Al tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
Sin lugar a dudas, la nación vive momentos difíciles con la amenaza latente de la imposición de un Estado que pretende modificar nuestro entramado electoral en un apéndice gubernamental. Y no es que tenga muchas ganas de entablar una controversia pública para desenmascarar la verdadera finalidad de quien conduce los destinos de este país y sus ansias por el establecimiento de reformas a modo para intentar perpetuar la llamada Cuarta Transformación.
Los mexicanos no somos tontos y conocemos desde hace muchos años a quien habita en Palacio Nacional. Así de simple la intentona de cambio en la actual legislación para buscar entronizar al “prócer” en una vorágine de apoyos para mantenerse en el poder.
Para decirlo más claro, la democracia está siendo suplantada por el voluntarismo de presuntos líderes populistas, cuya principal misión es mantenerse en el poder, sujetando a los pueblos de América y acotando las libertades, ante el fracaso de la democracia, como lo llaman ellos mismos. Los demócratas de antaño son ahora los que a través de las mayorías parlamentarias están intentando alargar su estadía en el ejercicio del poder sin que los simples ciudadanos puedan, al menos, intentar detenerlos.
Por lo pronto, la propuesta ha sido puesta a disposición de la mayoría parlamentaria, y aunque nadie la haya solicitado o pedido, de manera oficiosa se ha dispuesto iniciar un viaje hacia las imposiciones porque se le hace tarde al impoluto líder que todo lo sabe, y que desde luego pretende controlar mediante excepciones legales como lo han realizado en el cono sur del continente. Para decirlo más claro, la democracia les resulta lesiva a sus pretensiones.
Por fortuna, en este país todavía existen los contrapesos y aunque se tenga la decisión de vulnerar el trabajo del Poder Judicial nuestro entramado Constitucional ha seguido vigente porque la principal fuerza del país no cuenta con la mayoría parlamentaria para imponer un nuevo régimen. Si los mexicanos no construimos una fuerza suficiente a través de la unión de las oposiciones, el panorama será desolador en el futuro inmediato.
No podemos cerrar los ojos, porque al menor parpadeo podríamos padecer la situación que, hasta ahora, enfrentan las naciones populistas del continente. La ventaja que tenemos los mexicanos es esa endeble mayoría que se ha construido en la Cámara de Diputados. Y aunque esa circunstancia nos puede salvar por el momento, el peligro seguirá latente hasta que exista un cambio de estafeta en el ejercicio del poder. Así de simple nuestra circunstancia. Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. en Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Ex presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.
