“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Cancún es uno de los principales destinos turísticos del mundo, significa el ingreso de más de la mitad de las divisas a México y es líder en la materia en Latinoamérica, pero pese a su fama tiene un lado oscuro, donde la belleza y el éxito no brillan con tanta intensidad: la cara de la pobreza y marginación; el rezago de los servicios públicos, la desintegración familiar, y cada vez más, de la violencia e inseguridad.
Dada la magnitud de los problemas y la incapacidad gubernamental para enfrentarlos, HORA 14 aprecia que es mediante acciones de la sociedad civil organizada como se construyen espacios e instituciones que ayudan a las personas más desamparadas.
De esta forma, ayer se cumplieron 13 años de la fundación de Ciudad de la Alegría, bajo la tutela de la Prelatura Cancún-Chetumal, encabezada por el obispo Pedro Pablo Elizondo, como su presidente honorario, quien ofició una misa de acción de gracias.
Ciudad de la Alegría, orgullo de la Iglesia católica en Quintana Roo, es un complejo de 12 hogares y centros de atención operados por organizaciones y congregaciones religiosas.
Anualmente ayuda a más de 30 mil personas, incluyendo ancianos, mujeres víctimas de violencia, adolescentes embarazadas, enfermos terminales y familias en extrema pobreza; próximamente contará con un centro de atención y hogar para migrantes indocumentados provenientes de países de Centroamérica en su paso hacia Estados Unidos.
La suma de voluntades y capitales que dan vida a Ciudad de la Alegría pasa por representantes de la industria hotelera, de las principales universidades y varios sectores productivos más de una ciudad como Cancún que es reconocida a nivel mundial como lo máximo en la industria del entretenimiento, del sol y playa.
Acaba de incorporarse Mónica Roberts como directora general de la Fundación Ciudad de la Alegría, quien dijo a HORA 14 que auditores externos de Pricewatherhouse Coopers avalaron sus estados financieros, donde destaca al 31 de diciembre de 2013 un pasivo y patrimonio contable de más de 51 millones de pesos, fruto de donaciones individuales, de empresas y organizaciones, obviamente todas ellas deducibles de impuestos.
Pedro Pablo Elizondo recordó al extinto empresario hotelero Fernando García Zalvidea, cuya última empresa fue Best Day, como uno de los fundadores de Ciudad de la Alegría, quien logró conjuntar en un solo sitio a varias congregaciones religiosas católicas para atender diversos centros especializados, a través de la caridad.
En una de las orillas marginadas de Cancún se encuentra Ciudad de la Alegría, donde opera el centro de recepción y distribución de donativos en especie “Hogar de Cobija y Pan”, “Hogar de la Mujer”, operado por las hermanas esclavas del Divino Corazón de Jesús para atender a madres solteras víctimas de violencia y adolescentes embarazadas.
En el Centro Integral Juan Pablo II se forma espiritualmente a mil 200 alumnos del “Colegio Mano Amiga” que provienen de familias de escasos recursos y a más de 5 mil personas de la comunidad. Funciona aquí “Acción Liberadora”, dirigida por frailes de la Orden de la Merced, que atienden casi a 3 mil personas con servicio legal, tanatológico, espiritual, medicinas, entre otros.
El “Hogar de los Abuelitos” es operado por la Congregación de las Aliadas Carmelitas Descalzas de la Santísima Trinidad en beneficio de más de 50 ancianos con cuidados y asistencia para una vida con dignidad. Existe además el “Hogar de Desarrollo Humano”, espacio de calidad para eventos, con 23 habitaciones, comedor, capilla, auditorio y estacionamiento.
El “Hogar Formativo Don Bosco” acoge a adolescentes y jóvenes en situación de riesgo de calle, para brindarles una vida mejor mediante educación integral y capacitación técnica, que apoya a más de 35 jóvenes al mes.
Con el “Programa Hombre”, en este lugar se ofrece internado y centro integral para la intervención terapéutica, reintegración familiar, social y laboral; además el hogar CARFANAUM ofrece residencia y cuidados a niños y adultos que sufren Sida y otras enfermedades terminales.
“Misión Maya” es un red internacional de voluntarios y misioneros que apoyan la tarea de formación y desarrollo en la zona maya, al atender necesidades humanas y espirituales, y en el “Hogar de los Niños” se ofrece estancia infantil para menores de uno a cuatro años, hijos de familias vulnerables.
De esta forma, la Iglesia católica ejerce la caridad cristiana en su diaria competencia por las almas descarriadas y caídas en desgracia ante la movilización de más de 60 asociaciones religiosas registradas por la Secretaría de Gobernación, tan sólo en Cancún, confrontación que será motivo de otro análisis en punto de la HORA 14.
