La Compañía de Jesús llama a no permitir que la violencia tenga la última palabra

 

  • Indigna asesinato de dos padres jesuitas

 

Exigen el esclarecimiento del asesinato de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora en Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua

 

Tras el asesinato de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora en Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua, en la Sierra Tarahumara, los jesuitas llamaron a la sociedad a no dejar que gane la violencia.

Durante una misa en la Ciudad de México en memoria de las víctimas, la Compañía de Jesús dijo que no callará ante la injusticia y continuará su labor con fe para cambiar esta realidad.

Que se sumen a esta cruzada, a seguir luchando desde el lugar que les corresponde en esta sociedad, a no permitir que la violencia, el terror, el miedo, tengan la última palabra”, dijo Gerardo Moro, padre provincial de los jesuitas en México.

Mientras tanto, la Conferencia del Episcopado Mexicano lamentó que la sierra Tarahumara, como otras regiones del país, enfrente violencia y olvido.

La ONU exhortó a las autoridades a hacer una indagatoria que abarque todas las líneas de investigación. “Llamamos a las autoridades mexicanas competentes a desplegar todos los esfuerzos necesarios para que el crimen no quede impune”, dijo en tanto la Unión Europea.

Por su parte, el Papa Francisco lamentó este miércoles la cantidad de asesinatos que se registran en México después de que se conociera la muerte de dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico en una iglesia en las montañas de Chihuahua.

Francisco expresó su tristeza y consternación por los asesinatos de estos dos religiosos a los que llamó “hermanos”.

Hay tantos asesinatos en México. Estoy cerca, en afecto y oración, de la comunidad católica afectada por esta tragedia”, dijo.

Conmoción por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas

Previamente, Amnistía Internacional (AI) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenaron los hechos y llamaron a los gobiernos estatal y federal a garantizar la seguridad de los habitantes de la comunidad de Cerocahui, ubicada en la Sierra Tarahumara.

“Expresamos nuestra profunda indignación y preocupación por el clima de violencia y falta de medidas de seguridad por parte de las autoridades en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, donde fueron asesinados Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar”, expresó AI.

“Llamamos a las autoridades de Chihuahua a realizar una investigación diligente y efectiva, así como las acciones pertinentes para la pronta recuperación de los cuerpos de Javier Campos y Joaquín Mora, a fin de garantizar su dignidad, el acceso a la verdad, a la justicia y la reparación integral del daño para sus familias”, pidió el organismo.

Mientras tanto, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de los sacerdotes jesuitas y pidió de manera urgente lograr la recuperación de los cuerpos de los dos sacerdotes, que fueron sustraídos de la iglesia por los autores materiales del asesinato.

“El asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”, señaló Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH.

La ONU DH pidió a los tres niveles de gobierno implementar de manera efectiva el plan de contingencia acordado en 2016 para prevenir y responder a los ataques contra personas defensoras y periodistas en el estado. Así como desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva de estos asesinatos, considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales.

También, solicitó brindar a la comunidad de Cerocahui, y demás lugares de la Sierra Tarahumara en situación de riesgo, medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades. De esta manera, proteger la vida e integridad de quienes las habitan y acompañan, tomando en cuenta que “están ubicadas en zonas aisladas y con una fuerte presencia indígena que las hacen más vulnerables”.

La Iberoamericana exigen acabar con impunidad

También la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, “confiada a la Compañía de Jesús”, condenó enérgicamente el asesinato de los jesuitas y se pronunció por la eliminación de la impunidad. “Manifestamos nuestra empatía y solidaridad con todas las personas que padecen injusticias”.

La universidad además exigió la recuperación de los cuerpos de las víctimas y demandó el esclarecimiento de lo ocurrido.

Con el posicionamiento de la Ibero, la universidad se unió a la voz de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús “que demanda, de forma inmediata, la adopción de medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, de personas religiosas y laicas, así como de toda la comunidad que se vio afectada”.

No cejaremos en nuestros esfuerzos por impulsar el diálogo, los acuerdos y la conciliación frente a la errónea opción de la violencia y las armas. Nos pronunciamos por la reparación del daño y por la eliminación de la impunidad”, finalizó la universidad.

En tanto, Artículo 19 señaló que los asesinatos de los sacerdotes jesuitas ocurren en un contexto de violencia en la Sierra Tarahumara, por lo que solicitó que las autoridades garanticen la reparación del daño y la no repetición de crímenes similares.

Autoridades buscan a “El Chueco”

José Noriel P.G. conocido o apodado como “El Chueco” se convirtió en uno de los objetivos prioritarios para las autoridades, ahora por el homicidio de dos sacerdotes jesuitas en la comunidad de Cerocahui, quien además habría ordenado que se llevaran los cuerpos de las víctimas.

Según los informes de inteligencia, “El Chueco”, que encabeza un grupo armado al servicio de “Los Salazar”, organización que opera a su vez para “Gente Nueva” y que es el brazo armado del Cártel de Sinaloa en el sur de Chihuahua.

Medios locales destacaron que “El Chueco” es buscado por múltiples delitos, que abarcan desde Creel hasta Sinaloa.

Entre ellos por posiblemente ordenar una ataque a la comandancia de la policía de Urique, el 6 de septiembre de 2017; del asesinato del profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrew, quien fue confundido con un agente de la DEA, así como por el secuestro y homicidio del activista Cruz Soto Caraveo.

En repetidas ocasiones, “El chueco” ha salido a relucir en medios nacionales e internacionales, por cometer eventos de alto impacto y recientemente por un aseguramiento de 26 millones de pesos en un arsenal, droga y vehículos que fueron asegurados a inicios del mes de mayo en Cerocahui.

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