- Con un pie en cárcel de Estados Unidos
José Luis Montañez
La titular de Relaciones Exteriores (SRE) , Claudia Ruiz Massieu, informó que el proceso de extradición contra Joaquín El Chapo Guzmán Loera sigue tal como la dependencia le notificó al propio narcotraficante el pasado 20 de mayo.
La canciller aclaró que el capo no ha interpuesto ningún amparo en contra de los dos acuerdos de su extradición, para lo cual cuenta con 30 días hábiles, que se cumplen el 1 de julio.
Los abogados han comenzado a litigar ya con el gobierno norteamericano para llegar a acuerdos iniciales sobre las condiciones en que estaría internado El Chapo y que deberán sujetarse al tratado de extradición.
Y cuando eso ocurre, en Estados Unidos jueces se preparan y especialistas especulan acerca de los juicios que se fincarán a El Chapo Guzmán; estiman que bastará con el video de la entrevista que le hicieron Sean Penn y Kate del Castillo, acerca de sus actividades y de los alcances (en términos económicos) del Cártel de Sinaloa, para tipificarle varios delitos.
Y es que en la Unión Americana, la confesional sigue siendo la prueba reina y en la referida entrevista de los actores a El Chapo, éste realiza una serie de revelaciones que constituyen el cuerpo del delito, como reconocer la destrucción masiva de las drogas y que “no había otra manera de sobrevivir (en su pueblo donde él se crió) que explotar la producción y distribución de las drogas”.
Para los abogados, con el texto y el video de la referida entrevista de los actores para la revista “Rolling Stone” es suficiente prueba para un juicio y “hasta un estudiante de segundo año de la carrera de Derecho lo puede mantener en la cárcel”, señaló Thomas Shakeshaft, ex fiscal del caso Chicago contra El Chapo Guzmán.
Y explica que lo único que debe hacerse es probar que el video es auténtico y no fue grabado a la fuerza, que se les haya obligado a los actores a hacer un papel como tales, es decir, a simular.
Para ello, será importante lo que tengan que declarar los dos actores, pues ya le entregaron a la fiscalía la video-entrevista en la que El Chapo Guzmán habla sobre su vida y su larga carrera como narco.
Los abogados, entre los que se encuentra también Robert Bennett y Hogan Lovells (que representaron a Bill Clinton en el caso Lewinsky), consideran que la justicia norteamericana está suficientemente preparada para iniciar, no uno, sino varios juicios y en diferentes modalidades contra Joaquín Guzmán.
Y enumeran que Nueva York tiene otra legislación, pero también lo requiere California, New Hampshire, Ilinois, Texas y Florida, con leyes totalmente diferentes y hasta polarizadas entre sí, que han armado sus respectivos casos contre el líder del Cártel de Sinaloa, más o menos por los mismos cargos: tráfico de drogas y conspiración.
Hasta antes del 2009, no se tenía grabada la voz de Joaquín Guzmán, menos aún alguna confesión y fue preciso que uno de los colaboradores de la DEA hablara con él por teléfono. Fue Pedro Flores, que grabó tratos sobre el precio de la heroína.
De ahí, que los litigantes de EU le concedan un gran valor jurídico a la entrevista de Sean Penn y Kate del Castillo, ya que la justicia norteamericana considera que ellos no cometieron ningún delito, pero necesariamente deben ser llamados a declarar y automáticamente se convierten en testigos, pues no existe en EU ninguna ley que diga que una persona no puede hablar con un fugitivo, pero te conviertes en cómplice si le brindas asistencia, dinero y comida, si sólo te reuniste para entrevistarlo, no cometiste ninguna actividad criminal.
Pusieron como ejemplo el juicio a Judith Miller, cuando la CIA le pidió revelar sus fuentes de información sobre armas de destrucción masiva en Irak. Ella escribía para el “The New York Times” y se verificó que dijera la verdad.
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