Alejandro García

La visita a la cárcel se reanudó el día de ayer, pero con una revisión más estricta.

Cancún.- Ayer, luego de los violentos hechos registrados en la cárcel de Cancún, donde los reos se amotinaron el pasado martes, la actividad transcurrió de manera normal, y se respetó el horario de visitas.

La tensa calma que se vive en la cárcel pública de Cancún continuó hasta ayer y, pese a que fue día de visita, transcurrió sin contratiempos, aunque parientes de internos continúan quejándose de las golpizas y torturas de que son objeto sus familiares, así como de las medidas de seguridad y restricciones en los alimentos que llevan a sus presos.

Elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) custodian los accesos y los alrededores de la cárcel de Cancún, pues continúa latente la amenaza de un motín por parte de los internos, lo que ha obligado a que las medidas de seguridad sean más estrictas.

En la entrada principal se forman filas de mujeres, en su mayoría que esperan ingresar para ver a sus hijos o esposos que están presos, sólo que -como se viene haciendo desde semanas atrás- la entrada a menores, al igual que para los medios de comunicación, está prohibida.