Austera inauguración de la Copa del Mundo

  • El país anfitrión hizo una muestra de su música, baile y naturaleza con alrededor de 600 voluntarios
La fiesta que incluyó árboles andantes, tambores de Olodúm y música de Pitbull, en una ceremonia algo más austera de lo esperado en un país que prometió emocionar al público desde el primero al último minuto del torneo.

La fiesta que incluyó árboles andantes, tambores de Olodúm y música de Pitbull, en una ceremonia algo más austera de lo esperado en un país que prometió emocionar al público desde el primero al último minuto del torneo.

Sao Paulo, Brasil.- Con una ceremonia austera en la Arena Corinthians de esta ciudad fue inaugurado ayer el torneo por la Copa del Mundo Brasil 2014.

Con alrededor de 600 voluntarios, el país anfitrión mostró su música, bailes, vestimenta y naturaleza, y la manera de entenderse como nación multicultural.

Los telones se abrieron con los ritmos de la amazonia, una puesta en escena en donde resaltaron su naturaleza y sus raíces indígenas de un pueblo minoritario en el Brasil de hoy en día.

Para el segundo acto aparecieron los instrumentos típicos del impávido coloso. El afoxe, el berimbau, la cuica y el reco-reco; mostraron algo de samba, de capoeira y otros bailes regionales de Brasil.

En un tercer acto, los balones hicieron su aparición. Niños dominando una pelota, balones humanos haciendo coreografías y un gran Brazuca, el balón oficial del Mundial, en el centro girando a la par de los ritmos brasileños.

Apareció la bandera del anfitrión cargada por niños y una patada inaugural por un hombre en silla de ruedas que pudo pararse de su inmovilidad ayudado con una vestimenta biónica.

Por fin el balón del centro se abrió para darle paso a la voz de Claudia Leitte, quien dio las primos acordes y le pasó el micrófono a Jennifer López y Pitbull, con la canción de We Are One, en el momento cumbre de la ceremonia de inauguración.

En el escenario del estadio los tres cantantes salieron coordinados con vestimenta que emula a los colores de la bandera de Brasil.

La fiesta que incluyó árboles andantes, tambores de Olodúm y música de Pitbull, en una ceremonia algo más austera de lo esperado en un país que prometió emocionar al público desde el primero al último minuto del torneo.

La presidenta brasileña Diulma Rouseff se negó a hacer un pronunciamiento para evitar dar espacios a confrontaciones con personas que están en contra de los gastos contraídos por la realización de este Mundial.

El Arena Sao Paulo se llenó de gran colorido para deleitar a los fanáticos del futbol que acudieron a esta fiesta balompédica que dará formal apertura con el duelo entre la selección anfitriona y Croacia.

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