- Autoridades, cómplices del daño
Cancún.- En riesgo, en la zona norte de Quintana Roo, el tiburón ballena, un legado legendario para las nuevas generaciones, que se está ahuyentando y dañando, con la explotación irregular y saturación de embarcaciones, que de aproximadamente 40 permisionarios, hoy oscila a más 300 en Holbox, Isla Mujeres y Cancún.
El avistamiento de tiburón ballena, para Aly Fuentes Cruz, prestador de Servicios Turísticos Náuticos de Isla Mujeres, es una experiencia que no se compara con ninguna otra, al nadar con el pez más grande del mundo, que desde hace 60 millones de años logró sobrevivir y adaptarse a la nueva era.
Al hablar de la belleza del tiburón ballena, la preocupación lo embargó, y cambió de tajo su semblante ante la impotencia de no poder hacer nada contra las embarcaciones “pirata”, el incremento de grandes embarcaciones, y de “seudocapitanes” imprudentes, que a su paso dañan al pez.
Denunció que en plena temporada vacacional, el fin de semana pasado, al menos 180 embarcaciones de mediano y gran calado se concentraron en un solo punto, al encontrar un grupo de tiburones ballena, donde debería de haber uno para cada embarcación.
Empero, al recorrer una distancia aproximadamente de 18 millas náuticas de Isla Mujeres, la falta de vigilancia de la Profepa, parques y demás autoridades, era evidente, al detectar en dicho punto decenas de lanchas, yates y barcos de lujo de gran calado irregulares que no deberían estar ahí.
Al adentrarse desde los tres años a la vida marina y nadar en las aguas del Mar Caribe, pone su granito de arena al pedir a sus clientes respetar ciertas reglas de nado en el tour, como es “no tocar al enorme pez”, entre otras recomendaciones, que ponen en práctica los isleños para procurar que sus hijos y las nuevas generaciones disfruten del tiburón ballena en la zona norte de Quintana Roo.
Autoridades, cómplices del daño a tiburón ballena
El pez, que mide un promedio de 12 metros de longitud, al parecer sufre del desdén, tanto de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y del área de Vida Silvestre, que para satisfacer la exigencia de empresarios y “recomendados” autorizó permisos a diestra y siniestra, según quejosos, como el prestador de servicios, Pedro Fuentes.
La velada queja contra Aquaworld y Ultramar, por la sobreexplotación del avistamiento del tiburón ballena, es “un secreto a voces”, empero, algunos pescadores y cooperativistas prefieren omitir el nombre, a diferencia algunos adheridos a Isla Bonita.
Los quejosos alzan la voz, al contar que “muchos” dañan a la especie, al lesionarlos con la propela o simplemente golpearlos al acercarse demasiado para satisfacer a sus clientes.
Ante dicha situación, el quejoso volcó su enojo a la Conanp, y área de Vida Silvestre, al aprobar y dar salida expedita a “particulares y recomendados” sin experiencia, mientras que a otros que saben el manejo de la especie, y adecuan sus embarcaciones para dar un mejor servicio, los rezagan y les “dan luz verde” por presiones y cuando ya va a terminar la temporada.
La competencia desleal e irregular explicó, no es cosa nueva, y se da en todos los ámbitos del sector pesquero y turístico vinculado con tours acuáticos, donde lamentablemente el poder adquisitivo y “compadrazgos” rebasan a quienes tienen que trabajar en cada temporada para reunir el sustento de su familia.
Añadió que la renovación, mantenimiento o adecuación de sus embarcaciones no es “económico”, sino todo lo contrario, ya que tan sólo en trámites y permisos mínimos, se gastan hasta 50 mil pesos, sin contar otras que no puede suplir el sector pesquero, que difícilmente realizan dicha actividad en sus lanchas.