Derecho de réplica

 

 

El candidato a presidente municipal por Morena en Puerto Morelos, Juan Pablo Aguilera Negrón, denunció que el proceso del domingo pasado fue una elección de Estado, porque se usó la fuerza pública, a los empleados, los vehículos y todo lo del ayuntamiento, para darle el triunfo a Laura Fernández.

Dijo que lo denunciará en todas las instancias, para que se revoque el resultado, porque se impuso con todas las mañas posibles.

“Vamos a llegar hasta la última instancia, iremos a Xalapa y a la Ciudad de México si es necesario; el jueves es la sesión para que el Instituto Electoral autorice que se abran todos los paquetes y se realice el conteo; ya sabemos qué contienen, porque el fraude se hizo antes de que llegaran, van a avalarlo.

“Nosotros vamos a impugnar la elección”, destacó.

Aguilera Negrón dijo que en esta elección, la fuerza pública reprimió a Puerto Morelos y se manipuló el resultado, ya que se usó al personal y todo lo del municipio, desde que inició la campaña de Laura Fernández; “fue un cochinero en el que nos extraña que la policía Estatal y Federal brillaron por su ausencia, a pesar de que solicitamos el apoyo, pero nadie nos hizo caso”.

“Embarazaron urnas”

El morenista afirmó que embarazaron las urnas, porque hay boletas de más; “se reciben 500  boletas y cuando se hizo el conteo final hay de más, quisieron sacar las de nosotros para que queden las de ellos, es un desmadre”.

Comentó que también hubo turismo electoral, gente que empadronaron en Cancún y la llevaron a votar a Puerto Morelos; “usó toda la maquinaria; votaron un poco más de diez mil personas, el padrón es de 18 mil, ya con el aumento, en dos años creció 4 mil el padrón”.

Del gobierno de Laura Fernández, Juan Pablo declaró que  ha sido muy malo, se ha dedicado a saquear, ha construido propiedades a su nombre; compró un rancho en la ruta de Los Cenotes, los empleados que trabajan ahí están en la  nómina del municipio, el material se factura; mandó a remodelar 12 domos por un millón 800 mil pesos cada uno, en el municipio sólo hay dos y facturó con empresas fantasma”.

Expresó que todas esas anomalías ya las denunciaron, para que las investigue la PGR, la autoridad  determinará si hay o no delito qué perseguir, porque existe la presunción que se cometieron delitos electorales.

Juan Pablo, de 42 años de edad, es empresario, vive en Puerto Morelos desde hace varios años con su esposa y una hija, llegó a Quintana Roo, nació en Yucatán,  pero toda su vida estuvo en Tabasco y en 1998 vino a Puerto Morelos.

Morena, primera fuerza política del estado

Cuatro veces crecieron los votos que obtuvo Morena en Quintana Roo de las elecciones de 2016 a las realizadas el domingo pasado, con los que esta vez ganó los tres municipios más importantes del estado y se llevó “carro completo” en los cargos federales en juego en la entidad: las senadurias en manos de Marybel Villegas Canché y José Luis Pech Várguez, así como las cuatro diputaciones, de Mildred Ávila Vera, Jesús Pool Moo, Carmen Patricia Palma Olvera y Adriana Paulina Teissier Zavala.

Pech Várguez reconoció que las victorias obtenidas fueron propiciadas por el arrastre electoral del que será el próximo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero también fue resultado de la nominación de buenos candidatos, quienes demostraron su valía en todos los cargos en juego.

Votación para Mara, sin precedente 

José Luis Pech Várguez precisó, que en las presidencias municipales en el 2016, que fue la última en la que participaron, lograron en todo el estado 50 mil 509 votos, que representan un 10.1 de la elección. En esta ocasión llevan hasta el momento 268 mil 618 sufragios, que representan el 43.9 por ciento de todos los votos emitidos en el estado, representa cuatro veces lo obtenido en  la elección pasada.

Asimismo, destacó que en el caso de Cancún, con datos preliminares, tienen 162 mil votos de un total de 280 mil, que  representa el 58% de los emitidos en Cancún para Mara Lezama, por lo que queda demostrado el crecimiento de Morena, sobre todo porque tienen un  líder indiscutible, que ha sido un gran parteaguas en la elección nacional, en el que se invitó a personas notables de la sociedad que los acompañaron en esta contienda electoral, donde el principal objetivo es luchar contra la corrupción.

El PRI, el gran perdedor

Sin duda alguna, el gran perdedor en esta elección es el PRI y la alianza PAN-PRD-MC. El Revolucionario Institucional, que, de la mano de Enrique Ochoa y Raymundo King, decidieron candidatos y candidatas, haciendo a un lado y menospreciando a su militancia, de los ocho ayuntamientos, que hasta hoy, gobierna con sus aliados el Verde Ecologista y Nueva Alianza, ahora sólo estarán en cuatro, a partir del 29 de septiembre próximo.

El tricolor perdió más que eso, pues sólo gobernará con militantes surgidos en Isla Mujeres, donde fue reelecto Juan Carrillo, quien recibió serias amenazas del crimen organizado por medio de narcomantas, y con Pedro Joaquín Delbouis, como candidato externo, no afiliado al PRI, en Cozumel; además, el Revolucionario en Quintana Roo perdió su hegemonía en senadurías y diputaciones federales.

El beliceño

Después del fracaso del otrora partidazo en el 2016, donde perdieron la gubernatura, el “líder” del tricolor en Quintana Roo, Raymundo King, terminó de hundir al PRI y a su paso maratónico al fracaso arrasó también con la carrera política de Susana Hurtado, quien tendrá que reponerse de este fatal golpe, si lo hace, y decidir su regreso a este partido o inicia una carrera en Nueva Alianza, después de afiliarse a ese partido en marzo pasado para contender y perder el 1 de julio.

Debido a la necedad de Raymundo King, el PRI perdió dos años en “reorganizarse”, reponerse y reconciliarse con la sociedad quintanarroense, que observó como el aún diputado local, con su doble sueldo (como ex dirigente de PRI y como legislador) continuó sacando lo que pudo de este partido, hasta dejarlo en la miseria electoral, donde la simulación de “lideresas de colonia” y el voto cruzado, sepultaron al partido.

En el sur, con una actitud, calificada por los propios tricolores, como arrogante y prepotente de Cora Amalia Castilla, mismas formas que usó María Hadad y Paoly Perera (esta última fue grabada mientras lanzaba amenazas contra empleados del ayuntamiento, de quitarles contratos de trabajo que les dio como pago por sus servicios en la contienda del 2016), sucumbieron ante el hartazgo ciudadano, que cruzó el voto de acuerdo a su molestia, que generó el afán de la cúpula tricolor, de sentirse superior a sus militantes y no tomarlos en cuenta.