“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
Voracidad. Impunidad y constantes violaciones la ley. Así, con estos enunciados podemos sintetizar la tragedia de Cancún, donde inversionistas hoteleros, desarrolladores turísticos y servidores públicos han depredado sus riquezas naturales, poniendo en peligro la sustentabilidad de este destino a largo plazo, pero eso sí, llevándose éstos últimos de manera indebida carretadas de dólares.
Aquí, el mensaje es que quienes tienen el suficiente capital e influencias están por encima del marco legal, no así el resto de los mortales. El dinero manda, así ha sido, así es y desafortunadamente así será por el cáncer social de la impunidad, flagelo que ha alejado a la ciudadanía de los partidos políticos, que hoy sufren falta de credibilidad y ya ni mencionar lo que piensa la mayoría de los mexicanos de aquellos personajes que se dedican a la política.
Por eso, en Cancún prevalece la máxima de “más vale pedir perdón que pedir permiso”, y muy bien lo saben y aprovechan magnates hoteleros, como los hermanos Carmen y Luis Riu. Como muestra de ello, fue la construcción -sin permiso- del hotel RIU Palace Las Américas en 2003, donde los dueños del Grupo RIU Hotels tuvieron que pagar una multa de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente por daño ecológico que ascendió a 3.5 millones de dólares.
Hoy estamos ante otro atentado en ciernes por parte de los hermanos Riu contra el ecosistema de Cancún, ya de por sí vulnerado por los desarrolladores hoteleros e inmobiliarios y la complicidad de los funcionarios, pues los dueños de Grupo RIU ya tienen en sus manos la Licencia de Construcción 68269 para un nuevo centro de hospedaje en el kilómetro 17 del bulevard Kukulcán, en la hacinada y sobre densificada zona hotelera, misma licencia que les emitió la Dirección de Desarrollo Urbano del gobierno de Paul Carrillo de Cáceres.
Dicho documento fue entregado sin que esta poderosa cadena hotelera española cuente con los respectivos permisos que otorga el gobierno federal, como son la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) o el cambio de uso de suelo en terrenos forestales que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el programa de actividades de la Feria Internacional del Turismo -FITUR- en Madrid, España, como colofón a la XVIII Conferencia Iberoamericana de Ministros y Empresarios de Turismo (CIMET) donde se dará el banderazo a un nuevo impulso a la internacionalización de las empresas turísticas ibéricas y para la comercialización de los destinos de América en España, habrá un homenaje a Carmen y Luis Riu.
A estos consejeros delegados del Grupo Riu Hotels se les reconocerá con un diploma de honor como “Próceres del Turismo Español”, al tiempo que también se les entregará la insignia de oro y brillantes de CIMET 2015.
Pero no solamente la corrupción e impunidad ocurre en el ámbito hotelero, también afecta a los inversionistas locales como es el caso de Antonio Hoil Kumul, empresario yucateco, víctima de la impunidad y corrupción del gobierno de Agapito Magaña en Isla Mujeres.
Como propietario de un predio junto al edificio municipal donde actualmente opera el establecimiento de venta de joyería y artesanías “Margarita Village”, busca sin resultado alguno cancelarles la licencia de funcionamiento, misma que por reglamento requiere su “anuencia”, pero aún así persiste la ilegal ocupación por parte de Onésimo Valentín Llano y Miguel Ángel Fernández Martínez.
La certidumbre jurídica en torno a este inmueble de 800 metros cuadrados, localizado en la confluencia de las calles José María Morelos Sur y Benito Juárez, en el centro de Isla Mujeres, no se ha podido restablecer, pese a varios oficios a las direcciones de Fiscalización, Ingresos, Desarrollo Urbano, así como la alcaldía de Isla Mujeres, y es una muestra más de lo que enfrenta la ciudadanía en Quintana Roo para desaliento de la inversión y el fomento al comercio, pero esto será motivo de análisis en otra entrega en punto de la Hora 14.
