Elaborar “Pulpo a feira” es la mayor devoción en O Carballiño, sitio que tiene particulares atractivos • II

De cinco estrellas

Victoria González Prado

 

[ Segunda de dos partes ]

 

Iglesia de la Vera Cruz.

 

La verdad, a O Carballiño hay que ir antes, durante y después de la feria del pulpo. Para degustarlo en distintos lugares y al mismo tiempo disfrutar los atractivos del ayuntamiento.

Dicen que en Carballino hay “devoción” por el pulpo y no me extraña pues se ha convertido, como nos dijo Diego Fernández, concejal de cultura, “es arte desde el cómo cocerlo, cortarlo, colocarlo en plato de madera de pino y aderezarlo”.

No hay rivales, no hay otros lugares, no existe ningún sitio en Galicia o en España, donde el pulpo se prepare como en O Carballiño, y no debemos olvidar que es el lugar más interior de toda Galicia. Y qué decir de la fiesta, este 2021 será un agosto diferente, romería distinta que no por ello dejará de ser importante.

La pandemia llevó al mundo entero a encerrarse, a cuidarse, y las pulperas de la localidad no están exentas de la inactividad; pero como plantea el dicho “lo que bien se aprende jamás se olvida”. Y ante la posibilidad de que en este año se reanude la fiesta, ya están afilando las tijeras, buscando los cazos y comprando lo necesario para efectuarla con todas las de la ley.

No sabemos si podrá hacerse esa tapa de pulpo gigante que les ha valido innumerables récords Guinnes, pero lo casi seguro es que habrá fiesta en torno del pulpo y sus suculentos tentáculos.

Y no olvidamos que en 2019 se cocieron 500 kilos de cefalópodos cortados con las tijeras de hábiles pulperas en tiempo récord: 11 minutos y siete segundos, en enorme plato de madera de pino de 5.37 metros de diámetro.

Y si ya estás planeando llegar a Carballino, por favor llega en ayunas, llega con hambre para que puedas comer pulpo hasta hartarte, puedes acompañarlo con pan de Cea, vino del Ribeiro y “cachelos” (papas cocidas). “Barriga llena corazón contento”, y para completar la satisfacción nada mejor que recorrer los atractivos del lugar, que son:

El templo de la Vera Cruz, que mezcla estilos como el gótico y el románico. Construido con materiales de la comarca como granito y pizarra.

El Pazo de Banga, casona en la que habitaron personajes relevantes como la novelista coruñesa Emilia Pardo Bazán. Es propiedad privada, no se puede visitar su interior, pero si admirar el exterior.

A la orilla del río Arenteiro está el Parque Municipal de O Carballiño –de casi 37 hectáreas—, con grandes avenidas, plazas y senderos rodeados de espacios verdes con fuentes y árboles de hasta 30 metros de altura.

El parque etnográfico do Arenteiro, espacioso entorno verde, que se ha convertido en la zona de recreo más frecuentada de la comarca. Hay mesas y bancos de piedra, fuentes de agua potable y parrillas. También restaurante y camping con búngalos.

Su interés etnográfico reside en el conjunto Muiño do Anxo (molino del ángel) y Muiño das Lousas (molino de las losas), hoy convertido en cantina.

La Pena dos Namorados (Peña de los enamorados) es de los rincones más pintorescos de Carballino. La forman enormes rocas de granito coronadas por una de ellas. Lugar lleno de leyendas de amor.

Los historiadores creen que había asentamiento del Paleolítico y, por los objetos hallados, aseguran que la Pena dos Namorados fue utilizado por los primeros pobladores de estas tierras como monumento mágico-religioso.

El Castro Cavadoso, con su castillo, murallas y viviendas situado junto a un robledal, del que sólo se conservan algunos restos, aunque se ha recuperado parcialmente.

El Ponte Longal de Ponte Veiga (puente largo de Ponte Veiga) cruza el río Arenteiro en uno de sus puntos, es el puente más importante de la comarca por su antigüedad, pues data del siglo XII-XIV, y es uno de los más pequeños.

Carballino creció gracias a su renombrada feria, el turismo aumentó a la vez que lo hacía la fama de sus aguas termales y de su gran balneario, el más importante de los tres con los que cuenta.

El Pabellón de Agüistas es de los edificios más importantes del recinto, pues acoge el manantial de aguas medicinales que brotan a 26 grados centígrados y se recomiendan para afecciones hepáticas e intestinales. Junto a él, la Casa de Baños, de 1900, con las principales instalaciones del complejo, recientemente renovadas.

Otro de los balnearios es el Caldas de Partovia, uno de los más antiguos de Galicia, construido en 1842, del que se cree que sus aguas fueron utilizadas por los romanos en su paso por la provincia de Ourense.

A poco menos de 20 kilómetros de Carballino está el monasterio de Oseira, en el municipio de San Cristóbal de Cea, que ha tenido gran influencia en la comarca a lo largo de la Edad Media. Su orden monástica tenía a la población local bajo su yugo. Se conoce su existencia desde el año 1137.

Hoy el monasterio en perfecto estado se puede recorrer y es una de las mejores visitas que se pueden hacer en los alrededores.

Si puedes ve a Carballino; si ya fuiste, seguramente tienes muchos deseos de volver y disfrutar otro plato de pulpo antes de llegar a descansar. Garantizo que nunca olvidarás el sabor de ese platillo.

 

El ángel de la fama tiene sus alas hechas de papel… periódico”.

 

victoriagprado@gmail.com
Twitter: @victoriagprado

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