Al tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
Los mecanismos de la transparencia han sido una excelente herramienta legal para evitar el oscurantismo gubernamental que durante mucho tiempo permitía a los integrantes de las administraciones públicas evadir la rendición de cuentas. En Mexico, este tipo de herramientas llegaron para quedarse y eso implica que el ciudadano haya adquirido derechos inalienables que le permiten observar la forma en que se aplican los recursos públicos y evitar la discrecionalidad desde las esferas gubernamentales.
En materia de revisión de las decisiones gubernamentales, los ciudadanos tienen ahora la potestad de solicitar información para saber en qué se gasta el dinero de los contribuyentes y eso propicia un conocimiento profundo y detallado que permite entender la toma de decisiones, resoluciones y reglamentaciones que se realizan desde la esfera gubernamental para que los ciudadanos conozcamos las motivaciones y justificaciones en la toma de resoluciones que se hacen desde la esfera gubernamental.
Así, la transparencia impone obligaciones, claridad y un amplio catálogo de información que le resulta útil al ciudadano para la valoración de las decisiones que se toman desde la esfera gubernamental. Así, la transparencia en la gestión pública propicia un diálogo acerca de la honestidad y responsabilidad de quienes conducen los destinos de los tres órdenes de gobierno como son el federal, estatal y municipal, información que debe ser veraz y que no emita juicios de valor de los tomadores de decisiones.
Lo óptimo en la relación entre gobernantes y gobernados es la fiscalización pública de los recursos gubernamentales que en un marco de probidad y rendición de cuentas pueden revisarse a satisfacción de los contribuyentes. Así, la rendición de cuentas se convierte en el principal valor de quienes conducen los destinos de los gobernados que son quienes aportan a través de las tasas impositivas los recursos económicos de que se disponen en las esferas federal, estatal y municipal. Hoy, la transparencia es una exigencia ciudadana a la esfera gubernamental, lo que significa el derecho de las comunidades para conocer en qué se utilizan los recursos públicos.
Para decirlo más claro, una política pública es transparente si la gente la entiende y comprende, pero sobre todo si se garantiza el derecho de acceso a la información pública y se salvaguarda la protección de datos personales de los solicitantes, lo que significa un avance para evitar el oscurantismo administrativo, que tanto daño causó al tejido social en las administraciones pasadas, donde la rendición de cuentas era una entelequia que solamente existía en la imaginación de quienes encabezaban las administraciones municipales y estatales.
Hoy, la transparencia y el acceso a la información pública ensancha las decisiones democráticas de los ciudadanos, quienes pasaron del oscurantismo administrativo a conformar mecanismos de control que hasta ahora han venido acrecentándose para que el dinero público se convierta efectivamente en el motor del desarrollo. El gobernador constitucional de Quintana Roo, Carlos Joaquín González encabezó la entrega de reconocimientos por parte del IDAIPQROO a representantes de dependencias, instituciones y organismos desconcentrados que cumplieron sus compromisos en materia de transparencia, ¡Enhorabuena! Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. en Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Ex presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.
