• La campaña “¿Por qué los niños no deben de trabajar?” busca crear conciencia sobre los derechos de los menores

Rosana Díaz

José Iván, de 14 años, quien debería estar cursando la secundaria, dejó sus estudios para contribuir al gasto familiar, problemática que es mayor a los indicadores, según estimaciones de la STyPS.

Solidaridad.- A pesar de que un estudio de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social indica que son 27 los niños que sufren de explotación laboral en Playa del Carmen, la diputada Leslie Berenice Baeza Soto afirma que la problemática asciende a una cantidad mucho mayor, puesto que no se están contabilizando a los menores bajo el rubro de la construcción, la agricultura, o los comercios informales de la ciudad, donde los niños acompañan a sus padres en las labores en vez de estudiar.

La también presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Baeza Soto, aclaró que por la situación, se está haciendo una campaña bajo el lema “¿Por qué los niños no deben de trabajar?”, para convencer a la sociedad sobre los derechos de los niños.

“En México tenemos la cultura de que para poder mantener a la familia se mande a los infantes a trabajar, cuando ellos son los más vulnerables ya que su crecimientos no es sano, ni en términos psicológicos ni en alimenticios; además, mandándolos a trabajar se pueden ver repercutidos por situaciones como el narcotráfico, la explotación sexual o los secuestros”.

Dicha campaña irá dirigida tanto para padres de familia como a empleadores, pues dijo que en muchas ocasiones ellos prefieren contratar infantes pues a ellos los pueden explotar más, no darles un seguro por su edad y pagarles menos, ya que el niño no conoce de leyes o derechos.

Tal es el caso de José Iván, de 14 años de edad en la que debería cursar la secundaria.

Sin embargo, se dedica a dar mantenimiento a un desarrollo departamental privado; “yo prefiero trabajar porque así ayudo a mi familia y me queda dinero para mí y con la escuela no lo puedo hacer”, dijo.

Y aunque señaló que se aburre un poco y que sí extraña la primaria que sí finalizó, manifestó que ahora le gusta más trabajar y que quizá algún día entre a la escuela, tal vez cuando su mamá se lo diga, porque por el momento está feliz, además de que ya sabe leer, escribir y matemáticas que, dijo, “es lo más importante”.