“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Casos como nepotismo y tráfico de influencias generan severas resistencias al incremento de ingresos propios para el ayuntamiento de Benito Juárez, según dijeron a Hora 14 los desarrolladores inmobiliarios, pues “coyotes” y burócratas recomiendan que hagan sus trámites en determinadas notarías, cuyos titulares tienen parentescos directos con las mismas autoridades.
Para este año, el municipio de Benito Juárez debe recaudar más de 852 mdp de un total de 2 mil 215 mdp, pero la baja recaudación no sólo depende de evasiones por parte de burócratas menores, de los “moches”, comisiones y descuentos discrecionales en todo trámite. Los recursos autorizados a los municipios son el impuesto predial y los derechos de agua, las fuentes de contribución local más importantes dentro de su esquema recaudatorio, siendo el predial el gravamen con gran potencial de recaudación.
Hora 14 aprecia que para el municipio de Benito Juárez el catastro es fundamental, porque censa los bienes inmuebles asentados en Cancún, registra los datos exactos relativos a sus características, determina su valor catastral y conoce la situación jurídica de los mismos respecto a sus propietarios, fundamental para la captación de recursos a través del cobro de diferentes impuestos a la propiedad inmobiliaria, como son el predial y el traslado de dominio, entre otros, pero todo esto se extravía bajo la sospecha de nepotismo y posible tráfico de influencias en la actual administración.
Como ejemplo está el cobro del Impuesto Sobre Adquisición de Inmuebles (ISAI) en adquisiciones de bienes inmuebles, contratos de compra-venta con reserva de dominio, remate judicial o administrativo y por adjudicación sucesoria, permuta, transmisión de la propiedad de bienes inmuebles (constitución de fideicomiso), cesión de derechos, transmisión de propiedad por herencia o legado, arrendamiento financiero, dación de pago, todos ellos de necesario trámite notarial.
Se trata del 2% sobre el valor de adquisición o precio pactado y/o avalúo catastral y/o avalúo practicado, más el 10% del impuesto adicional para el fomento turístico, desarrollo integral de la familia, desarrollo social y promoción de la cultura.
Cuando los desarrolladores inmobiliarios tienen que cumplir sus obligaciones de impuestos ante el ayuntamiento de Benito Juárez, literalmente les colocan ante dos puertas, las del “cielo” o del “infierno”. En las primeras les allanan de facto cualquier problema con el beneficio adicional de apetitosos descuentos en multas y recargos, pues si equivocan el camino pueden decirle adiós a sus proyectos de negocio.
Resulta que la comuna funciona con un director general de Catastro, que es Heyden Cebada Ramírez, cuyo hijo es el notario número 62, Heyden Cebada Rivas, a su vez casado con la directora general del Instituto Municipal de Planeación del Desarrollo Urbano, Santhy Montemayor Castillo. Usted amable lector, responda a Hora 14: ¿ésta es una puerta al infierno o al cielo?
Por cierto, Heyden Cebada Ramírez fue director de Obra Responsable (DRO) del proyecto Dragon Mart, que fue nuevamente multado por la Profepa por 14 mdp por daños ocasionados al ecosistema.
¿También será para los desarrolladores inmobiliarios una puerta al infierno o al cielo la Notaría número 20 de Benjamín de la Peña Mora, cuyo hijo es el actual secretario general del Ayuntamiento de Benito Juárez, José de la Peña Ruiz de Chávez?
O dígame usted si la Notaría número 6 de Jorge Rodríguez Carrillo, padre del director de Asuntos Jurídicos de la presente administración municipal, Jorge Rodríguez Méndez, será para la lógica de los desarrolladores inmobiliarios una puerta ¿al cielo o al infierno?
Algunos dicen: piensa mal y acertarás, pero la otra coincidencia para quienes utilizan dichas notarías es que sin necesidad de formal petición al director de Ingresos o al tesorero municipal, evitan el recargo por los meses de atraso en las escrituraciones, se los aplican de facto, pero esto será motivo de análisis en otra entrega a la Hora 14.
