Por realizar obras de mala calidad
- Lo califica como un contratista de baja calidad
Cancún.– El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) requerirá a la empresa Aguakan pague una fianza de cumplimiento y de vicios ocultos, ante el pésimo servicio que presta en la zona hotelera en el Boulevard Kukulcán, al calificarlo como un contratista de baja calidad.
Ante dicha situación, le exigirán a la empresa concesionaria que pague la supervisión a los trabajos que pretende hacer y se le reporte a Fonatur, ya que Aguakán es un contratista que se adueñó de la zona hotelera y el estado, a pesar no cumplir con la calidad que especifica su concesión.
Raúl Bermúdez Arreola, delegado Fonatur en la entidad, dejó en evidencia el pésimo servicio y quejas que tienen en contra de Aguakán en el Boulevard Kukulkán, que suma una larga lista de incumplimientos que dan seguimiento al no contribuir en nada en la buena imagen del lugar.
Sólo generan baches y fallas en las obras
Las anomalías en las obras en la zona hotelera, a pesar de que se les indica remediarlas, la empresa Aguakán siempre otorga largas, que se buscarán frenar de tajo basándose en la ley vigente, como es el caso de registros que están por colapsar a un costado del puente Calinda en la zona hotelera de Cancún.
La afectación que se tendrá con las averías en los registros, se trata de evitar, en consecuencia, se exigirá a la empresa Aguakán que cumpla, ya que sus obras nunca concluyen bien, y sólo generan problemas para Fonatur.
El responsable de Fonatur, insistió, que sus obras no cumplen con los parámetros que se exigen en una zona 100 por ciento turística como es la zona hotelera, en virtud que los trabajos que efectúa siempre terminan en interminables baches.
Q. Roo consume más agua de sus manantiales de la que repone
Si bien, Quintana Roo cuenta con importantes reservas de agua, en la actualidad ya consume más líquido de sus manantiales del que repone, lo que lo coloca en un estado con estrés hídrico “Medio Alto”, según un informe del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP).
En el estudio se le asigna a Quintana Roo un puntaje de estrés hídrico de 1.95, cifra con la que salió de la lista de entidades que no presentan problema alguno. En ella sólo permanecen ahora Tabasco y Chiapas.
Según el documento, los quintanarroenses ya consumen anualmente entre el 20 y el 40 por ciento de las reservas estatales de agua y ni de manera natural o artificial se repone la totalidad de la cantidad consumida.
Si bien, la entidad no se encuentra en situación crítica como Baja California Sur, Guanajuato o la Ciudad de México, es “de urgente necesidad la intervención institucional, social y, por ende, conjunta, para la preservación de los recursos naturales” manifestaron.
Por estrés hídrico se entiende cuando en un territorio, país, estado o ciudad la demanda de agua es mayor que la cantidad que se restituye a las fuentes proveedoras.
El documento explica que generalmente lo anterior ocurre cuando en un territorio “los suministros anuales de agua caen por debajo de los mil 700 metros cúbicos por individuo, es decir, lo que representa al año entre ocho y nueve vasos de agua”.
Quintana Roo es parte de la región hídrica de la Península de Yucatán, que cuenta con un total de cuatro acuíferos, uno de ellos bajo el fenómeno de salinización de suelos y aguas subterráneas salobres. La recarga media de todos es de 22 mil 316 metros cúbicos anuales. No se considera que haya aún una sobreexplotación, pero sí cuenta ya con “daños”.
La “extracción excesiva”, en la que no se encuentra Quintana Roo pero sí 15 de las 32 entidades del país, consiste en “la desaparición de manantiales, lagos, humedales; la disminución o desaparición del flujo base en ríos; el abatimiento indefinido del nivel del agua subterránea; la formación de grietas; algunos asentamientos diferenciales del terreno; o la intrusión marina en los propios acuíferos (principalmente los costeros), así como migración de agua de mala calidad” concluyen en el estudio.