Derecho de réplica

José Luis Montañez

 

• Muchos no pueden llegar a EU y se quedan en las calles

 

 

La contingencia sanitaria por la Covid-19 trajo no sólo miles de contagios y muertes a Quintana Roo, sino una grave ola de desempleo y pobreza, situación que no es exclusiva del estado, ni de México como tal, pues es un escenario que se repite, incluso, con mayor gravedad en otros países del sur, cuyos habitantes huyen de estas condiciones y van en busca del “sueño americano”.

Lo difícil de esta situación es que muchos de los que tratan de llegar a Estados Unidos, lo intentan cruzando por México y quienes no lo logran, se quedan vagando en diferentes estados de nuestro territorio, tales como Quintana Roo, donde el flujo de migrantes en la indigencia, al menos en Cancún se triplicó durante el año pasado, esto según información que han captado organizaciones como el comedor y centro de capacitación, Nuevo Corazón Villa de la Paz.

El director del organismo citado, Juan Carlos Buz, explicó que antes de la pandemia llegaban diariamente a las instalaciones, alrededor de 50 indigentes en busca de alimento, sin embargo, conforme avanzó el número de contagios y la pérdida de empleos, el número llegó hasta 150 por día, la mayoría de ellos migrantes, que se quedaron varados por falta de dinero, papeles, entre otros problemas. Que les impidieron continuar con su camino a la frontera norte del país.

En este marco, la organización les ayuda a través de una comida caliente diaria, así como de ropa limpia durante 30 días, tiempo que consideran suficiente para que estos obtengan el impulso necesario de buscar un empleo y salir de su condición o en su defecto regresar a sus países de origen.

Carlos Buz comentó que no sólo son migrantes extranjeros, sino algunos que también llegan de otras entidades del país y relató una historia de éxito entre tantas. “Tenemos historias de quienes han estado en la calle por diferentes situaciones. Hace seis meses recibimos la llamada de una persona que estuvo más de 20 años en la calle, pero ahora regresó a su estado, Tabasco, se casó, tiene un trabajo e incluso compró una casa”, dijo.

Asimismo, indicó que previo a la pandemia operaban un programa en el que además del comedor, los indigentes tenían acceso a capacitación, clases de regularización, oportunidades para terminar sus estudios y otros beneficios, no obstante, con la llegada de la contingencia sanitaria la mayoría de estas ofertas quedaron en el olvido momentáneamente.

Lo único que se ha mantenido es la ayuda a la población vulnerable al darles acceso a alimentos diarios y evitar que crezca el número de personas con esta carencia, que actualmente es de 553 mil personas, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Por último, Juan Carlos Buz pidió a la ciudadanía: “No sean indiferentes a este tipo de personas, de repente tenemos una especie de rechazo, pero nosotros no sabemos cuándo podemos estar en su lugar, yo fui indigente, a mi me tocó vivir en la calle y lo más triste es que la sociedad ejerza ese rechazo e indiferencia”.

6 de 10 estudiantes piden clases presenciales

De acuerdo con ‘#CaminitodelaEscuela, Consulta a Niñas, Niños y Adolescentes’, seis de cada 10 niños y adolescentes quintanarroenses prefieren regresar a la escuela a tomar clases de forma presencial en lugar de seguir a distancia, una vez que argumentan que quieren convivir con sus compañeros.

El ciclo 2021-2022 comenzará el próximo 30 de agosto y augura ser la oportunidad para retomar parte de lo que era la vida antes de la pandemia en cuanto a la educación escolar, no obstante, las opiniones aún están divididas sobre el hecho de regresar o no a las aulas.

Según los hallazgos de la consulta, elaborada por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, 57 por ciento de menores en edad escolar en Quintana Roo, prefieren la escuela presencial y no la modalidad a distancia.

“En cuanto al nivel educativo, son las niñas y los niños que cursan la primaria quienes refieren tener más ganas de regresar a clases presenciales en Quintana Roo, seguidos por los que cursan secundaria y preescolar; mientras que los que están en educación media superior lo consideran en una proporción ligeramente inferior”, detalla el documento.

Asimismo, refieren que a nivel nacional, las entidades con mayor proporción de estudiantes que quieren regresar a la escuela son: Tabasco, 83 por ciento; Jalisco, 83 por ciento; San Luis Potosí, Sonora y Baja California, con 76 por ciento. Mientras que, los estados con menor proporción son: Colima, 42 por ciento; Campeche, 50 por ciento; Veracruz, 51 por ciento; Quintana Roo, 57 por ciento; y Querétaro, 60 por ciento.

Esto después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el lunes 30 de agosto los estudiantes podrán regresar a las aulas a tomar clases presenciales; sin olvidar, que la medida será considerada opcional, es decir ,que quienes lo prefieran podrán seguir a distancia.

El reporte nacional refiere que casi la mitad de los encuestados señalan que les haría más feliz del regreso a clases en su escuela es estar con sus amigos, seguido por el hecho de salir de su casa y que su maestro les dé clases en su salón, lo que consideran podría mejorar su desempeño, ya que no se han podido adaptar del todo a la educación a distancia.

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