medio ambiente y mitigar los efectos del cambio climático; aunque, los ciudadanos sepan o desconozcan totalmente dichas “acciones concretas”.

El 26 de abril del 2010 se aprobó en el Senado de la República un dictamen que reforma la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y la Ley General de Vida Silvestre, producto de iniciativas que presentaron los senadores del Partido Verde Ecologista.

Dicha modificación a la ley incorporara al principio precautorio al catálogo de principios de la política ambiental contemplados en la ley.

Así, aunque se presentan iniciativas en el Congreso de la Unión y en los congresos de los estados, por parte de los diputados, la realidad en la vida diaria es muy diferente; pues tan sólo en nuestro estado se realizan muchas actividades que van en contra de lo que la diputada Ludivina Menchaca, afirma dado que a pesar de que en el 2007 se publicó en el “Diario Oficial de la Federación” respecto a la protección de manglares y humedales.

Sin embargo, la mayoría de los mexicanos poco o nada sabemos, de dichas iniciativas, pues no existe una campaña en los medios de comunicación para darlas a conoce, pues solamente los interesados en el tema son los que se entera.

Al respecto, manifiesta que ésta y otras reformas tiene la principal encomienda de proteger la integridad de los ecosistemas de manglares; ahora, todo desarrollo turístico deberá hacerse de manera sustentable.

Por todo lo anterior, lamenta que a pesar de que nuestro estado fue sede de la reunión más importante en materia de cambio climático, la COP16, se haya perdido la oportunidad de exigir y dejar de lado los intereses económicos y políticos, así como no se pudo lograr poner en marcha un gran pacto mundial, ya que no se tuvo la capacidad de construir un acuerdo que diera solución a corto, mediano y largo plazos al tema del cambio climático, y que el futuro de la raza humana sea incierto.