Arco Norte
José Luis Montañez Aguilar
- EL CASO MAGNICHARTERS
Durante un buen tiempo la línea aérea Magnicharters ofreció un buen servicio a su clientes, quienes vieron en esta empresa la opción para evitar ser presa de los abusos de las líneas aéreas tiburón, léase Aeroméxico, Volaris, Interjet y Aeromar y que ofrecen espacios en sus aviones a precios estratosféricos, sobreventa de vuelos, pérdida de equipaje y otras linduras, ante la pasividad de las autoridades correspondientes. La Profeco ha estado siempre pintada y ha sido incapaz de sancionar de manera ejemplar los abusos de estas empresas que se dan un festín todos los días con los indefensos pasajeros. Al llegar al mercado Magnicharters, los usuarios encontraron una opción diferente, pues el buen trato, la puntualidad en sus salidas y llegadas y los buenos precios de sus pasajes, dieron a muchos la oportunidad de viajar de una manera diferente. Pero como todo en México parece no ser eterno o estar condenado a la mediocridad, el servicio de la línea aérea turística de México, o sea Magnicharters, ha caído en los mismos vicios de sus competidoras. El pasaje es maltratado por empleados groseros y prepotentes. Los asientos delanteros en los aviones son siempre ocupados por los empleados o amigos de los pilotos. En una palabra, la comodidad y el buen servicio para los pasajeros de Magnichrters ha pasado a segundo o tercer término. Esos empleados y funcionarios de ésta y las demás líneas aéreas deberían de pensar que un día se les acabará la gallina de los huevos de oro, como ocurrió con Mexicana de Aviación. Sus ahora desempleados no reciben ningún apoyo de parte de la sociedad porque se cansaron de abusar de ella y servirla mal. ¿Que pasará cuando nos invadan las grandes trasnacionales del espacio y releguen a nuestras lineas aéreas chafas? Miles de trabajadores se irán a la calle por no cuidar su chamba.
Al tiempo.
