Los acordes de la imagen
Gerardo Jiménez S.
- Más allá de cualquier enfoque político, ya sea comunista o socialista, imperialista, neoliberal, en fin sin importar el modo de producción, hablemos de sentimientos y como poco a poco este género comienza a despedirse de las nuevas generaciones
“Muchas dudas al gusto por el sexo opuesto llegaron con temas de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez que me abrieron un universo tan grande, al grado que en aquellos días deseché la razón, para abrazar la belleza”.
Sueños, metas y expectativas… Elementos con los cuales casi todo ser humano aspira algún día convertir en realidad, pero a veces pienso que hasta un pedazo de madera desea ser alguien en la vida, emitir su propia voz y dejar en claro sus sentimientos, cada que veo y escucho una guitarra acústica, sé de antemano, que ese pedazo de madera puede convertirse en algo tan letal como un arma, tan poético como un Neruda y tan artístico como algún día los griegos lo soñaron.
Ahora este viaje, tiene como punta de inicio Cuba y como punto de inspiración, La Trova; Más allá de cualquier enfoque político, ya sea comunista o socialista, imperialista, neoliberal, en fin sin importar el modo de producción, hablemos de sentimientos y como poco a poco este género comienza a despedirse de las nuevas generaciones.
Aún recuerdo la primera vez que pude escuchar a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés sus canciones en todos los sentidos llenaron un espacio sentimental que la misma pubertad había logrado hacer, muchas dudas al gusto por el sexo opuesto llegaron con temas como: Imagínate, Ojalá, El breve espacio en que no estás, entre muchas pero muchas otras en donde ese pedazo de madera con cuerdas y la divina composición de los antes mencionados, literalmente me abrieron un universo tan grande, al grado que en aquellos días deseché la razón, para abrazar la belleza.
“La era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor y hay que acudir corriendo pues se cae el porvenir”. “Ojalá pase algo que te borre de pronto una luz cegadora, un disparo de nieve, ojalá por lo menos que me lleve la muerte, para no verte tanto”, en fin estas canciones, estos estribillos, nacidos de un país en donde. La caña, el tabaco, una revolución, diversos dictadores, una enorme riqueza cultural, deportiva y artística entre muchos otros dones son elementos que conforman a la Isla. ¿Pero esto basta para tener esta inspiración y hacer música llena de poesía? Para mí la respuesta es: Claro que sí y por una sola y sencilla razón, si tomamos el tema de Pablo Milanés de “El breve espacio”, podemos ver además de un enorme contenido erótico tal y como humedades en la intimidad, siluetas en la cama, violenta y tierna, pero al momento del coro viene la frase más comunista, mucho más comunista que la oz y el martillo, símbolo de los Soviets: “LA PREFIERO COMPARTIDA ANTES QUE VACIAR MI VIDA”, 8 palabras que en el canon del machismo no pueden entenderse, pero en un amor socialista claro que se puede entender y llevar a cabo, ya que en sus ideologías el dar, el compartir, el no tener arraigado el título de propiedad privada, puede abrir el corazón a otras latitudes.
El amor como cualquier sentimiento abstracto es imposible de describir, pero Silvio en lo personal nos regalo un Unicornio Azul o la ilusión de poder renunciar a la felicidad con tal de restarnos 10 años de vida y poder conquistar a la mujer que algún día fue pero jamás pudo ser o entablar un diálogo con el silencio para dar una canción.
Todos los días a todas horas veo y leo en redes sociales a hombres y mujeres buscando cariño o llorando por la decepción sentimental… Aquí en la Trova no están las respuestas, pero sí están las palabras perfectas, acompañadas armónicamente con un pedazo de madera que en efecto tiene sueños, metas y expectativas enfundadas en el amor, para que las soledades sean llevaderas.
