• El Presidente confía en que los trabajos del Consejo Nacional de Protección Civil rindan frutos a favor de México y los ciudadanos

Roberto Vizcaíno

Al instalar ayer el Consejo Nacional de Protección Civil, el presidente Enrique Peña Nieto indicó que estamos a tiempo de construir las bases de un México menos vulnerable y más seguro en el cual la vida, el patrimonio y la seguridad de los mexicanos estén garantizados por el Estado.

“Tenemos muy claro que un deber irrenunciable del Estado es crear condiciones de seguridad y protección para sus habitantes, y en este propósito es indispensable promover la coordinación y articulación de los esfuerzos institucionales”.

Para ello es necesario implementar un sistema de Protección Civil moderno, ágil y eficiente que cuente con protocolos de actuación antes, durante y después de cualquier situación de emergencia, precisó.

Y, ante todos los gobernadores y el Jefe de Gobierno del DF; los representantes de la Cámara de Diputados y el Senado y de la Suprema Corte de Justicia así como de organizaciones no gubernamentales, desde el Patio de Honor de Palacio Nacional dio a conocer 6 puntos esenciales para crear, por vez primera en México, un Sistema Nacional de Prevención y Protección Civil.

“En el marco de la instalación del Consejo Nacional de Protección Civil, instruyo a la Secretaría de Gobernación a implementar las siguientes medidas de prevención, como área encargada del Gobierno de la República, precisamente de coordinar los esfuerzos para la Protección Civil:

-Primera: Crear y operar el Sistema Nacional de Alertas, que permita contar con información en tiempo real para aumentar la seguridad de los mexicanos en situaciones de inminente peligro.

-Segunda: Iniciar la operación de la Estrategia México Seguro Ante Desastres, a fin de contar con infraestructura nacional, y con mayor capacidad de resistencia ante los fenómenos naturales.

-Tercera: Iniciar una extensa campaña de difusión de la cultura de la prevención y la Protección Civil, con especial énfasis en los habitantes de las zonas más vulnerables.

-Cuarta medida: Actualizar el Atlas Nacional de Riesgos para transformarlo en un instrumento más útil en la planeación del desarrollo y, sobre todo, el ordenamiento territorial.

-Quinta: Implementar un Programa Nacional de Respuesta a Siniestros, Emergencias y Desastres que permita la acción oportuna y coordinada de los tres órdenes de gobierno. “La Coordinación Nacional de Protección Civil diseñará los protocolos de acción para la atención de desastres, en colaboración con las distintas unidades gubernamentales”, añadió.

Agregó que correrá a cargo de la Coordinación de Protección Civil definir, identificar y demandar o pedir de cada una de las unidades gubernamentales y órdenes de gobierno, la debida preparación para tener la respuesta oportuna y acertada ante la eventualidad de cualquier caso de siniestro que se presente.

-Sexta: La Coordinación Nacional de Protección Civil diseñará los protocolos de acción para la atención de desastres, en colaboración con las distintas unidades gubernamentales.

“Estas seis medidas nos permitirán consolidar a la Protección Civil en México como una fuerza preventiva y con mayor capacidad de respuesta… Éste debe ser el enfoque de los próximos años para tener medidas de prevención y capacidad de respuesta inmediata ante cualquier percance”, indicó.

PRÁCTICA COMÚN

Previo al inicio del acto, Roberto Villalba, Jefe del Área de Protección Civil de la Presidencia de la República, le explicó a los asistentes qué hacer en caso de un evento imprevisto que requiriera de la evacuación del lugar.

Por ello, en su oportunidad, el presidente Peña Nieto indicó que este tipo de acciones debiera ser una práctica común en cada acto cívico o encuentro de muchas personas.

“Una práctica que debiera ser parte de nuestra cultura de la Protección Civil, parte de nuestro actuar diario, sobre todo en los actos cívicos, de informar a la sociedad que participa o a quienes concurren a distintos actos, qué hacer en caso de una alerta temprana, una alerta sísmica o una señal de emergencia; qué hacer para que no se genere pánico, haya orden y podamos poner a salvo la vida de quienes concurren a distintos actos, ante emergencias y con ello, simplemente con ello quiero ilustrar lo que nos falta hacer”, dijo.

Recordó que los sismos de septiembre de 1985 crearon una conciencia social que hoy perdura. A partir de entonces se creó el Sistema Nacional de Protección Civil que se ha convertido en un valioso mecanismo para salvar miles de vidas en emergencias, fenómenos naturales y situaciones de riesgo en México.

De ahí que hoy toda esta experiencia se haya volcado en la instalación del primer Consejo Nacional de Prevención Civil con el cual se crearán protocolos de acción en situaciones de emergencia y se construirá un sistema coordinado para todas las dependencias y órdenes de gobierno.

Un solo objetivo es el que persigue este Consejo: coordinar esfuerzos en favor de la Protección Civil. Porque, insistió, es un deber irrenunciable del Estado el crear condiciones de seguridad y protección para sus habitantes.

MÉXICO, PAÍS EN RIESGO

Previamente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong advirtió que la instalación de este Consejo es una respuesta ante un país expuesto a muchas amenazas provenientes de fenómenos naturales.

Por su ubicación geográfica, explicó, México ha sido afectado de forma recurrente por la acción de la naturaleza y a ello se suman riesgos, peligros y accidentes causados por el ser humano.

Nos ubicamos en una región inter tropical que nos coloca en la ruta de los huracanes que se produce desde el Pacífico –cuya temporada inició el 15 de mayo–, y el Atlántico donde los ciclones y huracanes inician el 1 de junio.

Pero además al territorio nacional lo cruza el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, que genera una alta actividad sísmica y volcánica. Hoy mismo, agregó, estamos pendientes de la actividad del volcán Popocatépetl, pero no es el único porque existen otros 13 volcanes activos y que son continuamente monitoreados.

El cambio climático ha trastocado los ciclos naturales de México y son generadores de eventos atípicos. En el sureste, principalmente en los estados de Tabasco, Chiapas y Veracruz se enfrentan año con año los estragos de tormentas y lluvias torrenciales.

Al otro extremo, Tamaulipas y Nuevo León fueron afectados, en el 2010, por el huracán Alex. En el norte y la Zona Centro hay heladas y ondas de calor que provocan la pérdida de cultivos y ganado, disminuyendo la disponibilidad de agua, y en su manifestación más extrema, frío y calor provocan muertes entre la población más vulnerable.

También estamos expuestos a fenómenos causados por el ser humano; los llamados antropogénicos como la explosión en la Torre B-2 del corporativo de Pemex; o los deslaves que afectan viviendas y construcciones edificadas sin respetar normas y estudios de suelo. De igual forma somos vulnerables a riesgos de nuestro propio desarrollo por falta de planeación y de control.

Por todo eso alertas sísmicas, protocolos de actuación ante emergencias, nuevas normas de construcción, mecanismos de prevención y transferencia de riesgos fueron desarrollados para estar mejor preparados.