- Deuda de 300 millones de pesos
La inmigración procedente de Chiapas ha institucionalizado su primera escala en Bacalar y hasta ahí se queda mucha gente que planeaba llegar a Cancún.
Bacalar.- Ante la deuda de 300 millones de pesos que enfrenta el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Bacalar, los proveedores ya no pueden dotarlos de insumos para apoyar a lo dos mil adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad ni a los menores conocidos como “chapitas” que llegan al Pueblo Mágico para vender artesanías, pero viven en condiciones de hacinamiento.
Y es que en Bacalar habitan dos mil adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad y en ocasiones llegan en promedio 40 niños “Chapitas” (proceeentes del estado con ese nombre) a vender artesanías en forma temporal.
Sin embargo, el DIF local carece de recursos para atender y resarcir las necesidades de esos sectores, pues la anterior administración municipal no dio la importancia necesaria a la asistencia social.
El apoyo de instituciones como la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) de organismos locales, permite mitigar las carencias alimentarias, educativas y económicas, reconoció el regidor José Guadalupe Coronel Medina.
En las 57 comunidades rurales de Bacalar existen por lo menos dos mil adultos mayores que presentan vulnerabilidad social, tienen desnutrición y enfermedades crónico-degenerativas.
“La colaboración de las instituciones pero sobre todo de la ciudadanía, mediante sus donativos, ha permitido reducir la desigualdad social que enfrentan los adultos mayores y familias en condiciones de marginación”, destacó.
El representante de la Central Campesina Cardenista, Juan Francisco Mayans Patiño, señaló que el DIF de Bacalar presenta adeudo de 300 mil pesos con proveedores, por ello es imposible obtener insumos y brindar mauyor apoyo.
“Se le adeuda dinero a varias empresas y comercios, por eso no se pueden tener insumos para apoyar a la gente de comunidades rurales que no tiene acceso a medicinas, educación o recursos económicos”.
