La economía del estado, semiparalizada

• Pidan prestado a los bancos, les dijo el pasado fin de semana y ellos respondieron: ¿con qué vamos a pagar los créditos?

José Luis Montañez Aguilar

La dosis que Felipe Calderón recetó a los mexiquenses al golpear su economía, sacando del aeropuerto de Toluca a las líneas Interjet y Volaris, con lo que este año esa terminal dejará de recibir 2 millones de pasajeros, se repite en el estado peninsular, al que se le ha frenado toda posibilidad de crecimiento como punto número uno del país, en cuanto a potencial turístico.

No autorizó el aeropuerto en la Riviera Maya so pretextos ecológicos, ni tampoco dejó que el Tianguis Turístico fuera traído a Cancún para reactivar la economía. Las inversiones de nuevos hoteles y grandes desarrollos turísticos se los están llevando para la Riviera Nayarit. Hace tres años en Los Pinos, ante unos 300 periodistas de provincia, Felipe Calderón les anunció con todo orgullo que la Riviera Nayarit iba a ser un desarrollo turístico tres veces más grande que Cancún. Sólo que ese proyecto está resultando todo un galimatías, pues lo que no tiene ese corredor costero del país, son las condiciones únicas en el mundo que tiene Cancún y, por supuesto la Riviera Maya.