• Con las constantes descargas eléctricas, arde equipo de cómputo en la Supermanzana 20; existen miles de quejas contra la paraestatal

Martín G. Iglesias

Desde que Gerardo Castañeda Adame, llegó a la  superintendencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cosas en esa dependencia van de mal en peor, demostrando su novatez e ineptitud que lo caracteriza.

Pese a ser Cancún un destino turístico de “Primer Mundo”, eso no le importa a la CFE, pasando por alto lo que su slogan dice, “Una empresa de clase mundial”; más bien eso parece un burla y ofensa para todo los usuarios.

Y es que, de acuerdo con el mismo superintendente de la zona, para este año había programada una inversión de 250 millones de pesos, en obras de infraestructura eléctrica que incluyen la creación de nuevas subestaciones de abastecimiento y la ampliación de otras que están en servicio.

Pero el problema que tiene la CFE es mucho más grande, ya que ocupa uno de los primeros lugares en denuncias ante la Procuraduría Federal del Consumidor, tal es el caso que sólo el mes pasado, en la Supermanzana 20 hubo una decena de descargas eléctricas que afectaron aparatos electrodomésticos como televisores, refrigeradores, minisplits, computadoras, lavadoras e instalaciones eléctricas completas.

Pero no sólo eso, uno de los problemas que se enfrenta en Quintana Roo y que la paraestatal dirigida por Castañeda Adame, es el robo de los cables, a plena luz del día, de acuerdo al testimonio Fernando de la Cruz, habitante de la Manzana 10, de la calle Gacela: “el jueves pasado de la nada se nos fue la luz salimos a checar y unos señores ya nos habían cortado el cable de luz, venían uniformados de Comisión, inclusive así como cortaron el cable se subieron a la camioneta de Comisión y se fueron no nos dieron chance de preguntarles nada”.

De acuerdo al testimonio de los vecinos, marcaron al número 071 para reportar el robo, “solo me dijeron que si el terreno no tenía pagado el predial, entonces no nos podían dar el servicio”.

La ineptitud y prepotencia de la paraestatal se hizo presente este fin de semana, cuando los controladores de voltaje se durmieron y dejaron pasar la corriente directamente, tanto que en la Supermanzana 20 se “tronaron” los aparatos eléctricos y los climas, cuatro cpu’s de una empresa se quemaron, ya no resistieron la descarga eléctrica.

Al reportar el incidente, al famoso 071, “me hicieron esperar en la línea, además de decirme que yo presentara mi queja ante la superintendencia, que llevara mis facturas de los aparatos dañados, que probablemente en dos o tres meses a ver si procedía que me los devolvieran”; dijo Jorge Narváez, uno de los habitantes de la Manzana 10 de la Calle Gacela 15.

A decir del enojado quejoso, eso le parece una verdadera burla como usuario, ya que él se encuentra al día en los pagos del servicio. “La CFE es nefasta, arbitraria, prepotente, no tiene el más mínimo tacto para las personas, al final de cuentas o pagas o pagas, son el dios luz, a todos en general cuando tienes una queja te tratan como delincuente, eso sí mientras estés callado sumiso y pagando no hay problema”, dijo.

Lo único que están solicitando los usuarios de la CFE es que les reconozcan las pérdidas materiales, que les repongan los aparatos eléctricos dañados y que cuiden esta ciudad que sigue siendo una fuente de empleos para muchos mexicanos.

Don José González, de la Región 103 al ser entrevistado dijo que el 26 de mayo se presentó a su negocio personal de la CFE a informar que existía un adeudo a nombre de otra persona. Este empresario dedicado al abarrote tenía sus pagos al corriente, así como el contrato a su nombre, y “con una prepotencia, sin importar que estén violando la ley, no escucharon razones, procedieron a llevarse el medidor y los cables. Hasta hoy no tengo luz y las pérdidas económicas son altas y la Profeco tarda un mes en citarle a una audiencia, aún así, dicho personal me ha visitado en otras ocasiones pidiéndome llegue a un acuerdo con ellos, argumentando que el inmueble tiene adeudos y de forma intimidante, grosera y prepotente le inventan a uno cada cosa, que parece que los tiempos de la santa inquisición han regresado”.

LAS MENTIRAS DE CASTAÑEDA

En una entrevista a principio de año, el superintendente de la zona Cancún de la CFE, Gerardo Castañeda Adame, dijo que la Comisión Federal de Electricidad proyecta (ba) este año una inversión de alrededor de 250 millones de pesos, en obras de infraestructura eléctrica que incluyen la creación de nuevas subestaciones de abastecimiento, así como la ampliación de otras que están en servicio.

Pero hasta la fecha no se ha hecho nada al respecto y eso que con la ejecución de estas obras proyectaban soportar la demanda de los próximos cinco años, lapso en el que prevén un incremento de 50 mil nuevos usuarios en el municipio Benito Juárez.

Anunció que tienen en proyecto la puesta en servicio de la subestación Kohunlich, que se ubica en los terrenos de la zona del fraccionamiento Carabanchel, así como la subestación Malecón, que se va a construir en la avenida Bonampack, que cuenta con aportaciones del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

Igualmente indicó que continúan trabajando en la ampliación de las subestaciones eléctricas de Yaxche, Punta Sam, Puerto Morelos y Puerto Juárez.

El funcionario abundó que en dichas subestaciones realizan específicamente el recalibrado de 34 kilómetros de circuitos para mejorar la eficiencia del suministro de energía eléctrica, todo ello con una inversión de 20 millones de pesos. Todo está en proyecto.

CIUDADANOS, CANSADOS DE LA CFE

Para manifestar su descontento y todas las atrocidades de la Comisión Federal de Electricidad, integrantes del Comité Ciudadano se preparan para realizar marchas y plantones, bajo el lema de “Basta ya, CFE”.

Los integrantes de esta agrupación dijeron que no hay quien regule las tarifas de la CFE, ya que en Quintana Roo son entre 200 y mil por ciento más altas que las aplicadas en Yucatán, por lo que exigen sean homologadas con esa entidad. Aunado a ello son las constantes descargas de voltaje, lo que daña los aparatos electrodomésticos, perjudicando a la ciudadanía.