El gobierno de Biden enviará drones “kamikaze” a Ucrania

 

Para defenderse de los bombardeos rusos

 

  • Biden anunció la entrega de 800 millones de dólares más en asistencia

 

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles el envío de 100 drones estadounidenses a Ucrania.

 

Ante los crecientes embates del ejército ruso en los alrededores de Kiev, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles el envío de 100 drones estadounidenses a Ucrania y aseguró que ayudará a ese país a adquirir sistemas antiaéreos “de mayor rango” para defenderse de los bombardeos rusos.

El mandatario estadounidense hizo el anuncio en un discurso en la Casa Blanca, en el que ordenó la entrega de 800 millones de dólares más en asistencia a Ucrania, después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, clamara ante el Congreso estadounidense por una zona de exclusión aérea sobre su país.

Los drones kamikaze de fabricación estadounidense equipados con misiles guiados de última generación que pueden apuntar con precisión a los tanques rusos y a las posiciones de artillería desde millas de distancia, según revelaron dos funcionarios del Congreso informados sobre el asunto a NBC News.

Funcionarios estadonidenses también afirmaron que la Casa Blanca considera la posibilidad de equipar a Ucrania con “misiles de merodeo” cargados de explosivos, llamados Switchblades, como parte de un nuevo paquete de ayuda militar.

Hay dos variantes del arma, el Switchblade 300 y el 600, que han sido vendidas al Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos por el fabricante AeroVironment, con sede en los suburbios de Washington D.C. El 300 está diseñado para realizar ataques puntuales contra soldados. El 600, más grande, está destinado a destruir tanques y vehículos blindados.

Corte Internacional exige a Rusia detener de inmediato la guerra

Mientras tanto, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió este miércoles a Rusia, por trece votos a favor y dos en contra, “suspender de forma inmediata las operaciones militares” en Ucrania.

“La Federación rusa debe asegurarse de que cualquier unidad militar o grupo armado irregular que apoye (…) evite tomar pasos que fomenten las operaciones militares” en Ucrania, dijo la presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, en la lectura pública de la orden judicial emitida por el máximo tribunal de Naciones Unidas en La Haya.

Asimismo, los jueces decidieron de forma unánime hacer un llamamiento a Moscú y a Ucrania para que se “abstengan de cualquier acción que pueda agravar o extender la disputa ante la corte”.

Para llevar el conflicto armado al alto tribunal de la ONU, Kiev argumentó que Rusia ha malinterpretado la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 firmado por ambos países, debido a que Moscú ha justificado la invasión a Ucrania en base a un presunto genocidio de la población rusoparlante en las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk.

El tribunal se alineó este miércoles con la hipótesis de Ucrania y dictaminó que “en principio” es competente para juzgar el caso, aunque Rusia tendrá más adelante el derecho de presentar una moción para disputar la jurisdicción de la corte.

Las órdenes dictadas por los jueces son medidas cautelares que, en teoría, se deberían aplicar hasta que se juzgue el fondo del caso. Es decir, hasta que la CIJ analice si Moscú ha malinterpretado la convención contra el genocidio, un proceso judicial que llevaría años.

No obstante, está por ver si Rusia obedecerá la orden del tribunal, pues aunque sus decisiones son vinculantes, la CIJ no dispone de una fuerza policial que haga cumplir sus sentencias, sino que depende de la voluntad de los Estados implicados.

Cuando un país ignora las órdenes de la CIJ, el Estado afectado puede recurrir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para “hacer recomendaciones o decidir qué medidas deben adoptarse para dar efecto a la sentencia”, se dice en el artículo 94 de la carta de la ONU.

Sin embargo, Rusia podría usar su derecho a veto como miembro permanente y bloquear cualquier iniciativa que se presente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ucrania rechaza propuesta rusa de convertirse en país neutral

Por otra parte, las conversaciones para poner fin a la ofensiva militar de Rusia en Ucrania enfrentan “profundas contradicciones”, aunque aún es posible alcanzar un “compromiso”, dijo Mykhailo Podolyak, negociador y consejero del presidente ucraniano Volodimir Zelensky. “Vamos a continuar mañana. Es un proceso de negociación complicado y extremadamente laborioso. Hay profundas contradicciones. Pero, por supuesto, es posible un compromiso”, dijo en Twitter. Podolyak indicó que ambas delegaciones son conscientes de las grandes diferencias que les separan pero recalcó que también se percibe la sensación de intentar alcanzar un compromiso.

Mientras tanto, el gobierno ucraniano pide “garantías en materia de seguridad” frente a Rusia y rechaza la idea de adoptar una “neutralidad” que tome como modelo a Suecia o Austria. Ucrania se encuentra en una guerra directa con Rusia. Por tanto, el modelo solo puede ser ‘ucraniano’ y debe contar con una base de garantías sólidas en materia de seguridad”, declaró el negociador Mijailo Podoliak, en comentarios publicados por la oficina del presidente Volodimir Zelenski. El responsable precisó que los firmantes deberían comprometerse a intervenir en caso de agresión contra Ucrania. Esto significa que los firmantes de estas garantías no pueden quedarse al margen en caso de ataque contra Ucrania como ocurre hoy, y que participarán activamente en el conflicto del lado ucraniano y le suministrarán inmediatamente las armas necesarias”, citó Podoliak.

Kiev pide que se establezca también una zona de exclusión aérea sobre Ucrania en caso de ofensiva contra su territorio, añadió.

Propuesta rusa

Poco antes, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, mencionó que Austria y Suecia podrían ser tomados como modelos de neutralidad por Ucrania para llegar a un compromiso.

Las dos partes negocian por videoconferencia desde el lunes y las conversaciones continúan este miércoles, cuando se cumplen tres semanas de ofensiva en Ucrania.

Suecia, país no alineado, no es miembro de la OTAN aunque sí socio de la Alianza desde mediados de los años 90. El país abandonó oficialmente su neutralidad al final de la guerra fría, periodo que coincidió además con su entrada en la Unión Europea (UE).

Austria es un país neutral y no puede enviar soldados a un país en guerra, exceptuando las misiones de la ONU. El pasado martes, Zelenski dio un paso en dirección a Rusia y estimó que había que aceptar que su país no será nunca miembro de la OTAN. Esta posibilidad es uno de los principales argumentos usados por Rusia para justificar su ofensiva contra Ucrania.

Mientras tanto, el presidente Zelensky reiteró este martes ante el parlamento de Canadá su pedido de una zona de exclusión aérea en su país al recordar el grave saldo de víctimas civiles e invitó a darse cuenta del sufrimiento de su pueblo.

“Imaginen sus ciudades bombardeadas y sitiadas”, dijo Zelensky en una intervención de video en directo. “Nos están brindando ayuda militar y humanitaria, han puesto en marcha sanciones severas pero, lamentablemente, vemos que esto no pone fin a la guerra”, dijo, indicando que Rusia pretende “aniquilar a Ucrania”.

Las negociaciones tratan de lograr un alto el fuego que permita el establecimiento de corredores humanitarios precisos y seguros y, a partir de ahí, se entraría en la parte más política relativa a las cuestiones que motivaron la invasión rusa de Ucrania y la guerra, que comenzó el pasado 24 de febrero.

Rusia exige fundamentalmente que Ucrania no sea miembro de la OTAN; que reconozca la anexión de Crimea (llevada a cabo en 2014) y que acepte la independencia de las “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk, situadas en la región oriental ucraniana del Donbás.

Kiev impone toque de queda por aumento de bombardeos

En Kiev, el alcalde Vitali Klitschkó anunció el martes un toque de queda de 36 horas, luego de que aumentaran los ataques aéreos y los bombardeos en los alrededores de la capital ucraniana, causando la muerte de al menos cuatro personas.

En este contexto, Klichkó, anunció un toque de queda de 36 horas en la capital ucraniana a partir del martes por la noche debido a la situación “difícil y peligrosa” que vive la ciudad.

“Hoy es un día difícil y peligroso (…) Por eso estoy pidiendo a los habitantes de Kiev que se preparen para estar en casa durante dos días”, ha dicho el responsable en un comunicado, explicando que la circulación en la ciudad estará prohibida desde las 20:00 horas locales del martes hasta las 7:00 del jueves. “Cualquier movimiento en Kiev sin permisos especiales está prohibido. Sólo se podrá salir fuera para llegar a los refugios”, añadió el alcalde de la capital de Ucrania. Las autoridades ya habían impuesto un toque de queda similar el 26 de febrero, al inicio de la invasión rusa.

En tanto, en Sviatoshyn, en el oeste de Kiev, un bombardeo golpeó un edificio de 16 plantas donde “los cuerpos de dos personas fueron recuperados y 27 personas fueron rescatadas”, indicaron en un comunicado en Facebook. También hubo un ataque sin víctimas contra una casa en Osokorky (sureste) y fuego de artillería que provocó un incendio extinguido en un edificio de viviendas en Podilsk (noroeste).

En ese lugar, cubierto de cristales y escombros, una columna de humo salía del enorme agujero dejado por el impacto mientras los vecinos echaban por las ventanas rotas las ruinas de sus casas, relata un periodista. El alcalde pidió a los hombres que se llevaron a sus esposas e hijos a la relativa seguridad del oeste del país y que vuelvan a la capital a luchar. Kiev se ha librado de lo peor de los combates desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, Sin embargo, el ejército ruso se está acercando lentamente a la ciudad y los bombardeos se han intensificado. En otra parte de la ciudad, los residentes limpiaron los escombros de sus casas después de que los bombardeos volaron ventanas, dañaron balcones y dejaron restos esparcidos por el suelo.

Miles de personas han muerto ya en el conflicto y millones más han sido desplazadas.

Mientras tanto, Rusia, niega haber atacado a civiles, califica sus acciones de “operación militar especial” para “desnazificar” el país, una afirmación que Ucrania y sus aliados rechazan como pretexto para un ataque injustificado e ilegal.

Testigos de Reuters vieron un bloque de departamentos de gran altura en llamas tras ser alcanzado por la artillería.

Los bomberos trataban de sofocar las llamas y personal de rescate ayudaba a evacuar a los residentes atrapados en el interior utilizando escaleras móviles. Un cuerpo yacía en el suelo en una bolsa.

La fábrica de armas Artem, en el centro de Kiev, fue alcanzada por los ataques, e imágenes tomadas por un residente local mostraban el humo que salía del techo. En las cercanías, los operadores y colaboradores barrían los cristales y otros restos del impacto de las explosiones.

Rusia dijo el lunes que planea atacar las fábricas de armas ucranianas en represalia por lo que dijo fue una incursión ucraniana en la ciudad de Donetsk, controlada por los separatistas, e instó a los trabajadores y a los residentes a mantenerse alejados. Ucrania negó haber lanzado un ataque.

Cadáveres se amontonan en morgue
de ciudad ucraniana de Mikolaiv

En tanto, en la morgue de Mikolaiv, ciudad ucraniana a orillas del mar Negro, la nieve cae incesante sobre los cadáveres envueltos en bolsas de plástico grises, a la espera de ser evacuados.

En una de estas imágenes escalofriantes, un cadáver yace con las manos juntas, como si estuviera rezando. En realidad estaba lanzando cócteles molotov cuando los rusos lo atraparon, explica un empleado de la morgue. Le ataron las manos y lo ejecutaron, agrega.

En los ruinosos locales forenses de esta ciudad atacada por los rusos, otros cadáveres yacen en el suelo por falta de espacio. El olor a muerte, mezclado con el del desinfectante, está por todas partes.

Nunca vi algo parecido. Pensábamos que lo peor que nos podía pasar aquí eran los accidentes de coche”, dice Vladimir, uno de los empleados de la morgue, cigarrillo en mano. Con sus colegas, trabaja sin parar.

Entre los muertos están las víctimas de la guerra, civiles y soldados, pero también los que fallecieron por causas naturales.

Los médicos realizan autopsias en condiciones antihigiénicas. Para llegar a la cámara frigorífica donde se amontonan los cadáveres de las víctimas de un bombardeo que tuvo lugar unos días antes en Ochákiv, a unos kilómetros de Mikolaiv, hay que pasar por encima de varios cuerpos desnudos.

Vladimir vuelve a cruzar el patio y abre una puerta que da paso a una pesadilla. Una treintena de cadáveres yacen en el suelo. Dos soldados con traje militar, uno de ellos destripado, están apilados uno sobre el otro.

Desde el inicio de la guerra, recibimos 120 cuerpos, entre ellos 80 soldados y 30 civiles”, explica cansada Olga Dierugina, la directora del instituto forense. Entre las víctimas civiles, el más joven era un niño de tres años y el mayor un hombre de 70 años, precisa.

Algunos cuerpos son difíciles de identificar, sobre todo entre los 19 cuerpos que llegaron de Ochákiv hace dos días. Para tratar de tener más información sobre sus identidades, se toman muestras de ADN y los expertos observan tanto los tatuajes como las joyas.

En el instituto forense, 15 de sus colegas huyeron hacia el oeste mientras unos 60 siguen trabajando, 20 de ellos en la morgue.

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