Carlos Espejel llega a todo el mundo con sus cursos digitales de “Xpresión Centro de Capacitación Artística”

Reír… Llorar… Sentir…

Gloria Carpio

 

  • Los salones en vez de tener niños, tienen maestros con cámaras, con equipo de alta tecnología para impartir clases virtuales que se dividen en tres aspectos: físico, emocional y artístico. A quienes les guste cantar, bailar, actuar y todo lo que tenga que ver con el arte pueden inscribirse y llamar al 55-56-56-43
  • “La culminación de ‘Chiquilladas’ fue mi primer gran transformación; fui el niño más conocido de América Latina”, señala en entrevista
  • “Para mí, Carlinflas es el espíritu del comediante. Todos los comediantes tenemos un Cantinflas en la sangre”

 

Carlos Espejel, fundador y Director Académico de “Xpresión Centro de Capacitación Artística”, tuvo la gran oportunidad de ingresar al medio artístico impartido en la XEW y “Xpresión” es una forma de retribuir a la sociedad las satisfacciones y éxitos que ha logrado Carlos Espejel a lo largo de su Carrera .

 

Un ejemplo de que es mejor reinventarse que morir, es el querido actor Carlos Espejel. Hace 20 años él y su familia vivían una fuerte crisis económica, por lo que el squash que tenía junto con sus papás y hermanos en la Ciudad de México, decidieron convertirlo Xpresión Centro de Capacitación Artística, en el que él y su mamá daban clases, su hermano Óscar lo administraba y su papá se encargaba de la puerta y con el paso de lo años fue creciendo hasta tener cuatro sedes, tres en la Ciudad de México (Lomas de San Ángel Inn, Nueva Santa María, Pro Hogar), y una más en Mérida Yucatán, donde actualmente radica este grandioso actor.

“De hecho nosotros empezamos ofreciendo cursos de verano, nos fue tan bien que ya después ofrecimos varios cursos durante el año; después me fui a estudiar a Argentina y traje a México ese modelo argentino que fue la escuela de impro, media máscara, desarrollé todo el plan educativo a través de competencias, que es ahora lo que usan las universidades, la competencia significa que a los alumnos ya no se les enseña, ellos aprenden”, señala Carlos Espejel, en una reciente charla que tuvimos.

Tal como lo menciono al inicio de la entrevista, Carlos Espejel es ejemplo de reinventarse y no morir, ya que ahora con esta crisis económica que está sufriendo México y el mundo, derivado de la pandemia por COVID-19, no podía permitirse cerrar su “Xpresión Centro de Capacitación Artística”, por lo que actualmente ofrece su curso de verano en línea, “ahora los salones en vez de tener niños, tienen a maestros con cámaras, con equipo, están dando clases, y está muy interesante porque lo dividimos en tres aspectos: físico, emocional y artístico. Si los chavitos ya no saben qué hacer, y si les gusta cantar, bailar, actuar y todo lo que tenga que ver con el arte, es una buena opción tomar los cursos en línea sin salir de casa”.

 

Se hizo famoso desde temprana edad al interpretar los personajes de “Chiquidrácula” y “Carlinflas”.

 

UNA VEZ QUE TERMINE LA CUARENTENA, CARLOS ESPEJEL CONTINUARÁ
CON SUS CURSOS DE VERANO DE FORMA PRESENCIAL Y DIGITAL

Para inscribirse, pueden llamar al teléfono 55-56-56-43, o bien ingresar a las redes sociales de Xpresión Centro de Capacitación Artística, está en Facebook y Twitter.

Lo interesante de estos cursos en línea, es que lo pueden tomar personas de toda la República Mexicana, ya que había una gran demanda que Carlos Espejel abriera varias sedes de Xpresión Centro de Capacitación Artística en diferentes ciudades del país, pero ahora con esta tecnología, ya pueden tomar el curso personas que vivan en cualquier parte de México y por qué no, del mundo.

“Ese es el reto que representa y puede ser muy interesante porque no solamente tenemos niños de otros estados de la República Mexicana, sino de otros países. Entonces tener niños de España, Guatemala, está padrísimo. Y como este virus llegó para quedarse, podemos mezclar los cursos presenciales de forma física con los cursos en línea. Los montajes que hagamos sí tendrán que ser de forma física porque requieren tiempo y presencia ya que no se puede hacer teatro desde la camarita, no tiene ninguna lógica”.

Además de las clases de canto, actuación, danza, en e Xpresión Centro de Capacitación Artística se les enseña nutrición, carrera de artes escénicas, talleres unitarios, acondicionamiento físico, aprender a usar las redes sociales para ser influencers, cómo usar el YouTube para llegar a miles de personas, “pero nuestra base es el arte”, recalca Carlos Espejel.

Actualmente, Carlos Espejel también ofrece clases en línea a través de Xpresión Centro de Capacitación Artística, pero su curso va dirigido a los adultos, a los de carrera, que al final muchos de ellos terminan siendo maestros de la propia escuela.

 

Con “Chiquilladas”, Carlos Espejel tuvo la oportunidad de viajar y hacer giras por Estados Unidos, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Perú, entre muchos países más.

 

CARLOS ESPEJEL SURGIÓ DE UN CURSO DE
VERANO QUE OFRECÍA “BURBUJAS” EN LA XEW

De hecho, incursionaste en el medio artístico, gracias a un curso de verano que tomaste en la XEW cuando tenías 7 años. Platícanos sobre esta historia.

Es correcto. Fíjate que mi mamá escucha mucho la radio y fue así que se enteró de un curso de verano que ofrecería aquél icónico programa de “Burbujas” y le dije a mi mamá que me llevara, y me lo cumplió. Me encantó el curso, del cual tuve dos ventajas, la primera es que era hombre, ya que el 90% de quienes estaban tomando el curso de actuación eran niñas, y eso me dio una ventaja competitiva; la otra, que era muy chaparrito, entonces eso me ayudaba a que pareciera un niño sobresaliente, o más inteligente de lo normal, y eso me ayudó mucho en mi carrera porque protagonicé las dos obras que en ese entonces se montaron que fue “Caperucita y el lobo feroz”, yo era el lobo; luego se hizo un homenaje a Francisco Gabilondo Soler, cuando cumplió 50 años la W y yo era Cri-Cri; los maestros me tenían mucha confianza y ahí descubrí que esto me gustaba mucho, que era algo que disfrutaba enormemente.

Después, tuve la bendición de Dios de enterarme que estaban buscando hacer un programa de televisión con niños, los productores fueron a vernos a los pequeños del curso de verano de la XEW, en el cual también estaban Pituka y Petaka y de ahí me llamaron para hacer “Alegrías de mediodía”, luego hice “Sábados efectivos”, que era como “Siempre en Domingo”, ya después, cuando tuve 9 años de edadvino “Chiquilladas”, programa que marcó mi vida.

Además de las ventajas que mencionas como ser varón y no tener una gran estatura, también destacaba tu talento.

Obvio, gracias. Eso lo vas descubriendo a mí de pequeño me gustaba el fútbol, no era un niño que cantara y sigue sin gustarme cantar, no soy bohemio, no agarro una guitarra y toco, no cuento chistes en las fiestas. No soy histriónico, por así decirlo. Me hacen gracias muchas cosas, eso sí, soy muy buen público, me río de todo. A la hora de actuar es otra cosa, implica todo tu compromiso, experiencia, energía, atención, pero ya de una manera profesional y de niño me pasaba lo mismo, yo no estaba actuando todo el tiempo, me gustaban el fútbol y otras cosas. Cuando había una gira internacional o tenía que ir a un programa con Jacobo Zabludovsky o ir a un noticiero me ponía la pila y trataba de hacerlo muy bien.

LA TELEVISIÓN ES LO QUE MÁS LE APASIONA

¿Qué te gusta más, el teatro o la televisión?

La tele es lo que más me gusta.

¿Cuándo regresas a la comedia?

No sé. Hay algunos proyectos por ahí que se estaban cocinando, pero llegó la pandemia y se detuvo todo, entonces no tengo noticias todavía.

¿Cómo vives esta cuarentena?

Bien, tranquilo. Como todos, de repente te entusiasmas, te desentusiasmas, te frustras, te pones creativo, quieres salir, como que he pasado por todas las etapas emocionales y al mismo tiempo trato de aprovechar el tiempo, estudiar un poco, ver alguna cosa de internet que me llame la atención, aprender algo, escribir, ver a mi hijo, nadar, medito, es lo que he estado haciendo.

Pero también te mantienes muy activo con tu Centro de Capacitación.

Sí y la verdad le tengo que agradecer a mi hermano, a Óscar, que es el que está al frente y está viendo que todo funcione como deber funcionar. Es un negocio que es de servicio y siempre un servicio requiere de mucha atención, ver qué quiere la gente, qué le gusta y cómo está el servicio. Entonces ahí sí debo darle crédito a él que está al frente de que todo esté funcionando y por supuesto yo cuidando los aspectos artísticos, de contenidos, aspectos de las clases, la promoción de la publicidad, entre otras cosas.

“MI PERSONAJE DE ‘CHIQUIDRÁCULA’ FUE IDEA DE MI MAMÁ”

¿Qué personaje te gustaba imitar en “Chiquilladas”?

Me gustaban los nuevos. Me gustaría decirte que “Chiquidrácula” porque es lo más bonito y romántico, pero lo que no me gustaba de “Chiquidrácula” es que me tardaba mucho tiempo con el maquillaje. Entonces eso le quitaba cierta gracia de querer hacerlo, de hecho, sigue siendo la razón por la que no lo hago tanto, porque para que quede bonito el personaje sí requieres de que te sienten y te pinten.

¿Qué significó Chiquidrácula para ti y cómo nació la idea de que lo interpretaras?

Es un personaje emblemático y estoy muy orgulloso de hacerlo. Y se le ocurrió a mi mamá, le mandó una foto a César González “El Pollo”, el director de “Chiquilladas”, y “El Pollo” que tenía personaje con otro actor, con Chóforo que hacía de vampiro, decidió ponerle un hijo chiquito y ahí me metió, me tenía mucha confianza “El Pollo” y ahí empezó el personaje.

También como Carlinfas eras súper divertido.

Para mí Carlinflas es el espíritu del comediante. Todos los comediantes tenemos un Cantinflas en la sangre. Tengo muchos rasgos de Cantinflas antes de que lo imitara, Cantinflas fue mi primer maestro porque aún sin imitarlo, yo ya lo imitaba.

Siendo niño y estando en “Chiquilladas”, ¿cuántas horas pasabas en el foro?

Variaba mucho, variaba según lo que se grabara.

 

En 2002 inicia dentro del doblaje prestando su voz para la versión latinoamericana de la cinta “La era de hielo”, interpretando el papel de Sid, rol que continuó también en la segunda parte de la historia, la tercera y la cuarta.

 

“ESTABA EN ‘CHIQUILLADAS’ POR CONVICCIÓN PROPIA,
NO PORQUE MIS PADRES ME LO IMPUSIERAN”

¿Era muy agotante pertenecer a “Chiquilladas”?

Al principio era fácil de hacer y luego como que se fue haciendo más complejo y pesado. El último programa que hicimos en el foro que se cayó de Televisa Chapultepec, ya ves que en el 85 se cayó Televisa, esa mañana del terremoto del 85, salimos a las 2 de la mañana de grabar, ya no era yo un niño, ya iba a la secundaria y era un trabajo que me encantaba. Se fue haciendo más pesado, luego empezamos a hacer giras y la gira era muy cansada, pero éramos niños y los niños no se cansan, al contrario, pero siempre teníamos muy claro que había que hacerlo bien, que era un trabajo que la gente esperaba que lo hiciéramos excelente. Y como niños teníamos una responsabilidad muy sana, de hecho, mi papá me decía: “estamos aquí porque tú quieres”.

¿Hiciste amistad con alguno de tus compañeros de “Chiquilladas”?

Me gustaría decir que sí, sonaría muy romántico, pero no. Fue una amistad como los niños de la primaria o un amigo de la secundaria, por ahí a alguno lo ves, te lo encuentras por ahí. Yo les tengo un cariño y respeto enorme a todos ellos, tenemos un grupo de WhatsApp en donde estamos algunos.

 

“‘Xpresión’ es una empresa comprometida con el desarrollo artístico, físico e integral de los niños y jóvenes de México y estamos convencidos que en México hay mucho talento, es por eso que nuestro compromiso es impulsar la vocación artística y el desarrollo cultural de nuestra sociedad para que sea más justa, preparada y libre”, afirma Carlos Espejel.

 

UN PROCESO DE MADUREZ LA CULMINACIÓN DE “CHIQUILLADAS”

Después de 11 años al aire, cuando acaba aquel icónico programa “Chiquilladas”, ¿cómo lo tomaste, fue un proceso de madurez?

Sí, porque además en ese entonces tenía ya 16 años, entrando a los 17, ya no estaba tan niño, tenía que resolver muchas cosas personales y laborales. Me puse a pensar qué iba a estudiar, estaba terminando la secundaria, me planteaba si quería seguir siendo actor, si terminaba la relación laboral con mi mamá, empezar a ganar yo el dinero, hacerme cargo de mis cosas, entonces fue una etapa no digo que difícil, porque no puedo decir que difícil, tenía siempre a mi familia, casa, cama, un entorno muy generoso, tuve unos padres súper lindos, un hermano apoyador, una familia generosa, entonces mi entorno siempre me jugó para bien y venía de trabajar mucho.

La culminación de “Chiquilladas” fue mi primer gran transformación. Y el tema mediático es importante porque era una figura mediática, sin lugar a duda, era el niño más conocido de América Latina. En la preparatoria estudié un curso de fotografía y luego estudié una licenciatura en arte, me volví muy intelectual, hasta que se me acabó el dinero como buen intelectual de izquierda y regresé al capitalismo rampante y nuevamente a la televisión.

¿Ya no te gusta que te digan Carlitos?

“Sí me gusta que me digan Carlitos, de hecho, mis amigos y la gente más cercana a mí me siguen diciendo Carlitos, que es una forma de cariño. En cambio, a mí no me gusta autonombrarme Carlitos sino Carlos.

Se te extraña en la televisión.

Y yo extraño a la televisión. Estos momentos tan dificiles no permiten crear muchos proyectos, es tiempo de disfrutar a la familia. Ahora estoy muy activo en Xpresión Centro de Capacitación Artística con los cursos que se ofrecen. En Televisa me tienen muy vetado, pero los perdono y con gusto regreso (jajaja).

Algo que desees agregar.

Que los espero en los cursos en línea de Xpresión Centro de Capacitación Artística, donde van a nutrir su vocación artística y descubrir de forma impresionante su talento.

 

“LOS MONTAJES TEATRALES NO SE PUEDEN
HACER DESDE UNA CAMARITA, NO TIENE LÓGICA”

“Los montajes que hagamos en Xpresión sí tendrán que ser de forma física porque requieren tiempo y presencia ya que no se puede hacer teatro desde la camarita, no tiene ninguna lógica”, apunta Carlos Espejel

 

“Tuve la gran oportunidad de ingresar al medio artístico en un curso de verano impartido en la XEW y es por eso que Xpresión es una forma de retribuir a la sociedad las satisfacciones y éxitos que he logrado a lo largo de mi carrera”

Carlos Espejel

 

 

“En la preparatoria estudié un curso de fotografía y luego estudié una licenciatura en arte, me volví muy intelectual, hasta que se me acabó el dinero como buen intelectual de izquierda y regresé al capitalismo rampante y nuevamente a la televisión”, narra Carlos Espejel.

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