Por José Luis Montañez.
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, consolida su agenda con enfoque en comercio y, principalmente, en la migración irregular, la cual contempla sellar la frontera con México y realizar deportaciones masivas, desde los primeros días de su mandato, que inicia el 20 de enero próximo.
En su reciente visita a la frontera de Texas, el designado “zar fronterizo”, Tom Homan, anunció un plan de deportaciones masivas que busca retirar a más de 11 millones de personas extranjeras indocumentadas, lo que representa una pesadilla para los migrantes sin documentos.
La estrategia en Texas, coordinada con el gobernador Greg Abbott, se inspira en el modelo texano. Este estado ha destinado más de 11 mil millones de dólares para militarizar la frontera y controlar el flujo migratorio.
Durante un recorrido en Eagle Pass, Homan resaltó los avances del Operativo Lone Star, que incluye drones, barreras flotantes en el Río Bravo y la construcción de un complejo militar. También se prevé ceder terrenos para centros de detención.