• “Más cuando son por parte del clero”
• “La Iglesia católica trabaja para combatir su ocultamiento”

Ante los miembros del Cuerpo Diplomático por el Año Nuevo, Francisco aseguró que la Iglesia católica trabaja para combatir y prevenir el abuso de menores.

El Papa Francisco afirmó ayer lunes que el abuso sexual contra menores es “uno de los peores y más viles crímenes”, más cuando son por parte del clero.

“El abuso de menores es uno de los crímenes más viles y atroces concebibles. Tal abuso, inexorablemente, barre lo mejor de lo que la vida humana tiene para los niños inocentes, y causa daños irreparables y de por vida”, afirmó.

La condena del Pontífice se dio previo a la conferencia episcopal para la prevención de abusos, que tendrá lugar en mes próximo en el Vaticano.

En el discurso ante los miembros del Cuerpo Diplomático por el Año Nuevo, Francisco aseguró que toda la Iglesia católica “trabaja para combatir y prevenir tales crímenes y su ocultamiento”.

El obispo de Roma admitió que los abusos sexuales de menores por parte del clero son una de las plagas de nuestro tiempo y se comprometió a tratar el asunto en la reunión que sostendrá del 19 a 24 de febrero próximo en el Vaticano con los episcopados de todo el mundo, reportó la agencia de noticias Zenit.

El Papa dijo que la reunión episcopal del mes próximo será un paso más en los esfuerzos de la Iglesia católica “por arrojar luz sobre los hechos y aliviar las heridas causadas por tales crímenes”.

Francisco también expresó su preocupación por aquellos que son más vulnerables, como las mujeres, que también sufren abusos, malos tratos y vejaciones, y urgió a “encontrar formas de relaciones justas y equilibradas entre el hombre y la mujer”

“Ante el flagelo del abuso físico y psicológico causado a las mujeres, es urgente volver a encontrar formas de relaciones justas y equilibradas, basadas en el respeto y el reconocimiento mutuos, en las que cada uno pueda expresar su identidad de manera auténtica”. El jerarca católico expresó su condena a la “otra plaga de nuestro tiempo, las condiciones de los trabajadores”, y citó la pérdida de puestos de trabajo, la pérdida de garantías sociales y económicas o las condiciones de esclavitud moderna, así como el trabajo infantil.

Advierte sobre auge del nacionalismo en el mundo

El Papa advirtió sobre el resurgimiento de los movimientos nacionalistas y populistas en el mundo, responsabilizando, en parte, a las fallas de la globalización, además criticó a los países que tratan de resolver la crisis migratoria con acciones unilaterales.

Al referirse en concreto a países y partidos políticos, el Pontífice lamentó las políticas nacionales que favorecen “consenso partidario rápido” frente a los esfuerzos pacientes por el bien común.

“Las relaciones de la comunidad internacional están experimentando un periodo de dificultad, con el resurgimiento de las tendencias nacionalistas, lo que perjudica a los miembros más vulnerables de la sociedad, incluidos los migrantes”, afirmó.