- Fue invitado por el 64 Batallón
- José Alejandro Gil Montero padece una enfermedad neurodegenerativa
Cancún.- El joven José Alejandro Gil Montero, quien fue invitado por el 64 Batallón de Infantería como soldado honorario, al que le rindieron honores después de haber interpretado el Himno Nacional, cumplió su sueño y le entregaron un reconocimiento, una réplica de un soldado y una placa con su nombre para que la traiga colgada.
Según el teniente coronel de infantería, Jesús Manuel Torres Ávalos, segundo comandante del 64 Batallón (con 535 elementos) la visita consistió en recibirlo, dotarlo de un uniforme, un desfile en su honor, cantar el Himno Nacional darle un reporte del día (sin novedad) , porque las fuerzas armadas están en la mejor disposición de apoyar en todo lo que sea necesario a la sociedad, en este caso brindando un día feliz, abriendo las puertas a José Alejandro, quien cumplió su anhelo.
José Alejandro, quien es el más pequeño de una familia de 3 hermanos, padece de una enfermedad neurodegenerativa y desde los 10 diez años es atendido en el CRIT.
Su ilusión era tener su credencial de elector y su cartilla militar
Su madre, Doris Angélica, afirmó que su ilusión desde pequeño fue tener su credencial de elector, su cartilla militar y ser parte del Ejército, al que admira y que ayer se le hizo realidad.
Este joven, que es el consentido, conforme ha pasado el tiempo se ha agravado su salud, pues antes hablaba y caminaba, y en el CRIT le han enseñado a su familia que hay que ver la vida positiva por lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que perdemos, y “eso nos falta a los mexicanos”.
Le llama la atención el respeto al uniforme
Lo que le llama la atención de los soldados, es que irradian respeto al uniforme, su entrega a la patria, ayudar al prójimo, porque no piensan en ellos, sino en los demás, demostrando siempre su valor, y lo que se proyecta al ver a un soldado por su uniforme y su persona, y sobre todo con los sismos que han afectado a los mexicanos.
Su maestra, Diana Correa, coordinadora de proyectos especiales, afirmó que la gente del batallón, al saber el sueño de Alejandro, se acercaron, lo invitaron y amablemente le abrieron las puertas, por lo que están muy agradecidos de que lo hayan recibido.