• Especialista señala que tienen cavernas naturales, que en la región se les denomina “cenotes” y que por su complejidad han generado un sin fin de fallas en las viviendas

Alberto Aguilar

Adriana Martínez Molina, integrante del Colegio de Arquitectos, dijo que aunado al problema de la falta de servicios, se suma la aplicación de materiales inadecuados en las casas, espacios exageradamente reducidos y las constantes apariciones de vicios ocultos. (Foto: Santiago Rodas)

Cancún.- Para la presidenta del grupo consultor “Ciudades” e integrante del Colegio de Arquitectos de Quintana Roo, Adriana Martínez Molina, el principal problema en rezago de obra pública que presentan los fraccionamientos y unidades habitacionales en este destino de playas, se debe principalmente a que los fraccionadores han comprado “tierras baratas”, que se ubican a varios kilómetros del centro de la ciudad, lo que acarrea una especie de “rezago tolerado” en cuanto a vialidades, drenaje, basura, nomenclatura, entre otros males.

Martínez Molina, quien se encuentra participando en el programa de rehabilitación del centro de la ciudad, señaló que en un principio el programa de fabricación de viviendas fue avalado por el gobierno federal, pero al paso de los años algunas desarrolladoras particulares tomaron la iniciativa de fabricar casas y fraccionamientos, porque fue en este lapso donde se dio el problema.

“Lo que hicieron los desarrolladores fue comprar terrenos en las periferias de la ciudad y empezar a fabricar desarrollos habitacionales, que en un principio resolvía el problema de la vivienda, pero fomentaba otro, que es precisamente la falta de servicios”, explicó Adriana Martínez.

La entrevistada señaló que algunos de estos terrenos donde actualmente se asientan los fraccionamientos de Cancún, son terrenos inestables y riesgosos, pues tienen cavernas naturales, que en la región se les denomina “cenotes”, y que por su complejidad, han generado fallas en dichas viviendas.

Martínez Molina dijo que el problema de la inseguridad, la pavimentación y la falta de servicios, no es tanto “un problema de fondo sino de forma”, pues si el ayuntamiento argumenta que la mayoría de los fraccionamientos no están municipalizados, entonces quiere decir que dicho predio sigue siendo de la desarrolladora, por lo que los ciudadanos deberán acudir a las instancias legales como Profeco, Desarrollo Urbano municipal e incluso los juzgados civiles, para obligar a la constructora que se haga cargo de los servicios, aunque ya lleven más de diez años habitando el lugar.

“No importa cuánto tiempo tengan viviendo la casa, si en el ayuntamiento les dicen que el terreno no ha sido entregado a la municipalidad, entonces sigue siendo de la fraccionadora, y esta tiene que resolver los problemas que sus compradores tengan, hasta que hayan cumplido con el cabal requisito de entregar al ayuntamiento”.

Finalmente, la especialista dijo también que aunado al problema de la falta de servicios, también se suma la aplicación de materiales inadecuados en las casas, así como los espacios exageradamente reducidos y las constantes apariciones de vicios ocultos.

“No se puede continuar con esto, se tiene que poner un alto y éste lo tiene que poner la autoridad”.