- Una manifestación tan sofisticada como el ballet clásico, sale del espacio sagrado del teatro y se posiciona del espacio público para llegar a una comunidad más amplia
Los bailarines mostraron sus dotes artísticas
La Compañía de Danza Clásica de Quintana Roo culminó la temporada 2015 de sus presentaciones, con una magna escenificación de El Cascanueces, el lunes 14, en la Explanada de la Bandera.
Un vasto público compuesto por familias de diversas colonias de la ciudad, pudo disfrutar de esta obra coreográfica universal, dirigida por Cindy Marrufo Villanueva y auspiciada por la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) de Quintana Roo.
De esta manera, se cumple un objetivo de la política cultural que impulsa el gobernador Roberto Borge Angulo, cuando una manifestación tan sofisticada como el ballet clásico, sale del espacio sagrado del teatro y se posiciona del espacio público para llegar a una comunidad más abierta, plural y democrática; y lo hace con éxito.
Se trata de una versión coreográfica, con toques de actualidad, concebida por Víctor Cervantes sobre la original creada en el siglo XIX por Lev Ivanov con el libro de Marius Petipa.
Los comentarios de los espectadores fueron variados y mayormente positivos, así como los hondos y extensos aplausos con que fue reconocida la buena labor de estos bailarines.
La música del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky vibró en el aire de la explanada y a su ritmo se movieron los danzantes con gran virtuosismo, redondeando con esta función un regalo masivo de Navidad.
Las noches del 12 y 13 de diciembre, el público disfrutó también de la magnífica puesta en escena de esta obra clásica, en el teatro Constituyentes del 74.
Entre el público estuvieron presentes la presidenta del Sistema DIF Estatal, Sra. Mariana Zorrilla de Borge; el secretario de Educación y Cultura, José Alberto Alonso Ovando, artistas y miembros de la prensa.
Bailarinas y bailarines mostraron sus dotes artísticas, interpretando esta coreografía del maestro Víctor Cervantes, sobre la original creada en el siglo XIX por Marius Petipa.
Este ballet fue estrenado a nivel mundial el 17 de diciembre de 1892, en el legendario teatro Mariinsky de San Petersburgo, con la coreografía original de Lev Ivanov y el libro de Marius Petipa.
La primera historia que se conoce de El Cascanueces está basada en el libro de cuentos de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann titulado: El Cascanueces y el rey de los ratones (1816).
Sin embargo, el argumento que daría vida, años más tarde, al ballet de Piotr Ilich Tchaikovsky deriva de una adaptación que Alejandro Dumas (padre) hiciera del texto de Hoffmann.
