Tercera de diez partes
- El descendiente de un reconocido pelotero, ya fallecido, es ahora parte de la Selección Nacional de la Conade
Benito Juárez.- La joven promesa, Raúl Martínez, tiene el beisbol en su ADN, hijo de pelotero que jugó en Liga Mexicana, se siente orgulloso de seguir los pasos de su padre y ser uno de los dos quintanarroenses, el otro es Fernando Berumen Flores, que junto con otros 28 jóvenes talentos mexicanos integran ya la selección nacional juvenil del rey de los deportes.
El padre de Raúl Martínez, de quien heredó el nombre, jugó en los equipos de Saltillo, Monterrey y Los Rojos del México, antes de tomar el nombre de Diablos, fue quien, antes de morir, inculcó en su hijo el amor al deporte y en especial por el juego de pelota.
Desde los nueve años Raúl se integró como catcher a la novena dirigida por el mánager Víctor Nava Vera, Ejidatarios de Bonfil, quien lo guió para ganar cuatro campeonatos y lograr el récord de 102 partidos invicto.
Junto con otros jóvenes a nivel nacional, Raúl Martínez acudió a la convocatoria de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte que, junto con la Selección Mexicana de Beisbol, la Federación Mexicana de Beisbol, buscaron por toda la República jóvenes de entre 11 y 16 años, con talento o habilidades en este deporte, con el fin de integrarlos a la primera academia, que se espera sea semillero de peloteros que no sólo jueguen en la Liga Mexicana, si no también en las Grandes Ligas.
“Yo me quedé como seleccionado por que le eché ganas, porque ellos (los enviados de la Conade) se fijaron en los que más ganas y esfuerzo le pusimos”, relató con orgullo esta promesa del deporte, “éramos 600 los que fuimos al “Beto Ávila”, formamos equipos y jugamos entre nosotros, de ahí, apartaron a los que integrarían la selección estatal y la nacional”.
Ya como preseleccionado, Raúl enfrentó una nueva prueba en Guadalajara, donde participaron solo 63 jóvenes de todo el país, de los que solo 30 seran becados por la Conade durante un año, donde se enfrentarán a selecciones de otros países.
“Aunque mi padre ya no me puede acompañar, sé que estaría orgullosos de que me gane un lugar en esta oportunidad”, manifestó con una gran sonrisa. “Que los chavos que quieran lograr alguna meta ya sea en el deporte, en el trabajo o en el estudio, que no se desanimen, que lo intenten una y otra vez, con todas las ganas, porque yo así lo hice, incluso pensé que no me iba a quedar” dijo.
“Quiero destacar en el beisbol, ser como mi padre, jugar en la Liga Mexicana o ¿por qué no?, quiero jugar con mi equipo favorito los Yankees de Nueva York”, reveló sus sueños en voz alta el jugador de apenas 15 años, que sin lugar a duda hará una realidad.