Se oponen a que Chetumal pierda patrimonio histórico

  • El desarrollo económico y la modernidad han destruido vestigios
José A. Miranda

El Faro es uno de los emblemas de Chetumal. El Comité Pro Defensa del Patrimonio Histórico de la ciudad de Chetumal, A.C, busca rescatar estos sitios.

Chetumal.- Mueve un poco a risa enterarse de que todavía existen personas empeñadas en preservar lo poco que queda de la traza original de lo que un día fue la ciudad de Chetumal.

Cada administración le ha impuesto su sello particular modificando el Centro Histórico del primer cuadro. Incluso ha habido programas estales y municipales, como el denominado “Chetumal de buena madera”, en los que se intentaba devolverle el rostro originalmente de pura cepa caribeña, rehabilitando viejas casas de madera y techos de lámina de zinc, varias de ellas con el consabido curvato que se utilizaba para conservar el agua potable. Ninguno ha dado resultados.

Existen familias que recuerdan con nostalgia las hermosas imágenes del antiguo parque de la Bandera, modernizado en la actualidad, y ya sin ese sabor a pueblo del que pueda enorgullecerse cualquier capitalino.

El desarrollo económico y la modernidad han destruido muchos vestigios, señala en forma romántica Francisco Ortega, presidente del Comité Pro Defensa del Patrimonio Histórico de la ciudad de Chetumal, A.C.

La próxima semana, dijo, vamos a dar comienzo a los trabajos de conservación  ¡como de 15 metros! de un tramo de la céntrica avenida Héroes, en donde todavía se puede apreciar el buen gusto por dotar a las banquetas de mosaicos en blanco y negro que le daban realce a la ciudad.

Descubrimos otro entre las avenidas Álvaro Obregón y Francisco I Madero, frente a la farmacia del ISSSTE, que conserva vestigios de mosaicos blancos y negros  como eran las banquetas de antes.

Ya contamos con el permiso del ayuntamiento a cargo de Carlos Mario Villanueva, lo haremos con nuestras pequeñas ganancias obtenidas a raíz del segundo baile de “samba y macho” que organizamos con éxito el mes de enero para estos propósitos.

Algo es algo, dijo, son banquetas que están en la vía pública, pero en ellas se puede ver cómo era la ciudad, el parque de La explanada y toda la avenida Héroes, así era.

Lamentablemente la modernización y el propio criterio dispuesto para conservar nuestra identidad, acabaron con esto.

Otra pérdida, recordó, son los paseos que las familias acostumbraban hacer por el muelle fiscal.

API (la Administración Portuaria Integral) administra el muelle que fue cerrado en su entrada con tubos galvanizados.

Lo utiliza siempre “la Marina”, es desembarcadero del turismo que llega de San Pedro, Belice.

Aquí de nuevo vemos la pérdida de nuestra identidad. Chetumal dejó de ser una ciudad con actividad portuaria desde hace mucho tiempo.

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